Con dos golazos de Lionel Messi, Barcelona vapuleó a Alavés para seguir dando lucha en la Liga de España

Lionel Messi se resiste a bajarse de la Liga de España. Lo hace con su estilo, con golazos, levantando las banderas del fútbol espectáculo en el 5-1 a Alavés. Aunque Atlético de Madrid casi no deja resquicio para que se le acerquen en la cima, Barcelona necesita fortalecer su confianza y actualidad como un perseguidor que no tira la toalla, cuando restan 16 fechas y el equipo de Diego Simeone, con un partido menos, le lleva ocho puntos de ventaja.

En esa misión de largo aliento está embarcado Lionel Messi, como líder de un conjunto inestable, al que no le falta orgullo competitivo y le sobran inconsistencias defensivas, demasiado permeable en la zaga central, donde la nostalgia por el lesionado Piqué se repite en cada partido.

Un festival de Messi para construir el 5-1 a Alavés

Mientras su futuro a partir de junio sigue en el aire, Messi no le quita el hombro a este Barcelona necesitado de dónde agarrarse. Si con el rosarino la temporada del equipo está teñida por la incertidumbre, sin él sería un curso sin la más mínima ilusión. Messi es necesario para activar el ataque: para contagiar a quien tiene más experiencia, como Griezmann, y para apadrinar a los que buscan hacerse un hueco, como Pedri (empezó en el banco para darle un descanso), Trincao, Riqui Puig.

Messi, que igualó el récord de Xavi de 505 presencias por la Liga, está para dirigir el juego y también para hacer la diferencia con goles. Marcó dos, para sumar 15 en el torneo y ubicarse a uno de su amigo Luis Suárez, máximo anotador.

Messi está en un momento fantástico, sabemos que es decisivo. Está muy metido, alegre. Con él, todo es más fácil. Para ganarle a PSG necesitamos a Leo y al resto en su mejor momento

Ambos tantos fueron desde fuera del área, con zurdazos bien ajustados, uno junto a un poste y el otro más cerca del ángulo superior. Dos definiciones con su sello, con esa coreografía tan especial en la que barre el frente de ataque desde la derecha hacia el centro hasta encontrar el hueco para soltar el latigazo. Paradójicamente, no pudo resolver cuando quedó cara a cara con el arquero Pacheco, que le tapó una entrada en la que la pelota le quedó a Trincao para el cuarto tanto.

El golazo de Messi, con un zurdazo medido

Messi reservó la última sutileza para la construcción del quinto gol. Una asistencia de cuchara para Griezmann, que alargó el envío para la arremetida del lateral Junior Firpo.

Tras la derrota 2-0 ante Sevilla que puso en zona de riesgo la clasificación a la final de la Copa del Rey, Barcelona retomó el recorrido triunfal que lleva en la Liga durante 2021: séptima victoria consecutiva en igual cantidad de partidos. Es más, en lo que va de este año es el equipo que más puntos sumó: 21, contra los 19 del Atlético de Madrid y Sevilla. Con esta frenética remontada procura compensar los puntos que dejó en la primera rueda.

En el Camp Nou, barrió a un Alavés que desde la asunción del técnico Abelardo -había obtenido cuatro puntos sobre seis- experimentó una leve mejoría en su urgencia por escapar de los puestos de descenso.

Ronald Koeman diseñó la formación pensando en el encuentro del próximo martes ante Paris Saint Germaiin, en el Camp Nou, en la apertura de los octavos de final de la Champions League. Le dio una vuelta de tuerca más a las rotaciones que viene aplicando, muchas motivadas por la larga lista de lesionados (Sergi Roberto, Piqué, Coutinho, Ansu Fati, Braithwaite y Ronald Araujo).

Por primera vez fueron titulares en la Liga Trincao y el juvenil mediocampista Ilaix Moriba (18 años, nacido en Guinea), a quien muchos lo ven por su físico y desplazamientos como un pichón de Paul Pogba. Moriba dio la asistencia para la definición de Trincao en el primer gol. En el segundo tiempo, de una mala cesión hacia adentro del juvenil, llegó el descuento de Rioja. Siete minutos después, Koeman lo reemplazó por Pedri.

Si bien en los mejores tiempos de Barcelona estas goleadas eran el pan de cada día, ahora adquieren un peso mayor porque los inconvenientes deportivos, institucionales y económicos del club son un campo de minas a cada paso. En tres días, al Camp Nou llegará un Paris Saint Germain sin los lesionados Neymar y Ángel Di María. Ausencias significativas, si bien para Barcelona no hay más trascendente que la presencia de Messi.