Distintos criterios sobre la edad mínima requerida, trasladar los menores de forma incorrecta, no usar o portar un casco inadecuado y familias enteras a bordo enmarcan un transporte peligroso; ¿cómo debe llevarse a los chicos con la mayor seguridad posible?
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La necesidad de trasladarse hace que las personas consigan el medio de transporte acorde a su presupuesto y posibilidades. Sin embargo, su uso a veces no es el correcto, tal cual se evidencia en cómo son llevados los niños en moto.
“Uno de los principales problemas que tenemos con este tema es la falta de un criterio común a nivel nacional. La Ley Nacional de Tránsito no especifica una edad mínima para trasladar a un menor. Al ser la Argentina un país federal en el que las provincias retuvieron sus potestades sobre la legislación del tránsito, cada una de ellas, e inclusive cada municipio, han determinado limitaciones distintas. En la CABA los acompañantes no pueden ser menores de 16 años, mientras que en Paraná la edad mínima es de 8 años. Un caso particular es la provincia de Córdoba donde se establece un doble límite de seis años para andar por ciudad y 10 años si se circula en ruta”, dijo el presidente del Observatorio Vial Latinoamericano (Ovilam), ingeniero Fabián Pons.
Sin embargo, la Ley de Tránsito 24.449, establece dos condiciones: “que el pasajero viaje detrás del conductor y que use un casco apropiado. Vemos casos como el de Rosario, donde se prohíbe transportar a menores de 10 años en moto (Ordenanza 5446) y en la ciudad de Córdoba el límite es a partir de los seis años con la siguiente especificación: ‘una contextura física que le permita ir a horcajadas (N. de la R.: es decir con una pierna de cada lado del asiento), con los pies apoyados en los reposapiés laterales y utilizando el asiento correspondiente, detrás del conductor’ (Ordenanza 12611/17). Es un tema que no está reglamentado a nivel nacional y queda a criterio de cada jurisdicción establecer o no un límite al respecto”, señaló la analista senior de la oficina de Educación Vial del Automóvil Club Argentino (ACA), licenciada en Prevención Vial y Transporte, Graciela Valles.
“En otros países, debido a que los niños son especialmente vulnerables en el tránsito y aunque la ley no establece una edad mínima para viajar como acompañantes en motocicleta a nivel nacional, internacionalmente se recomienda que no se transporte a niños menores de 12 años en moto por el peligro de caídas y lesiones, y solamente los padres o tutores –de no quedar alternativa– pueden transportar a mayores de siete años. Cada niño debe usar un casco homologado acorde con su tamaño, bien sujeto bajo el mentón; ya que no protege en absoluto al niño colocarle un casco de adulto.
“Tampoco que se ubique en el asiento detrás del conductor y se sujete al adulto por la cintura de éste o llevarlos entre el conductor y el manillar. Deben llevar vestimenta protectora de motociclista y de no poseerla, al menos, pantalón largo grueso y botas, hombrera, codera y rodillera”, dijo la directora de Investigación y Educación Vial de Luchemos por la Vida, licenciada María Cristina Isoba. Y agregó: “Se debe evitar que los niños lleven la mochila colgada por el peligro de desestabilización; si el viaje con el niño es frecuente, puede adquirirse un respaldo para mejorar la posición del niño y por ende su seguridad; el ascenso y descenso del menor debe hacerse por el lado de la acera, cuidando que no toque el caño de escape, y, por último, el conductor debe conducir a baja velocidad, guardar el espacio de seguridad entre vehículos y evitar las maniobras bruscas”.
Según cifras oficiales, en 2020 el 44% de las víctimas en siniestros viales fueron motociclistas, y en lo que va del año el porcentaje ascendió al 48%, casi la mitad del total de víctimas fatales. Además, según observaciones desde Ovilam, particularmente en el conurbano bonaerense y en el interior del país se constata que las motos pequeñas son el vehículo de traslado habitual de los menores, que son llevados por sus padres a las escuelas y jardines de infantes, muchas veces transportando a dos o más.
