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Boca ha quedado en la mira en las últimas horas. En lo deportivo, por su eliminación de la Copa Argentina tras su derrota ante Rosario Central por 2-1 en Córdoba. También, en lo dirigencial, por denuncias sobre un negocio millonario, que fue reflejado en la columna de Ezequiel Fernández Moores titulada "Arroz con leche", que se publicó este miércoles. Daniel Angelici, presidente del club y señalado tantas veces por Elisa Carrió como operador del presidente de la Nación, Mauricio Macri, quedó en la mira como el equipo de los Barros Schelotto.
Fernández Moores escribió: "La Asamblea de socios de Boca del viernes pasado mostró que el club cobrará 15 millones de dólares en el próximo ejercicio, pero que debe más de 34 millones. Que los gastos de Comisión Directiva (con miembros ad honorem) superan en un 700 por ciento a los del Departamento de Cultura. Y que Boca, Club Atlético como casi todos, por historia y origen, destina sin embargo al básquetbol, segundo deporte, apenas el 1,31 por ciento del presupuesto. Y a los deportes amateurs el 1,19 por ciento. Se celebró un superávit de 28,9 millones de pesos. Pero 22,8 millones se deben a una sorpresiva operación de dólar a futuro". Y enfatiza: "El presidente Daniel Angelici, El Tano (así se llama el libro de Ediciones B, que sufre difusión difícil), jugó a la timba financiera. Maneja a Boca -protestó la oposición- como si fuera una Sociedad Anónima".
Y va más allá: "A la misma hora del doble golpe AFIP - Comité de Regularización, el jueves pasado –continúa Fernández Moores–, el Congreso italiano escuchaba en Roma que sus clubes-empresa perdieron 525 millones de euros en 2014-15. Mucho más cerca, el modelo chileno de Clubes-SA sufrió en 2015 un déficit de 16.000 millones de pesos, más de 24 millones de dólares, un 407 por ciento más que en 2009. Argentina no es la excepción, afirmó Alberto Abad. El titular de la AFIP no citó la evasión en trasferencias trianguladas vía Uruguay. Sí agravó en cambio el desastre denunciando una deuda de 1.300 millones de pesos. Efectista, pero inexistente, porque él mismo había aprobado ese régimen especial en 2003. "¿Por qué cuando hay elecciones aparecen tantos interesados en un sistema que es deficitario?", se preguntó Abad en su conferencia del jueves.
Con clima de denuncia en varios sectores del club y de la sociedad, esas líneas parecen ser la punta del iceberg. Sin torneos internacionales que entretegan a los socios, el foco estará puesto en lo institucional.
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