Mundial de Clubes: Bayern Munich aplastó a Auckland City con un resultado histórico: 10-0
El equipo alemán debutó con una goleada increíble y le envió un mensaje a Boca y a Benfica
5 minutos de lectura'
LA NACION
Aplastante. Así Bayern Munich comenzó el Mundial de Clubes. Dejó en claro que es un firme candidato al título y borró del campo de juego a Auckland City que fue un simple espectador en el TQL Stadium, en Ohio. En la apertura del Grupo C, el mensaje del equipo alemán para Boca y Benfica mete miedo. Es que en la primera fecha de la zona, Bayern demolió a su rival que no estuvo a la altura y con un histórico 10-0, encendió todas las alarmas para de los rivales.
El arranque del partido mostró muy claro el plan de juego de los dos equipos. Bayern Munich se plantó dominante y haciendo circular el balón ante un rival que son sonrojarse se ubicó en el campo de juego completamente determinado a defenderse y esperar un error de rival para intentar hacerle daño.
Sin embargo, la diferencia de categoría quedó rápidamente expuesto porque la primera situación clara para el equipo alemán llegó antes de los cinco minutos con un cabezazo de Coman que obligó a Tracey, el arquero de Auckland City, para mandar la pelota al córner.
Justamente de esta acción llegó la apertura del marcador, porque un centro pasado al segundo palo fue enviado de cabeza por Jonathan Tah hacia el centro del área y apareció otra vez Coman para, de cabeza, marcar el primer tanto de Bayern.
La disparidad de nivel resultó demasiado marcado en el arranque del este choque, porque fue un dominio abrumador de Bayern, tanto que recién cerca del cuarto de hora del partido el equipo neozelandés pudo tener la pelota por más de dos minutos y hacer circular la pelota para poner en posición defensiva al conjunto alemán. Más allá de esta situación, no prosperó el avance porque Auckland se quedó sin idea rápidamente.
Tan determinante es lo que impone Bayern en el campo de juego que las diferencias las estableció de una manera brutal, tres goles más con diferencia de dos minutos de diferencia: 17, 19 y 21 minutos, es el tiempo que llegaron los goles de Sacha Boey, Michael Olise y otra vez Coman, para un 4-0 demoledor.
La impotencia es total del equipo neozelandés, porque hasta las posibilidades de competir contra Bayern son casi nulas, al punto que en casi 30 minutos de juego apenas registraron dos faltas, porque ni la propuesta de un juego de roce le resultó para frenar a su rival que lo aplastó sin darle demasiada opciones.
Es cierto que después del 4-0 Bayern comenzó a regular las energías y se dedicó a hacer circular el balón para desgastar todavía más a Auckland que después de correr detrás de la pelota mostró claros síntomas de cansancio.
El peso mismo del juego estiró todavía más la distancia entre Bayern y Auckland, porque más allá de que el conjunto alemán mostró menos voracidad ofensiva, la misma dinámica de las acciones le ofreció otra chance al campeón del la Bundesliga, que tras un centro de Boey, apareció por el centro del área Muller para marcar el 5-0.
Y como si fuera poco, antes del cierre del primer tiempo, Olise dibujó una acción individual que con un zurdazo impresionante venció la resistencia de Tracey por sexta vez y decretó una goleada impresionante, que podría, incluso, se todavía superior.
El arranque del segundo tiempo resultó idéntico a lo que sucedió en la primera mitad: Bayern dominante y Auckland tratando de soportar defensivamente. Una diferencia que sólo no se amplió en los primeros minutos porque el equipo alemán se dedicó a administrar el dominio de la pelota y no ser tan profundo como el arranque del partido.
Cuando no existen las equivalencias, las consecuencias son más complejas para el equipo más débil. Porque Auckland sostuvo el 6-0 sólo porque Bayern se lo permitió. Tanto que cuando el conjunto alemán apretó un poco su vocación ofensiva, construyó una acción colectiva de alta calidad y el 7-0 resultó inevitable: Musiala sacó un derechazo inalcanzable.
Y un puñado de minutos después Bayern encontró otro gol más, pero de penal y Musiala se encargó de cambiarlo para gol para concretar una goleada histórica.
Y como si fuera poco, los errores de Auckland le ofrecieron más chances de Bayern para que el marcador sea completamente ridículo para una enfrentamiento en un Mundial de Clubes, porque el arquero Treacy intentó salir jugando con uno de sus defensores, pero entregó mal el balón y fue anticipado por Musiala que marcó su tercer tanto y selló el 9-0 del conjunto alemán.
Totalmente descompensado, sin recursos, como casi un equipo amateur el conjunto neozelandés sufrió cada minuto del partido, por eso resultó imposible que las distancias resultaran inevitables, tanto que Muller fue el autor del 10-0 un marcador que parece imposible de dimensionar en un fútbol que suele ser tan parejo. Pero en esta oportunidad quedó claro que el campeón alemán está en otra categoría respecto de Auckland City.
Bayern Munich tuvo una primera parte del año con una alegría y una decepción. El equipo de Vincent Kompany coronó su 34° Bundesliga, pero sufrió la frustración de la eliminación en cuartos de final de la Champions League, luego de perder ante el Inter en un global de 4-3.
LA NACION
Más leídas de Fútbol
1Otra vez los árbitros bajo sospecha: ahora, porque dirigieron bien
2PSG vs. Flamengo, por la final de la Copa Intercontinental 2025: cuándo se juega el partido
3Fútbol inglés: el error de Aston Villa, el grave blooper en el clásico feroz y ¡el golazo de atrás de media cancha!
4¿Miguel Borja a Boca? Esto es lo que se sabe del futuro del exdelantero de River
