El tatuador del básquetbol que hizo todo para marcar la piel de Manu Ginóbili

SAN ANTONIO.- Está ansioso y se le nota en la mirada. Pregunta una y otra vez cuánto tiempo falta para la ceremonia. Mira cada rincón de esta ciudad como si se tratase de una aventura de película. Está en la tierra en la que se escribieron las más fantásticas historias que él guarda en su memoria. Se calza su remera de San Antonio Spurs y calcula cuánto dinero deberá gastar para obtener una camiseta en el estadio.

Cuando piensa que esta noche estará cerca de Emanuel GInóbili y que asistirá al acontecimiento más importante en la historia del básquetbol, no puede evitar conmoverse. Fernando Liseri es el tatuador que sueña con poder ponerle arte a la piel del bahiense y que ya tuvo en sus manos a Fabricio Oberto, Gabriel Deck, Nicolás Laprovittola, Patricio Garino, Luca Vildoza… Chispa, como se lo conoce en el universo del básquetbol argentino (@chispatattoo), es el elegido por muchos para ponerle color a su cuerpo. Pero hay uno al que no puede convencer y por el que llegó hasta aquí vendiendo hasta un reloj para juntar el dinero para estar en el retiro de la camiseta 20 de los Spurs.

Transmite en Instagram todo lo que puede; se saca fotos con cuanto personaje aparece cerca de él. Por ejemplo, con el comentarista estrella de ESPN, Coach Morales. Suele compartir espacio con personajes del mundo del deporte, ya que visitaron su estudio Sergio Hernández, Nicolás Aguirre, Luciano De Cecco, en unos días también pasará Julio Lamas… Pero desde hace mucho que quiere tatuar a Manu, aunque el bahiense no tiene tinta en su cuerpo. Incluso, Fernando, que trabaja en el área de automotores del Congreso, se acercó a Carlos Prunes, el representante de Ginóbili para acercarle su propuesta. Sabía de la compleja tarea, por eso se propuso llegar hasta esta ciudad

La ingeniería económica para estar en el lugar de los hechos implicó la venta de un reloj y un monopatín eléctrico que se había comprado hacía 4 meses. Todo para costear un viaje en avión de casi un día, porque desde Buenos Aires salió rumbo a New York, hizo escala en Charlotte y después llegó a San Antonio. Tres aviones y más de 24 horas de viaje.

"La verdad es que no puedo más. Hace días que no duermo bien pensando en el retiro de la camiseta de Manu y la chance de estar ahí. Estar en el AT&T Center es un sueño. Poder estar con Ginóbili también. Y la verdad que me encantaría tatuarlo. Pero como sé que es complicado que lo acepte, le propuse a su representante que le diga que si Manu quiere me puede tatuar él a mí", dice Fernando, que hace más 6 años que está en el mundo del arte dejando su sello en la piel de la gente. Fernando guarda como una reliquia una camiseta con el 20 de los Spurs que logró conseguir que sea firmada por Manu Ginóbili, la última vez que estuvo en la Argentina, en diciembre de 2018.

No se detiene ni por un segundo. Trajo una libreta en la que le propuso a Oberto que quiere que jugadores de la Generación Dorada dibujen algo y le dejen un autógrafo. Incluso, hasta último momento estuvo tratando de convencer Oberto a Chispa para que trajera su equipo para tatuarlo en San Antonio, pero el ex pivote de Spurs no lo logró. Su estudio está vestido casi por completo por camisetas de básquetbol que le regalan los jugadores y jugadoras que pasaron por allí, como Franco Balbi, Yamila Nizetich, Débora González, Andrea Boquete y hasta a Juan Sebastiá, el jefe de equipo de la selección de la Argentina de básquetbol.

Fernando está en San Antonio contando los minutos y se le humedecen los ojos cuando habla de Ginóbili. Para él será una marca imborrable estar cerca del bahiense, una como las que Chispa inmortaliza en la piel.