Tres formas distintas de perder: el análisis de Osvaldo Príncipí tras la caída de Narváez

El santafecino Marcos "Chino" Maidana, el bonaerense Sergio " Maravilla" Martinez y el chubutense Omar Narváez, principales referentes del boxeo argentino en el ámbito internacional, no pudieron ganar sus combates trascendentales de la temporada. Perdieron, en contornos distintos y opuestos. En modo y manera diferente, en cada uno de los casos.

Las derrotas de Maidana, en sus dos cotejos ante Floyd Mayweather, fueron de desarrollo intenso y dramático. Sobre todo, en la primera pelea, donde el Chino arriesgó el todo por el todo. Quizá pueda objetarse su táctica y estrategia, pero nada en torno a su entrega y desarrollo de los cotejos, que le sirvieron para mantener su excelente reputación en ámbito mundial.

El revés sufrido por Martínez ante el puertorriqueño Miguel Cotto (KOT 10), tras ser vapuleado y derribado tres veces en el primer asalto, alcanza ahora otro tipo de comprensión tras el revés de Narváez. Maravilla le puso el cuerpo a la pelea por 9 rounds más, siendo castigado a voluntad a la espera de colocar un golpe milagroso. Algo que escapó al análisis de la mayoría. Esto contrasta de sobremanera con el tipo de resistencia tibia e impensada opuesta ayer por Narváez, cuya tibieza fue mucho más resonante que el ímpetu de un rival talentoso, pero aún sin obra pugilística.