
“Se terminó el Estado bobo”: Horacio Marín, el CEO que cambió la cara de YPF, cuenta por qué es importante apostar a la petrolera
En una entrevista con Claudio Zuchovicki para el ciclo Conversaciones de LA NACION, el CEO de YPF detalla el plan de crecimiento de la compañía, anticipa la creación del Instituto Vaca Muerta y afirma que la transformación tecnológica y la profesionalización son claves para que la Argentina lidere el próximo ciclo energético
A finales de 2023, Horacio Daniel Marín asumió como presidente y CEO de YPF, concretando un sueño amplificado a lo largo de 35 años de trayectoria y experiencia en la industria de oil & gas, donde ocupó diferentes posiciones en operaciones, desarrollo, exploración y estrategia en varios países, además de la Argentina. Horacio es ingeniero químico recibido de la Universidad Nacional de La Plata, tiene una maestría en Ingeniería en Petróleo de la Universidad de Texas y realizó un programa ejecutivo en la Universidad de Stanford. En el sector es conocido por haber liderado, en Vaca Muerta, el proyecto gasífero del yacimiento Fortín de Piedra; pero muchos también lo recuerdan como un joven tenista profesional: en 1981, en su última temporada como junior, se dio el lujo de participar en Roland Garros, Wimbledon y el US Open. En esta entrevista con Claudio Zuchovicki para el ciclo Conversaciones, recorre su pasado, su presente y su futuro.
- ¿Qué tiene de distinto este management de YPF que no tenían los anteriores?
Lo primero, algo que dijo el presidente Milei en una entrevista: “Nosotros elegimos a Marín por su trayectoria”. Creo que eso es muy cierto. Nosotros hicimos una combinación de management y mezclamos dos culturas: históricos de YPF con una cultura de gente que veníamos haciendo transformaciones –yo trabajé toda la vida haciendo transformaciones–, y generamos un equipo muy compacto, donde estamos cambiando la forma de trabajar de YPF; estamos dándole foco a la gestión, no a la política dentro de una compañía. Nuestro lema es la rentabilidad. Estamos continuamente cambiando y trabajando para que aumente el valor para los accionistas. Y creo que eso se nota. Me lo dicen en la calle, me lo dicen proveedores, me lo dicen otras compañías. Se nota que YPF vino a generar algo trascendente para toda la industria: que la Argentina exporte 30 mil millones de dólares a partir del año 2031. Yo creo que ahí está la diferencia.
- Cuando querés ofrecer algo distinto, que te compren a vos, que te carguen a vos… ¿Cómo ves al resto, como competidores o como un sector?
Yo no entro en eso de la competencia, el “te quiero ganar”. No, yo creo que estoy continuamente abocado al crecimiento en todas las cosas y a hacer las cosas con calidad, con mucha tecnología, mucho mejor, con mucha productividad, ser mucho más eficientes. Es cierto que la imagen de YPF, por primera vez desde el mes pasado, supera a todas las competidoras, y creo que eso tiene que ver con toda la modernización que estamos haciendo, la tecnología, la motivación de la gente, lograr que se trabaje con pasión.
¿Qué es lo que estamos haciendo hoy? Te lo defino en diez palabras. Hay cuatro palabras que se relacionan con los resultados: rentabilidad, productividad, eficacia y excelencia. Hay dos que son las formas de cómo trabajamos: meritocracia y profesionalismo. Y hay cuatro que son del cuore, que es lo que hace la diferencia de una compañía: pasión, extra milla (que estés tan compenetrado con tu trabajo y las ganas de que progrese, que das siempre más de lo que te piden), confianza y compromiso. Esas son las diez palabras que forman nuestra gestión, y creo que lo logramos gracias al objetivo que nos pusimos y que todos sentimos que es trascendente. ¿Por qué? Porque trabajamos para YPF, y como incluimos a toda la industria, estamos trabajando para el país. Y eso te da un extra.
- ¿Cuánto de YPF es tecnología? ¿Cuánto de la revolución del último tiempo, de tu productividad, es por una revolución tecnológica?
Es mucho, mucho. En upstream hay un distintivo que llamamos Real Time Intelligence Center, que es trabajar en tiempo real. Hicimos un real time para Vaca Muerta, para perforar y para hacer las fracturas. Perforar es hacer el agujero y la fractura es lo que se necesita para que Vaca Muerta produzca. Esto ya no lo manejamos más desde el pozo, se hace desde la torre de Madero. Medimos 35 millones de datos por día, por equipo de perforación –tenemos 12 equipos–; tenemos inteligencia artificial, más la física que hacíamos siempre, pero con las dos cosas estamos viendo muchas mejoras.
En la parte de downstream, donde tampoco había inversiones, ya hicimos el real time en la refinería de La Plata y estamos terminando el de otra refinería. ¿Qué significa eso? Hoy tenemos toda la refinería, la vemos en online y en real time, y en cada equipo de refinación sabemos cuánta plata tenemos que ganar en el día, operativamente. Desarrollamos un software donde la persona que está trabajando ve si está ganando o perdiendo más plata que el estándar, y eso es extraordinario.
El 23 de junio también inauguramos lo que llamamos el Real Time Intelligent Center Comercial, donde hoy somos capaces de ver la demanda, minuto a minuto, de cada surtidor de una estación de servicio. YPF se basa en mucho profesionalismo, mucha productividad y mucha tecnología. No hay que tenerle miedo a la tecnología.
- ¿De dónde venís para haber llegado hasta acá?
