Las lesiones no dejan a Boca en paz

"Lo importante es el jueves", fue la frase que varias veces repitió Guillermo Barros Schelotto después del partido ante Argentinos. Boca no sólo va a enfrentarse con Cerro Porteño por el encuentro de vuelta de los octavos de final de la Copa Libertadores, sino que debe hacerle frente a otro rival impensado: las graves lesiones.

A cada paso se encuentra con una dificultad y cerca del comienzo del partido en la Paternal, un par de horas antes, el cuerpo técnico se chocó de frente con la noticia menos pensada: Nicolás Lodeiro se rompió el menisco de la rodilla izquierda. El golpe lo recibió en el primer tiempo en Paraguay, pero el volante decidió seguir jugando y hasta convirtió el segundo tanto. Las molestias físicas le aparecieron al día siguiente, cuando el dolor resultó insoportable. Hoy, el volante uruguayo será operado por el doctor Jorge Batista.

Esta lesión se suma a las de Adrián Cubas (ligamento del tobillo derecho) y a la de Gago (rotura del tendón de Aquiles). El técnico no eludió el tema: "Nos tenemos que hacer fuertes ante las lesiones. La mayoría fue por golpes. Las piedras en el camino nos tienen que servir para solidificarnos como grupo".

Aunque no lo diga públicamente, sabe Guillermo que estos inconvenientes llegan en el peor momento. Porque estas dolencias aparecieron en sectores sensibles del terreno. Porque Gago había recuperado su nivel, Cubas se había afianzado en el centro del campo gracias a su gran capacidad de quite y Lodeiro estaba haciendo goles importantes, como ante Racing y Cerro Porteño.

Menos graves, pero no menos importantes son las bajas de Andrés Chávez (se confirmó un desgarro grado 1 en el recto anterior del muslo izquierdo) y Rodrigo Bentancur (se recupera de un esguince de rodilla derecha).

A pesar de estos problemas y después de varios intentos, finalmente Boca no contratará a ningún jugador para lo que queda del primer semestre. Hubo intentos por Mario Bolatti y Maximiliano Rodríguez y ante las imposibilidades de los dos había surgido con fuerza la idea de adquirir a Fabián Rinaudo. Finalmente también se cayó esa operación. Boca apuntará todo a la Copa sin refuerzos.

La muestra estuvo anteayer en la derrota ante Argentinos. Suplentes y juveniles fueron el gesto más cabal de la importancia que Barros Schelloto le dio al encuentro. No sólo eso, hubo jugadores que parecieron "regular" los esfuerzos a sabiendas de que son potenciales titulares: Jara, Carrizo y Palacios. Además, en el banco de suplentes, Boca tenía jugadores con fuerte presencia en el primer equipo como Insaurralde, Pavón, Meli y Fabra. El técnico sólo hizo un cambio en La Paternal: el pibe Silva Torrejón (debutante, con algunos minutos en los partidos de verano) por Carrizo.

Otros chicos que aparecieron por primera vez en el equipo titular fueron Julián Chicco (categoría 98) y Nicolás Benegas (96). El primero, de gran parecido físico a Bentancur, se paró en el medio del campo al lado de Messidoro y Jara. Alternó buenas con malas, pero le costó acomodarse en el medio campo. Sus 17 años hablan por sí solos. Quizás estos primeros pasos le permitan estar más presente en la rotación de los Mellizos. Benegas, el otro debutante, tiene un físico interesante y mostró algunos buenos movimientos sin el balón, pero casi que no entró en el circuito de juego.

Argentinos mereció el triunfo. Tuvo chances en el primer tiempo pero fue el ingreso de Carlos Bueno en el segundo tiempo la gran razón para que el equipo de la Paternal consiguiera su primera victoria del campeonato, después de siete meses (la última fue el 3 de octubre del año pasado cuando venció a Tigre por dos a uno).

Boca, casi sin preocuparse, dejó lado una interesante oportunidad en el campeonato. Tal vez porque Barros Schelotto porta el ADN "Bianchista" de apuntar a la Copa. Nada garantiza la repetición de los éxitos. Por eso el técnico prefiere enfocarse sólo en la revancha ante los paraguayos y espera que ya no haya más bajas forzadas.

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