Marta Minujín va al Lollapalooza: una obra inflable sella medio siglo de cultura pop
Mientras preparael desembarco de la versión 2.0 de "La Menesunda" en el New Museum de Nueva York, Marta Minujín asume un nuevo desafío: será la primer artista visual que ponga pie en la edición argentina del festival Lollapalooza , cuya versión 2019 se llevará cabo en el Hipódromo de San Isidro los días 29, 30 y 31 de este mes. Minujín sumará su nombre a la grilla en la que sobresalen Kendrick Lamar, Lenny Kravitz y Arctic Monkeys con una obra que se inscribe en su particular genealogía de arte público. La artista presentará su "Escultura Blanda", una pieza inflable de 15 metros de altura a la que se puede acceder y cuyas formas están inspiradas en sus colchones: desde los que presentó en el premio Di Tella de 1964 a las últimas versiones inspiradas en lo que ella denomina "arte psicadélico". Una obra inflable similar se había visto en diciembre de 2017 en la plaza Perú de Salguero y Figueroa Alcorta.
Minujín contó la noticia de su participación en el multitudinario festival ayer en el opening de la muestra de Margarita Paksa en la galería Herlitzka + Faria. En diálogo con LA NACION, la artista dijo que su participación se había cerrado durante el día y que desde el Lollapalooza ya la habían buscado para participar en ediciones anteriores. "Me parece increíble estar en medio de 300.000 personas con el público más joven que pueda tener", se entusiasmó Minujín. Su intervención en el predio del festival no solo la pone en boca de otra generación y un público muy diferente al que la visita en museos y galerías sino que renueva el vínculo de su estética con la cultura pop que viene desde mediados de los 60. Según contó alguna vez, "La Menesunda", creada junto a Ruben Santantonín, fue hecha bajo el influjo de Help, el álbum de Los Beatles. Ahora le toca ocupar un espacio cuya lingua franca es el hip hop, cubriendo un arco de más de medio siglo en la música popular.
Minujín no estuvo en Woodstock pero sí en el "Be In", la primera manifestación pública del hippismo en Manhattan, ciudad donde se hizo amiga de Janis Joplin y donde frecuentó a Jimi Hendrix. Es probable, además, que sea la única argentina que haya visto en vivo a Velvet Underground, el grupo de Lou Reed coacheado por Andy Warhol. En 1968, con su ambientación "Importación/Exportación" intentó mostrar en el Di Tella el universo estético del Greenwich Village neoyorquino, epicentro de la psicodelia y la contracultura. Aquello fue una especie de Lollapalooza indoors. Durante algunos meses de 1969 editó además el diario underground "Lo Inadvertido" donde ponía al día las novedades musicales internacionales entre quienes circulaban por la zona de Plaza San Martín.
En dialogo con LA NACION, Minujín se mostró intrigada por los artistas del festival aunque dijo saber que Lenny Kravitz está muy influenciado por Hendrix y es un connaisseur de arte con una especial predilección por Basquiat, acaso el primer pintor hendrixiano. Ahora Minujín no solo es la única artista visual a la que cualquier persona puede reconocer en la calle sino que inscribe su firma estética en el festival que define la cultura pop del siglo XXI.
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