El sábado, el Gran Premio Carlos Pellegrini: la fiesta y el retiro de Pablo Falero

El Gran Premio Carlos Pellegrini (G 1-2400 m), la carrera de caballos que no necesita presentación ni siquiera para los que jamás pisaron un hipódromo, entró en ebullición con la presentación y el sorteo de gateras, que el Jockey Club organizó esta vez en el local original de Rosa Negra, en la villa hípica del Campo 2.

No alcanzaron las sillas para cubrir la convocatoria, que incluyó un desayuno. Pocos faltaron para la ceremonia vital de seleccionar la puerta de salida también para los grandes premios Joaquín de Anchorena (G 1-1600 m) y Félix de Álzaga Unzué, que completarán la sensacional cartelera del sábado, en el césped de San Isidro.

Tampoco alcanzará el sábado el pecho para contener la emoción que significará un momento especial, sublime: el retiro de Pablo Falero. El jockey uruguayo, idolatrado en casi treinta años en la Argentina, el que deslumbró manejando a un puntero con un reloj en la cabeza y así dejarle energías para el final; o escondiendo a su conducido al anca del que viniera adelante, para que no se engolosinara el caballo al ver toda la pista que tiene para correr como le marca su naturaleza, y rematar antes de tiempo.

Falero ganó de punta a punta el Pellegrini de 1992 con Potri Pé, la última hembra que se impuso en el clásico, en una obra maestra de desarrollo perfecto. Ya había ganado un año antes con Potrillón y se impuso de nuevo en 2005, con Storm Mayor. Apenas (y nada menos) que tres de sus casi 9500 victorias, solo tres de las mil ovaciones que recibió. Pablo eligió la jornada del Pellegrini para colgar la fusta. No habrá más carreras para él. Sí agasajos, en Palermo, en Maroñas. Su Uruguay le dará varias despedidas.

También será este año un Pellegrini con figuras de cuatro patas, como Miriñaque, el mejor potrillo, ganador de la Polla y el Nacional y cuarto en el Jockey Club; una de las mejores potrancas, Joy Canela, la mejor potranca, ganadora de la Polla y el Enrique Acébal y segunda en el Selección; dos ganadores del GP Dardo Rocha, la carrera máxima de La Plata, Alampur (2018) y Solo un Momento (2019), el primero, además, dueño del República Argentina (G 1), en Palermo; Tetaze (Clásico Coronel Miguel F. Martínez), y Emiterio (Copa de Oro), entre otras. Falero montará a Fromm, con chance relativa.

Este año hay amenazas brasileñas, un karma en tiempos recientes para el turf argentino, que le pone un condimento adicional al clásico más importante de América del Sur: George Washington, héroe del Gran Premio Brasil, la cumbre del turf de ese país; Agassi y Não da Mais.

Los competidores y el orden de gateras

Como siempre, San Isidro abre hasta sus entrañas para la fiesta: disfrutarán los chicos en el infield con los inflables, el caballo mecánico, Papá Noel, teatro y shows; para comer estarán los foodstrucks y el asado campero. La muestra Wine & Art, en el pasaje subterráneo que une la tribuna con el centro de la pista y las visitas a laa gateras para ver observar de cerca las largadas serán otras atracciones. La entrada al hipódromo será gratuita por la tribuna Paddock.