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Si juegan en Boedo, gana San Lorenzo. Si se enfrentan en Corrientes, festeja San Martín. Por ahora, la final de la Liga Nacional de Básquetbol es un duelo de localías, pero el equipo porteño hace una pequeña diferencia: se impone con más amplitud en promedio. Como anoche, cuando arrollaba por 68 a 36 a falta de 7 minutos en un quinto partido que, sin embargo, concluyó con 17 tantos de distancia, 77 a 60.
Ahora la serie está 3-2 a favor del conjunto azulgrana, que quedó a una victoria de su objetivo: ser tricampeón sucesivo de la Liga, algo conseguido solamente por Peñarol, de Mar Plata (2010-2012). Puede lograrlo este viernes, cuando la capital correntina acoja el sexto capítulo del cruce.
Ya sabedor de su triunfo en el encuentro de ayer, San Lorenzo disminuyó en intensidad y relajó su ataque en los últimos minutos, pero de entrada había arollado a su oponente (18-2) y luego mantenido más de 20 puntos de ventaja durante la mayor parte del desarrollo.
Como en general en los partidos anteriores, el equipo porteño se basó en Gabriel Deck y un extranjero, pero en este caso no fue Dar Tucker sino Javier Justiz Ferrer. El santiagueño, no tan anotador esta vez, sobresalió con 13 tantos, 10 rebotes, 3 asistencias, 1 robo y 1 bloqueo, aunque 3 pérdidas, en 26 minutos. El cubano acompañó con más efectividad en los tiros y acumuló 14 puntos, 7 recobres, 1 pase-gol y 1 tapa, más un error de manejo, en 20.
[R][R] #FinalesLaCaja presentadas por @seguroslacaja Mirá los highlights y la palabra de @gabriel_deck sobre la victoria de @CASLABasquet 77-60 a @CSM_Corrientes en el Juego 5 pic.twitter.com/i6pNhGqGay&— La Liga de Básquet (@LigaNacional) 21 de junio de 2018
No obstante, un adversario estuvo algo por encima de ambos en cuanto a producción: Justin Keenan concluyó con 23 puntos, 7 rebotes, 1 asistencia y 3 robos, amén de 2 pérdidas. San Martín necesitará mucho más de sus compañeros este viernes, para que una vez más funcione la localía y el equipo mesopotámico vaya a un séptimo encuentro con la esperanza de romper, entonces sí, ese esquema de predominio del anfitrión, para coronarse por primera vez en la Liga Nacional.




