Copa Sudamericana. Los penales inolvidables de Colón y el show del Pulga Rodríguez, que pateó riéndose

Colón es finalista de la Copa Sudamericana. Debió remar una y otra vez contra la corriente: en Santa Fe, empezó la primera semifinal en desventaja, y recién pudo ganarle a Atlético Mineiro a cuatro minutos del final con un 2-1 ajustado. En Belo Horizonte, soportó casi todo el primer tiempo encerrado en su área por un equipo brasileño que se le venía encima como un vendaval. Otra vez estuvo en desventaja, y por dos goles. El Pulga Rodríguez descontó con un penal -muy bien sancionado por el árbitro Andrés Rojas Noguera- y debió ir a los penales.

También empezó cuesta arriba en el desempate, porque Cleiton se lució al contener el remate de Wilson Morelo. Sorprendió Olivera al picar su remate con una frialdad tremenda. Rodríguez volvió a acertar con otro lujo: la bola lenta al rincón izquierdo, con la pelota casi pidiendo permiso para entrar... y con la sonrisa del delantero. Y con Leonardo Burián con la chapa de héroe: con el Sabalero contra las cuerdas, el uruguayo atajó los últimos dos remates, a Réver y Juan Cazares. Histórico, inolvidable. La noche que Colón soñó y festejará durante mucho tiempo.

Pulga Rodríguez, al rincón y con una sonrisa

Burián y el penal que desató el festejo

Olivera lo picó en el momento más difícil