El Sub 20, después de la eliminación: el futuro está en Río 2016 o en la selección mayor

WELLINGTON.- Se terminó el Mundial para la Argentina . Al equipo le quitaron la hoja de ruta mucho tiempo antes de lo imaginado, porque la selección llegó a la cita con aspiraciones de ser protagonista. Los antecedentes avalaban esos vaticinios, pero el conjunto estuvo fuera de calibre y, sin victorias en tres partidos, armó las valijas para emprender el regreso. En la madrugada, con apenas 3 grados de temperatura y un viento helado, la delegación abandonó el búnker en ómnibus y, en soledad y entre las sombras, partió hacia el aeropuerto. Nadie logró conciliar el sueño en ese puñado de horas entre la cena y la salida. Ni los chicos y mucho menos los grandes, que con apuro tuvieron que pagar cuentas y armar la logística para volver a casa. La utilería empacó en tiempo récord. Todos querían borrar con rapidez el mal paso.

El empate con Austria dejó vacía a la selección. Con la eliminación finaliza un ciclo, porque para esta camada queda como único eslabón en la cadena los Juegos Olímpicos de Río 2016 o el salto a la selección mayor. El resultado en Nueva Zelanda dejó señales para el futuro: confirmó nombres y también abrió interrogantes sobre otros apellidos que llegaron a las islas con una estrella y se marcharon sin ella.

La Argentina tiene proyección para Río. Una situación extraña, ya que las dos generaciones que pueden darle formas al plantel que dirigirá Martino desarrollaron ciclos incompletos con la camiseta albiceleste. El fracaso de Mendoza 2013, con Kranevitter, Vietto, Iturbe, Lanzini e Icardi, que no participó del torneo, les quitó vuelo y fogueo internacional a esos jugadores, que no llegaron a superar la etapa de grupos del torneo Sudamericano. Ahora, esta pronta partida esmeriló a figuritas como Correa , el capitán que sólo asomó en el debut, con dos goles frente a Panamá, pero jamás tuvo el desequilibrio ni la ascendencia futbolística que se esperaba del atacante de Atlético de Madrid. Simeone extravió el oportunismo que enseñó en el Sudamericano de Uruguay, cinco meses atrás. Gio estuvo siempre a contramano; si hasta quedó en la línea de fuego de un disparo de Tripichio que era gol y terminó salvando el arco austríaco. Ellos buscarán revancha en sus clubes, como la mayoría del plantel, porque todos anidan en el corazón el sueño de seguir siendo hombres de selección. Este grupo tiene un sentido de pertenencia; hay jugadores que están desde los 15 años compitiendo con esa camiseta.

Pero también están los que, en la adversidad, ratificaron su jerarquía. Emanuel Mammana derrochó clase, estilo. La Argentina tiene recambio asegurado en la zaga. Su tardía incorporación, ya que River lo hizo viajar a Belo Horizonte, aunque no lo utilizó en el encuentro con Cruzeiro, se hizo sentir. Su presencia transmite confianza entre sus compañeros, y en un sistema de juego como el que le gusta al DT Grondona , Mammana, con su timing para cruzar y prolijidad para salir jugando desde el fondo, es determinante. No es una casualidad que Barcelona se haya fijado en sus condiciones y puje con Atlético de Madrid para lograr sus servicios. Y en Augusto Batalla, un arquero al que el Tata tiene en su radar para Río, la selección encuentra continuidad, tras la aparición de Gerónimo Rulli.