Estrena una mecánica híbrida de grandes prestaciones y enorme eficiencia, además de mantener un nivel de confort y equipamiento superiores
Hace algunos años, Toyota tomó la decisión de ir adaptando todos sus modelos a las nuevas formas de movilidad alternativa, especialmente las relacionadas con la sustentabilidad. No por nada, al modelo inaugural de esa estrategia, el Prius, comenzó a agregar otros con el fin de tener, en un futuro próximo, un catálogo completo de vehículos más verdes. Siguiendo esa política, acaba de lanzar la quinta generación de su SUV mediano RAV4, que llega importado de Japón exclusivamente como híbrido y en tres versiones, XLE, Limited y AWD Limited (que probamos), y que adelanta al que será otro de sus grandes lanzamientos, el Corolla también híbrido. No extraña, entonces, que estemos ante una renovación total de este crossover, que es el más exitoso de la firma a nivel mundial (de hecho, fue su SUV más vendido de 2018).
Lo más importante es, sin duda, su sistema de propulsión autorrecargable, compuesto por un motor naftero 2.5 L de cuatro cilindros que entrega 175 CV a 5700 rpm y 22,6 kgm de torque entre 3600 y 5200 rpm. A este se suma otro eléctrico de 88 kW ubicado sobre el tren delantero, y en el caso de esta versión agrega un tercer impulsor también eléctrico de 40 kW sobre el eje trasero (entre ambos generan un torque de 12,4 kgm), para lograr una potencia conjunta de 222 CV (la generación anterior ofrecía 177 CV). La transmisión es también novedosa, ya que estrena la caja automática eCVT que es controlada electrónicamente y que ofrece cuatro modos de conducción: Normal, Eco, Sport y 100% eléctrico.
El funcionamiento es similar al de cualquier vehículo de este tipo: cuando el auto circula a menos de 60 km/h lo hace exclusivamente impulsado por el motor eléctrico que, a su vez, es accionado por un pack de baterías de níquel-metal de 244,8 V. Superada esa velocidad o cuando se acelera de forma repentina (por ejemplo, para realizar un sobrepaso), se activa el propulsor naftero y comienzan a funcionar en paralelo. Al mismo tiempo, cuando arranca el atmosférico comienzan a recargarse las baterías al igual que cuando se accionan los frenos, de manera que el sistema está permanentemente regenerándose. Así, el conjunto administra la potencia para buscar siempre la mayor eficiencia posible y reducir el consumo. Y por supuesto que lo logra: con un tanque de 55 L es posible recorrer algo más de 1000 km. Claro que podría pensarse que esa austeridad implica una pérdida de performance; pero no es así: acelera de 0 a 100 km/h en 8,2 s, recupera de 80 a 120 km/h en 5,6 s y alcanza una velocidad máxima de 183 km/h. Números realmente notables.
A esto se suma el nuevo sistema de tracción integral electrónica inteligente E-Four, que no sólo distribuye el reparto de potencia de forma permanente, sino que usa el propulsor ubicado sobre las ruedas traseras para otorgarle a éstas una mayor potencia si la situación lo requiere, por ejemplo, cuando se realizan trayectos fuera del asfalto (no es un 4x4 puro, pero permite incursionar muy bien en caminos complicados).
Dócil, ágil, aplomado, silencioso, la conducción es agradable y muestra un comportamiento dinámico excelente (se le bajó el centro de gravedad y se le mejoró la aerodinámica para darle más estabilidad), al tiempo que le mecánica responde siempre rápido y con mucha eficacia.
Siguiendo con esta renovación total, el nuevo RAV4 está basado en una nueva plataforma (más liviana y rígida) por la cual cambió todas sus medidas (es 5 mm más corto, 10 mm más ancho, 10 mm más bajo y tiene 15 mm más de despeje) y también su fisonomía: ahora exhibe una silueta que hace hincapié en los volúmenes y que le otorga mucho más carácter y personalidad. Esto se nota en el nuevo frontal más agresivo (lo mismo ocurre con la parte trasera), en las luces bien estilizadas, en las ventanillas más amplias, el capot más bajo (con esto se mejoró la visibilidad) y en una línea de cintura también más baja que ayuda a darle ese toque de deportividad que le queda tan bien.
El interior (con materiales de excelente calidad) es bien al estilo de la marca japonesa: sobrio, lógico, práctico, moderno, con un gran espacio para los pasajeros y un alto nivel de equipamiento, que incluye un nuevo sistema de conexión vía Wi-Fi y hasta calentador de volante, entre otros.
Por otra parte, este modelo estrena en nuestro país el paquete de seguridad denominado Toyota Safety Sense, que ofrece varias ayudas a la conducción y que lo convierten en uno de los más completos del segmento.
Confort, calidad, eficiencia, el RAV4 sin duda vuelve a ponerse a la vanguardia en su segmento para mantenerse como uno de sus referentes indiscutidos.
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