Newell's y Central no tienen paz ni siquiera cuando juegan las reservas
Un amistoso aburrido y sin goles estuvo interrumpido dos veces por incidentes provocados por barrabravas rojinegros; el próximo domingo, en Arroyito, el desquite
ROSARIO.- La abstinencia de fútbol no fue suficiente para contrarrestar el accionar de los violentos, que otra vez tomaron las riendas del protagonismo en el clásico rosarino entre Newell's y Central, en este caso por lo cuartos de final de la Copa Santa Fe. Ambos equipos protagonizaron en el Coloso Marcelo Bielsa un partido aburrido que terminó 0-0, un resultado que describió a la perfección lo que exhibieron los dos conjuntos, integrados por jugadores de las reservas.
Hasta que la violencia dio la nota. Los incidentes fueron protagonizados por los barras de Newell's durante el entretiempo. Según testigos, un hincha empuñó un arma de fuego. Como consecuencia de esa pelea, la segunda etapa comenzó con 20 minutos de demora. Cuando parecía que los problemas se habían solucionado, a los 27 minutos hubo otra interrupción.
La violencia en la barra brava de Newell's tiene su origen con la llegada de Eduardo López al poder en 1994. Allí, Roberto "Pimpi" Camino se adueño de la popular y de gran parte del club literalmente a los tiros, sostenido por el poder del propio López y con buenas relaciones en la policía y la justicia. Tras el "arribo de la democracia" en el 2008 con el presidente Guillermo Lorente a la cabeza, Camino -asesinado en el 2010- quedó afuera de la conducción, que quedó en manos de Diego "Panadero" Ochoa.
La violencia cesó por un tiempo, pero fue recrudeciendo de a poco. En estos últimos ocho años, Ochoa, preso desde el 2013 por ser considerado instigador de un asesinato vinculado a la barra, recibió ataques de sectores de la propia barra que quisieron arrebatarle el poder.
Matías Pera y Maximiliano "Quemadito" Rodríguez, también asesinado en pleno centro rosarino a la luz del día en febrero del 2013, fueron los cabecillas de esos alzamientos internos que no pudieron derrocar a Ochoa.
En el último año no fueron pocas las actos de violencia que se sucedieron con los distintos grupos de la hinchada, pertenecientes a diferentes barrios de Rosario. Entre ellos se incluye el reciente asesinato de Matías Franchetti, uno de los referentes de la barra, en la puerta 6 del club, en junio último.
En lo referido al fútbol, Newell's fue el que generó las oportunidades más claras. El pase a las semifinales de la Copa Santa Fe se definirá el próximo domingo, cuando ambos equipos vuelvan a enfrentarse en Arroyito.
El torneo provincial, que se lleva a cabo en medio de un inédito receso de casi tres meses, tuvo anteayer una gran sorpresa, cuando Unión de Sunchales eliminó a Atlético de Rafaela y se clasificó a las semifinales de la Copa.
Informe: Pablo Casazza