Yo trabajé 35 años –tengo 37 años de experiencia– en la industria de oil & gas, siempre buscando productividad. Soy ingeniero químico de la Universidad de La Plata, tengo un máster en ingeniería petrolera de la Universidad de Texas, y también tengo un Executive Program de Stanford.
- ¿Cuánto te dio haber aprendido en la calle y cuánto toda esa formación universitaria?
Yo creo que las dos cosas. Voy a decir mitad y mitad. Creo que la parte teórica es extraordinaria porque vos sabés a dónde ir, pero la calle es muy importante. O sea, hay que trabajar en operaciones, hay que trabajar en todos lados, y hay que entender que las carreras exitosas son lentas. Creo que la mejor edad para estar en YPF es a los 60 años porque lo hacés por pasión, lo hacés porque querés transformar, lo hacés porque querés encontrar resultados correctos.
- ¿Un error que hayas cometido y del que hayas aprendido?
Un error que cometí una vez en productividad, que vale también para YPF, pero me pasó antes. Yo estaba convencido de que había que ir por este camino de productividad y tomé la decisión de hacerlo, si querés llamarlo así, más autoritaria –esto se hace porque hay que hacerlo–; y lo que obtuve fue resistencia, y nos llevó mucho más tiempo. Ahí aprendí que hay que convencer para lograrlo. Y esas personas que se me oponía en ese momento, hoy son los paladines de la productividad.
Todos cometemos errores, todos tenemos que aprender de los errores y es otra de las cosas para transformar una compañía. No hay que tener miedo a la frustración. Si tenés miedo a la frustración, no haces nada.
- Como líder, ¿perdonás los errores?
Sí, sí. Soy extremadamente napolitano, y alguno me dice que estoy loco. No me molesta decir que estoy loco, pero para mí los errores son el aprendizaje para no volver a hacerlo y para hacerlo mejor.
- ¿Sos de leer?
No estoy leyendo mucho porque estoy todo el día trabajando para YPF. Si leo todo lo relacionado con energía. Estoy recontra enfocado. Te habrás dado cuenta que soy un tipo orientado a los resultados, y eso tiene que ver también con mi vida. Cuando era muy, muy chico jugaba al tenis, y siempre fui un tipo orientado a los resultados.
- Una recomendación para un colaborador joven, algo que no puede dejar de leer.
No puede dejar de leer The Prize: The Epic Quest for Oil, Money & Power (de Daniel Yergin) para entender lo que es la industria petrolera. La gente de 30 años tiene que trabajar mucho en inteligencia artificial donde nosotros ya somos viejos, ya somos dinosaurios. Cuando una persona que sabe el trabajo lee de la nueva tecnología, hace la diferencia. Si sabés el trabajo y no conocés de la nueva tecnología, no hacés la diferencia. Por eso estamos enfocados en captar a la gente que tiene mucha pasión y meterla en esas dos cosas para poder lograr resultados.
No me cataloguen como un intelectual porque no lo soy. Catalóguenme como un tipo que se rompió toda la vida; y que soy práctico. Y no tengo problema de decir “me equivoqué” y hay que ir para el otro lado.
- ¿Sos lo que querías ser hace cinco o diez años? ¿Estás donde pensabas que ibas a estar hace cinco o diez años?
Sí. Nunca trabajé en política ni estuve cercano a ningún partido político, pero que dos gobiernos muy antagónicos en las ideas se hayan fijado en que yo podía ser la persona para manejar YPF… Yo no esperaba nada más, pero sentí que había hecho las cosas muy bien en mi vida para que se fijen en alguien por su profesionalidad. Por eso siempre digo que estoy eternamente agradecido, porque hacer esto, trabajar en YPF y liderar YPF, más viniendo del palo, creo que es lo máximo que te puede pasar en tu carrera profesional. Estoy muy agradecido, y por eso siento que debo trabajar fuertemente y estar totalmente dedicado para lograr los objetivos y también para ayudar al país.
- ¿Cómo te imaginás dentro de ocho años?
No sé, muchas veces digo que me imagino no trabajando más y todos me dicen que no va a ser así. No lo sé, no lo tengo pensado porque estoy muy enfocado en esto. Es muy posible que, por el impacto, por las cosas que hicimos, ayude desde otro lado, pero más tranquilo. Lo que tengo claro es que hay que saber irse cuando termina un ciclo. Mi ciclo son ocho años, no tengo duda de que son ocho años. Puedo estar ocho años –me faltan seis–, puedo no estar, pero mi ciclo son ocho años. Mi otro objetivo personal, que mi reemplazo en YPF venga de entre de la gente que esté trabajando conmigo.
- ¿Hay algún replanteo en tu equilibrio de horas laborales y hora familiar?
Está mal, pero no lo tengo. Y creo que Julieta [su hija] lo ve y Diana [su esposa] también. Están muy orgullosas de lo que estoy haciendo, lo respetan mucho y me lo hacen sentir continuamente. El espacio que tomo de descanso semanal es cuando voy a La Plata a ver a mis nietos, a mi hija, a mi yerno y a mi mamá. Después estoy full.
- Un mensaje para tus nietos…
Me gustaría que, cuando no esté, se sientan orgullosos de lo que hice por YPF y por la Argentina. Que vean que lo hice con honestidad, que lo hice con respeto y que fui un tipo íntegro. La felicidad no pasa por manejar YPF. Lo que me dieron es una oportunidad para ayudar, y me siento con la responsabilidad de hacerlo. Siento que lo tengo que hacer y creo fuertemente que estoy muy capacitado para hacerlo. Seguramente hay otros, no voy a decir que no, pero la oportunidad me la dieron a mí y tengo que hacerlo.