Peligros al acecho
Los especialistas indican que entre los peligros de trasladar a un niño en moto está la dinámica propia de estos vehículos, que requiere de la estabilidad y la asociación de movimientos entre el conductor y su pasajero. Los chicos pueden tener un comportamiento impredecible. El menor debe llegar cómodamente a los pedalines sentado a horcajadas; así, sus pies junto con su cuerpo tienen los tres puntos de apoyo necesarios para tener estabilidad y acompañar armónicamente los movimientos del vehículo y evitar la propensión que puede tener a caerse de la moto.
“Los vehículos de dos ruedas son los más vulnerables y riesgosos en el tránsito al no contar con carrocería protectora; además, son inestables al depender su equilibrio de la posición corporal de sus ocupantes. Por otro lado, se incrementa el peligro de sufrir caídas ante cualquier roce con otro vehículo o por causa de pozos o manchas de aceite en la vía, con la consecuencia de una mayor dificultad de frenado y de adherencia al piso, por ejemplo. La sola pérdida del equilibrio en la moto puede significar dar de cabeza contra el suelo. El daño en estos casos puede ser muy grave, y en un niño mucho más”, destacó Isoba.
Como explica Valles, la mayor cantidad de motos está en la provincia de Buenos Aires; le siguen Santa Fe, Córdoba, Tucumán y Chaco. Sin embargo, la mayor proporción de siniestros es en el NEA y en el NOA: en primer lugar, Formosa, seguida de Tucumán, Chaco y Catamarca. El sur del país, lógicamente por sus características climáticas, tiene las menores cifras de patentamiento y siniestralidad.
“Existen campañas y controles para la seguridad de los motociclistas en ciertas localidades basados principalmente en el uso del casco. La Agencia Nacional de Seguridad Vial, por su parte, difunde videos de prevención, pero en general muy raramente se informa o previene sobre el transporte de menores en moto. Destacamos que, aunque las condiciones de uso son en la mayoría de los casos de alto riesgo, en nuestro país se vienen realizando algunas experiencias exitosas desde hace algunos años y que sería bueno tomar como modelo. Son ciudades que lograron generalizar el uso del casco y la toma de conciencia de los motociclistas, como Urdinarrain, en Entre Ríos, o Laprida, en Buenos Aires. Lamentablemente, cada día se incrementa la lista de motociclistas y sus acompañantes muertos”, dijo la directora de Investigación y Educación Vial de Luchemos por la Vida.
En 2019, según estimaciones de esta última institución, más de 3100 (47% del total de víctimas fatales) murieron en calles y rutas; y los casos no se detienen. En ciudades del interior del país este porcentaje supera el 80% de todas las víctimas en el tránsito, y más del 70% de las camas de sus hospitales están ocupadas por motociclistas lesionados.
Qué tener en cuenta
Cuando la decisión final de trasladar a los niños en moto fue tomada, debe saberse que, “esto tiene una alta cuota de riesgo; pero al no disponerse de otro medio de transporte podrían considerarse ciertas condiciones que permitiría aumentar en parte la seguridad: que la estatura del niño le permita llegar al reposapiés de la moto; el uso del casco del tamaño adecuado; la posibilidad de circular por vías exclusivas para motocicletas o segregadas del resto del tránsito; y el desarrollo de una velocidad no mayor a los 25 o 30 km/h”, sugirió Valles, del ACA.
Sin embargo, Fabián Pons fue categórico: “Los chicos no deben ser trasladados en moto. Pero, adaptándonos a las distintas limitaciones de edad que tienen cada provincia, no debe llevárselos parados adelante del conductor en ciclomotores. Deben ir atrás del conductor, verificando que sus pies puedan quedar debidamente apoyados en los pedalines, usando casco de acuerdo con su talle y correctamente amarrado y nunca llevar a más de un pasajero”.
Además, destacó que respecto del traslado de niños en moto, “no hay seguros especiales, porque nunca un seguro puede ir en contra de lo que especifica la ley”.
