El debut del seleccionado Sub 15: a la refundación juvenil le llega la hora de jugar

En la jornada inaugural del Sudamericano Sub 15 que arrancará este domingo jugará República Checa, y al día siguiente, Croacia. El conductor de la Argentina fue campeón del mundo juvenil y ahora debutará como director técnico. Chicos como Matías Palacios, Juan Pablo Krilanovich y Exequiel Zeballos naturalmente no son conocidos, pero en la misma categoría en la que ellos sueñan, hace un tiempo estuvieron Sergio Agüero, Leandro Paredes, Augusto Batalla, Emanuel Mammana y Sebastian Driussi. La reconstrucción integral de los seleccionados menores abre una nueva época en el final de un año oscuro, muy difícil de digerir después de la rápida eliminación del Sub 20 en la primera rueda del Mundial y la ausencia del Sub 17 en su Copa del Mundo. Otra conducción asume el desafío de devolverle certidumbre y organización a un área asolada durante una década.

“Si la Argentina llegase a ganar este Sudamericano Sub 15, habría algo de casualidad en esa conquista”, asume Hermes Desio , coordinador general de las selecciones juveniles. “Comenzará una etapa en la cancha, a la vista del público y de la crítica, pero apenas van cuatro meses de trabajo. No hay soluciones inmediatas”, agrega. Los más chicos bautizarán el ciclo. La Argentina debutará mañana, desde las 21, ante Colombia, en San Juan, por el Grupo A. El torneo se extenderá hasta el 19 de este mes y encerrará una curiosidad con la invitación para Croacia y República Checa. En el plantel albiceleste de 22 juveniles aparecen muchos clubes representados. Hay chicos de Boca, de River y de San Lorenzo. Pero también de Newell’s, Estudiantes, Argentinos, Vélez y Belgrano. El delantero Matías Godoy juega en Atlético de Rafaela, y el arquero Federico Losas, en Chacarita. Lanús aporta cuatro futbolistas, más que nadie. Racing e Independiente, ninguno.

La hora cero también incluirá al técnico, Diego Placente . Ayudante de campo de Claudio Borghi en Argentinos, hace algunos años, ahora, a los 40 años, será el conductor. De la primera conquista de la era dorada de Pekerman, Qatar 1995, Walter Coyette dirige a Chacarita y Sebastián Pena es el DT de Guaraní Antonio Franco. De los campeones en Malasia 97, Walter Samuel ya fue ayudante de campo en Internazionale, Juan José Serrizuela dirigió a Colegiales, Diego Markic acompaña al Vasco Arruabarrena en los Emiratos Árabes, Leandro Cufré fue auxiliar técnico en México y Esteban Cambiasso acaba de completar el curso en la legendaria escuela de Coverciano. Se suma Placente, pero otros tres campeones en Malasia están en la AFA: Aimar –orienta a la Sub 17, pero también estará en San Juan–, Nico Diez y Lionel Scaloni, auxiliares de Sampaoli.

“Nosotros debemos proponer, somos Argentina”, cuenta Placente y deja a la vista sus intenciones. “Con los chicos insistimos en que la pelota no es un problema, que hay que jugar en equipo y que antes que nada deben disfrutar porque tienen 15 años”, agrega en la antesala del octavo Sudamericano Sub 15, que la Argentina nunca ganó. “Con muchos ensayos, y partidos ante clubes y selecciones, fuimos quitándoles el miedo y el nerviosismo que genera la camiseta de la selección. Es lógico, nos pasó a todos, a mí me sucedió en mis comienzos”, acepta Placente, un ejemplo de proyección desde los juveniles hasta la mayor, porque jugó el Mundial 2002, la Copa América 2004 y la Copa de las Confederaciones 2005.

“¿Quién hablaba de Inglaterra hace un año? Pero apostó por un proceso hace un tiempo y ahora el mundo ve los resultados”, subraya Desio para apuntalar su eje: creer en un plan y sostenerlo. La mención de Inglaterra no es casual, ha sido el faro del año: campeón mundial Sub 20, en Corea, con Paul Simpson como entrenador y el delantero Dominic Solanke distinguido como Balón de Oro, y hace una semana se consagró el Sub 17, en el Mundial de India, con la conducción de Steve Cooper y el volante Phil Foden –promesa del City– como Balón de Oro y Rhian Brewster como Botín de Oro.

“Hemos insistido ante los chicos en que disfruten. El torneo no será clasificatorio para nada, no existe esa tensión, sólo deben jugar y sumar experiencias –agrega Desio–; ojalá sea el principio de buenas sensaciones, esta es una etapa de apuesta y aprendizaje. Un trabajo silencioso a largo plazo, como la fábula del bambú: después de plantar su semilla, en los primeros siete años no aparece nada a ras de suelo porque está echando raíces, y después sí alcanza más de 30 metros”. La Argentina necesita reverdecer un suelo arado por el descuido y la incapacidad.

Dos zonas, dos sedes

Las doce selecciones se dividen en dos grupos de seis integrantes cada uno. La Zona A (juegan en San Juan) está conformada por la Argentina, República Checa, Uruguay, Colombia, Paraguay y Chile. La Zona B (en Mendoza) tiene a Brasil, Croacia, Ecuador, Bolivia, Perú y Venezuela. Se medirán todos contra todos en cada grupo y pasarán a la siguiente etapa, las semifinales, los dos mejores equipos de cada grupo.