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CÓRDOBA.– Que la categoría de la Primera B Nacional se movilizó con la llegada de River no resulta novedoso. Lo que sorprende son las diferentes manifestaciones que se pueden llegar a ver en cada partido. Los rivales se adaptan con gusto a la revolución millonaria. De entrada, Instituto se mostró permisivo a ceder la condición de local. La Gloria salió de Alta Córdoba para ser anfitrión por primera vez en el remodelado estadio Mario Alberto Kempes. Y resultó un éxito: unos 60.000 hinchas disfrutaron el espectáculo. La recaudación alcanzó los 4.244.000 pesos. Fue tanta la magnitud de lo ocurrido que los memoriosos recordaron un histórico partido del ascenso, en 1982, cuando San Lorenzo y Tigre convocaron 74.000 personas en el estadio de Núñez. Claro, los valores moneda nacional/dólar eran diferentes y la recaudación osciló en los US$ 180.000.
La cantidad de espectadores marcó un récord para un partido del ascenso desde que se remodeló el estadio. Oficialmente, hubo 57.000 personas. Pero se estima que asistieron, al menos, 3000 más. Hasta en los pasillos había gente. Entre otras cosas, chocaron el líder y el escolta de la B Nacional. Más allá de que el cotejo corresponde a la segunda categoría del fútbol argentino, por entradas e invitados especiales, se convirtió en el encuentro entre clubes de mayor recaudación y espectadores desde la remodelación del estadio. Es que durante la semana hubo una gran masa de gente que se movilizó por el centro de la ciudad y en localidades del interior para tener su entrada. Incluso, el Consejo de Seguridad Deportiva de Córdoba calificó al partido como el hecho futbolístico más convocante del año, según lo manifestado por su director, José Rufeil.
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El martes, día en que comenzó la venta de las localidades, se agotaron las entradas populares (a 30 pesos) y sólo quedaban seis mil plateas de River y cuatro mil de Instituto. El miércoles, con menor intensidad, se vendieron otros tantos tickets para las tribunas Ardiles y Gasparini. Y entre el jueves y anteayer se puso a la venta el remanente que quedaba de los puntos de expendio del interior. En total, 26.000 almas millonarias dijeron presente en la ciudad mediterránea (15.000 plateas y 11.000 populares) y aportaron 2.850.000 pesos de la recaudación total, un punto que estaba incluido en el presupuesto de Instituto para la temporada 2011/12, estimado en 38 millones de pesos.
Si hasta algunos dirigentes de Instituto vendieron los palcos oficiales que les corresponden por protocolo. Es que en el club vieron este partido como un impulso económico para finalizar las obras de construcción de la nueva sede y la ampliación del colegio.
El episodio negativo de la tarde estuvo en algunas corridas en el centro de la tribuna local, por algunas cuentas pendientes, ciertas luchas de poder, con un herido de arma blanca (ver aparte). Fuera de esa pésima costumbre, se vivió el partido como una celebración, con un marco que no se veía desde hace varios años. Superó las expectativas de todos, que ya eran optimistas. Por los colores, el coloquial escenario se vistió de rojo y blanco, los colores de ambos equipos. Y ganaron todos, más allá del empate sin goles.


