El misterio de la noche racinguista: ¿quién se quedó con la bufanda de Chacho Coudet?

El objeto se había convertido en una reliquia con poderes místicos. La bufanda de Coudet fue, durante la Superliga, mcuho más que eso. Fue cábala, abrigo, motivo de preguntas en conferencias de prensa, prenda de uso obligado cuando se jugó de día, de noche, con lluvia o con sol. Y, con la consagración consumada, objeto de deseo por muchos fanáticos.

Por eso, su destino iba a ser tema de debate obligado. Y fue el propio Coudet quien dejó en evidencia qué sería del futuro de la bendita bufanda. Apenas terminó el 1 a 1 con Tigre en Victoria, el Chacho se la regaló a Roberto Torres, uno de los responsables de la seguridad del plantel del campeón.

"Estuvo siempre conmigo de punta a punta y nos acompañó a todos lados", destacó el Chacho, a modo de justificación de los motivos o los méritos realizados para quedarse con semejante premio.