NBA: Una noche de agresiones y amenazas en la que tuvo que intervenir la policía en los vestuarios

La actual temporada de la NBA está ofreciendo repetidas imágenes de discusiones que derivan en peleas. Incluso ha sucedido entre compañeros de equipo, tal el caso de Nikola Mirotic y Bobby Portis, que se tomaron a golpes durante un entrenamiento de Chicago Bulls previo al debut y fueron sancionados. El primero de ellos, incluso, sufrió aquella tarde varias fracturas maxilares y una conmoción cerebral, un cuadro que superó recientemente y le permitió volver a la competencia hace dos días, a tres meses de aquel episodio.

La noche del lunes no registró a nadie con lesiones graves, pero sí hechos dentro y fuera de la cancha en los que hasta debió intervenir la policía. El primer partido de Chris Paul contra los Clippers desde su salida a Houston incluyó golpes y amenazas durante el juego y terminó con incidentes en los vestuarios del Staples Center. A tal punto que fue necesario llamar a personal extra de seguridad cuando algunos de los jugadores visitantes fueron a buscar a los locales para pelear. En el partido, Blake Griffin terminó uno de los cuartos con su calza blanca rota ante el agarrón de un rival, además de participar en las discusiones a las que se sumaron los entrenadores y el hijo de uno de ellos.

Cuando se enteraron de que los Clippers llamaron a la policía porque algunos jugadores de Houston querían ingresar a su vestuario, los ex basquetbolistas Charles Barkley y Shaquille O'Neal tuvieron una reacción muy peculiar ante las cámaras de TNT. Shaq, que perteneció a una fuerza de seguridad hace algunos años, terminó tentado y revoleando los papeles de la rutina del programa que tenía.

En el juego entre Toronto y Philadelphia, Ben Simmons y Kyle Lowry fueron expulsados por agredirse y, lejos de dejar ahí la situación, se invitaron a pelear en los vestuarios. Las cámaras tomaron el instante en el que se desafían y el jugador de los Raptors sale corriendo para cumplir con lo prometido.