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Alejandro Sabella murióen las últimas horas. El exentrenador y exfutbolista de 66 años había sido internado de urgencia el 25 de noviembre, el mismo día en que fallecióDiego Armando Maradona, en el Instituto Cardiovascular de Belgrano. La salud del entrenador de Estudiantes y de la Selección argentina se había deteriorado de forma notable en el último tiempo; en particular, tras su lucha contra el cáncer y una operación cardíaca. Durante su carrera, Sabella adquirió distintos apodos de parte de sus pares y de la prensa deportiva. Además de "Magno" y "Profesor", al exDT se lo apodó "Pachorra" en sus comienzos como jugador.
El entrenador con el que Argentina se consagró como subcampeón del mundo en 2014 y con el que Estudiantes salió campeón de la Copa Libertadores en 2009 tenía un característico ritmo cansino por el que se ganó el apodo de "Pachorra", que en el argot argentino refiere a una actitud o sensación vinculada a la lentitud, la tranquilidad y la pausa.
El apodo de Sabella llegó en una de sus primeras experiencias vistiendo la camiseta de Argentina. Durante el Sudamericano juvenil de Chile 1974, el periodista y locutor Marcelo Araujo lo apodó "Pachorra" por su hábito de dormir la siesta, que resultaba curioso entre sus compañeros futbolistas y se volvió un rasgo distintivo que lo acompañó durante toda su carrera.
Para el círculo de Sabella, el temple del exdirector técnico no iba en desmedro de su calidad como deportista ni como director técnico. Por el contrario, en ambos roles, "Pachorra" siempre fue considerado por el aporte de su inteligencia y capacidad estratégica en cada equipo del que formó parte.

Alejandro Sabella había sufrido malestares orgánicos y, en la noche del miércoles 25 de noviembre, decidieron ingresarlo para la realización de todos los chequeos correspondientes. En abril de 2016, había tenido una situación complicada de salud. En su momento estuvo internado en el Hospital Italiano, como correlato del episodio coronario que había sufrido el año anterior.
Tuvo varias recaídas por las que debieron asistirlo. Sabella había sido intervenido quirúrgicamente y sometido a una angioplastia también en diciembre de 2015, por un cuadro de hipertensión y síndrome coronario agudo. Ahora, otra vez atravesaba dificultades: no podía respirar por sus propios medios. Finalmente, un virus intrahospitalario agravó su cuadro de cardiopatía aguda.