El único salvavidas
Un elemento de seguridad esencial que deben usar las personas al viajar en una moto es el casco. “Es un salvavidas ya que evita o amortigua golpes y heridas en la cabeza que pueden ser devastadoras y discapacitantes. Los motociclistas que no usan casco tienen mucho más riesgo de muerte o de sufrir lesiones permanentes. Siete de cada diez muertes en moto pueden evitarse con el uso del casco”, aclaró Isoba. Y detalló: “Es importante que el casco esté correctamente ajustado a la cabeza y, especialmente en el caso de los niños, que sea del tamaño adecuado para que resulte eficiente. Así, en caso de choque o caída, el casco absorbe parte de la energía del impacto con su estructura, haciendo que el cerebro golpee contra el cráneo con menos severidad. El casco dispersa la fuerza del impacto en una superficie más grande, por lo que la energía del choque no se concentra tanto en una sola parte de la cabeza y también actúa como barrera que evita el contacto entre el cráneo y el objeto del impacto (el suelo, otro vehículo, una columna, etcétera)”.
En tanto, Valles comentó que un motociclista o su pasajero tiene tres veces más posibilidades de morir en un siniestro vial si no lleva el casco puesto. Y que el 67% de las lesiones relacionadas con accidentes en moto ocurren en el cráneo o el cuello. “Lamentablemente, la disponibilidad de cascos para niños es poco variada e insuficiente, porque al tener escasa demanda por no ser artículos de consumo masivo, prácticamente la industria no los provee”.
Se sabe que el ejemplo es el mejor maestro; por esto, “los niños pequeños no tienen conciencia del peligro e imitan a los mayores sin comprender los riesgos que muchas veces estos asumen. El ejemplo de una conducción segura y con casco resulta esencial. Lamentablemente, en el interior del país es muy común ver familias enteras trasladándose en pequeñas motos o ciclomotores, padres jugándose la vida y la de sus hijos. Lo hacen porque piensan que es el mejor medio de transporte al que pueden acceder por su costo bajo y un transporte público escaso y/o muy malo en frecuencia. Pero el riesgo de que quienes más aman pierdan la vida o queden discapacitados para siempre es enorme. Se arriesgan, creen que controlan la situación porque lo hicieron siempre, no pasó nada y piensan que nunca les va a pasar; pero, pasa”, remarcó la directora de Investigación y Educación Vial de Luchemos por la Vida, María Cristina Isoba.
Finalmente, en cuanto al traslado de los niños en moto, Pons concluyó: “Sería fundamental que se estableciera una edad y/o altura mínima igual para todas las provincias y ciudades del país, basadas en estudios serios nacionales e internacionales. Por otro lado, es fundamental que se eduque, se concientice y se controle para que no sigamos viendo la multiplicidad de usuarios sobre una moto, transportando menores y sin utilizar cascos o llevándolos mal abrochados sin distinción de edades”.♦
Consejos
Qué hacer en caso de accidente
Si hay un siniestro en moto donde está involucrado un menor u otro vehículo tenga en cuenta lo siguiente:
- Es importante mantener la calma, detenerse en un lugar seguro y, si se puede, movilizar el vehículo, sacarlo de la zona de circulación y colocar balizas inmediatamente.
- Pedir auxilio al servicio de emergencias médicas, a la policía o al 911 y dar la mayor cantidad de datos que sea posible del lugar y de las lesiones.
- Nunca hay que movilizar a los heridos; en lo posible que el niño permanezca quieto, salvo que se tenga preparación en primeros auxilios y/o exista peligro de incendio o explosión o riesgo de que la persona sea atropellada en la calzada. Si lleva puesto casco, no quitárselo.
- Puede haber lesiones en la columna vertebral o traumatismo cráneo-encefálico, por lo que un movimiento equivocado puede agravar la situación del herido.
- Si la víctima está consciente, intentar tranquilizarla y explicarle que la ayuda viene en camino, que no se mueva y nunca darle a ingerir agua ni que inhale alcohol.