¿Sirven las apps para enfrentar la ansiedad?
Hay muchas, pero no se basan en criterios científicos; aconsejan consultar con el profesional de referencia y no probar varias a la vez
Una de cada cinco personas sufre ansiedad o depresión, según la Organización Mundial de la Salud, y la pandemia no ayudó. Varios estudios de la Fundación Ineco detectaron un incremento de los síntomas de ansiedad y depresión entre las personas, una vez comenzada la crisis. En particular, una encuesta realizada con el objetivo de medir su impacto psicológico mostró que el 80,3% de los participantes informó síntomas anímicos, y que el 71,2% mencionó signos de ansiedad, cuyos principales indicadores son la sensación de soledad y la fatiga mental.
Con la pandemia aumentó el interés por acceder a nuevas opciones para prevenir y tratar la ansiedad, la depresión y hacer un seguimiento del estado de ánimo. Consultado por LA NACION, Emiliano Galende, que es médico psicoanalista especialista en salud mental y docente de la Universidad de Universidad Nacional de Lanús, sostiene que, en el contexto actual de restricciones y malestar generalizado, estos recursos digitales vienen a reemplazar al gimnasio, el club social, el deporte y los encuentros con amigos, entre otras actividades. “En ese sentido cumplen el papel de un entrenamiento a la espera de que podamos reconciliar la vida social y mejorara el ánimo colectivo, entendiendo el entrenamiento como un tiempo previo a entrar en la normalidad social”.
En el teléfono
En concreto, algunas de las aplicaciones móviles para iOS y Android que lideran el ranking de los mejores títulos a nivel mundial este año son Moodfit, que permite graficar el estado de ánimo del usuario y registrar actividades vinculadas al bienestar mental, como hacer ejercicio físico o cumplir con los objetivos laborales. Otra alternativa es MoodMission, creada para afrontar el estrés, el bajo estado de ánimo, la depresión y la ansiedad. Para eso, la herramienta ofrece meditación, ejercicios de relajación y frases de autoayuda. También está, entre tantas otras, Sanvello, que incluye entrenamiento para la mente, seguimiento de metas y estado de ánimo. Esta app analiza cómo se siente el usuario y a partir de ahí le hace recomendaciones personalizadas. También pueden instalarse Headspace, Calm (una de las más conocidas) y Meditopia.
¿Pero cuán efectivas son estas apps? “Una aplicación de salud mental o de bienestar por sí sola no es un sustituto de una terapia. Lo que sí sucede es que a veces hay un efecto placebo. Al comenzar a usarlas, el usuario se condiciona de antemano para sentir que será aliviado por la app. Entonces, al principio, la herramienta digital parece funcionar, pero no, y además resulta difícil sostener su uso en el tiempo, porque no hay una guía profesional que motive, dé indicaciones y que asocie las acciones con lo cognitivo y lo emocional. Por otro lado, quizás una persona siente que está con ansiedad, pero ese no es el diagnóstico correcto, por lo que en ese caso estaría realizando ejercicios que no le van a servir”, sostiene la doctora en psicología Paula Grasso, docente de exploración psicológica y estadística aplicada a la psicología en la Universidad Abierta Interamericana.
Carlos Spontón, psicólogo y director del Observatorio de Tendencias Sociales y Empresariales de la Universidad Siglo 21, dice a LA NACION: “Si bien actualmente se empiezan a publicar en revistas científicas sobre la efectividad de estas apps, su uso en realidad no alcanza para solucionar los problemas de salud mental, por lo menos en el presente, aunque sí pueden colaborar, mejorar síntomas y ayudar a que los usuarios aprendan más sobre los problemas que tienen, aunque supongo que en el futuro algunas evolucionarán hasta lograrlo”.
Según los entrevistados, estas apps pueden usarse para complementar la terapia y otras formas de autocuidado, como el ejercicio, una dieta saludable y un sueño reparador, pero recordando que la mayoría no está diseñada de acuerdo con criterios científicos. En tal sentido, Grasso comenta que usar estas aplicaciones puede ser aconsejable en el marco de un tratamiento. “Uno tiene que crear estrategias paralelas a la consulta para no depender de la terapia, por lo que todo lo que sea funcional y sirva para reforzar conductas es bienvenido”, comenta, y recomienda la app Calm.
Por su parte, Spontón sostiene que los profesionales deberían interiorizarse en el mundo de las apps para orientar a sus pacientes: “Hoy son un buen complemento. Por ejemplo, las aplicaciones que ayudan a respirar, organizarse y monitorear emociones ayudan a tomar conciencia y detectar patrones conductuales. De todos modos, todavía no se han encontrado formas de que aporten la calidez humana que brinda un especialista en salud mental”.
Con optimismo, el experto de la Universidad Siglo 21 estima que en los próximos cinco años van a aumentar mucho los estudios científicos sobre los beneficios reales de usar estas herramientas. “Cada vez que el usuario interactúa con la app se genera un dato. Estos datos facilitan mucho la posibilidad de investigar, porque transforma en números algo tan abstracto como puede ser la salud mental”, señala.
Recomendaciones
Lo primero es consultar a su profesional de referencia. “Además, es buena idea probar varias de manera sucesiva, no simultáneamente”, comenta Spontón, y agrega que dentro de los títulos vinculados con salud mental, aquellas de meditación, relajación, seguimiento de emociones, hábitos de estudio y trabajo no tienen efectos adversos, por lo menos las más populares. “Sin embargo, no pueden esperarse efectos mágicos ni rápidos, aunque sí es posible aprender algo sobre uno mismo”.