Una serie final entre las localías y los pivotes
Quimsa y Gimnasia se hacen fuertes en sus estadios y con sus internos
Se puso buena la final de la Liga Nacional de Básquetbol. Cuando parecía que Quimsa, luego de sus dos victorias en Santiago del Estero, cerraría temprano la serie, Gimnasia contestó con dos triunfos en Comodoro Rivadavia y se mantiene en pie. Los tanteadores no son generosos pero hay buenas acciones de juego y en los partidos desarrollados en Chubut hubo emotividad y espectacularidad.
Sobre todo, quedó más abierto el cruce. Como a lo largo de toda la etapa regular del certamen, ambos se fortalecieron en sus reductos. Y aunque el equipo patagónico dio la cara cuando se le oscurecía el cielo, la tendencia localista lo perjudica, ya que de los hasta tres encuentros que faltan, dos serán en Santiago, donde Quimsa perdió apenas dos veces en toda la temporada. Además, el campeón de la Conferencia Norte logró 16 y 23 tantos de diferencia en sus dos éxitos, muchos más que los 6 y 6 que Gimnasia estableció en el Socios Fundadores, incluido un tiempo suplementario en el tercer partido. El conjunto patagónico necesita imperiosamente llevarse como visitante una victoria, y tendrá una nueva oportunidad mañana, cuando a las 21.30 se efectúe el quinto capítulo.
El otro gran factor que está influyendo en la serie es la pugna entre los pivotes. Robert Battle y Sam Clancy vienen siendo los más parejos en alto nivel en la final, y cada uno ha dominado al otro por cierto margen en cada encuentro, generalmente dependiendo de la cancha donde se enfrentaron. En Santiago estableció condiciones Battle, imponente en puntos (14 y 20) y rebotes (12 y 15); en Comodoro Rivadavia replicó Clancy, aunque con menos ventaja (14 y 11 en tantos y 18 y 12 en recobres). Ambos son estadounidenses, juegan de 5 y estuvieron entre los mejores de la rueda regular, aunque con el Nº 50 de Gimnasia ubicado en el quinteto ideal de la competencia y galardonado como el mejor extranjero. Por ahora, Battle toma ventaja en este cruce por la corona.
Otros protagonistas importantes, pero con más intermitencias, fueron los tiradores, Diego García, por Quimsa, y Leonel Schattmann, en la contraparte. Cada uno se destacó en un par de partidos, pero el escolta de Gimnasia fue crucial con 32 y 24 puntos en Comodoro Rivadavia para que el resultado global sea hoy 2-2.
La localía, la puja de pivotes y los goleadores de ocasión aparecen decisivos en una serie que se anunciaba breve pero que, al estirarse, se vuelve más sabrosa.
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