San Lorenzo es puntero: se lo dio vuelta a Quilmes y quedó solo en la cima

Anda derecho San Lorenzo. Tanto, que ni siquiera lo complica empezar la noche en desventaja y apurado por su rival. Quizás el equipo dirigido por Edgardo Bauza no tenga un juego deslumbrante, pero al menos anoche mostró contundencia y oportunismo, armas decisivas para derrotar por 2-1 a Quilmes y quedar, al menos hasta mañana por la noche, como único puntero del campeonato. Esa eficacia fue, acaso, lo único rescatable en este éxito del conjunto azulgrana con el que comenzó la 14ª fecha. El Ciclón reunió diez de los últimos doce puntos en juego, y con su triunfo en el Sur le dejó la presión a Boca, el único que puede alcanzarlo, y que deberá salir victorioso de su visita a Vélez para compartir nuevamente la vanguardia.

Y eso que el comienzo estuvo lejos de ser auspicioso para la visita. Porque Quilmes lo puso en aprietos, y Bieler estuvo cerca de anotar el primer gol con un bombazo en el travesaño; antes de la media hora, el Cervecero se puso 1-0 con un penal convertido por Bieler, tras una infracción de Mercier a Canelo. Y ese éxito parcial se ajustaba a lo que sucedía dentro del terreno, con un dominio claro del local que se cristalizaba en el restulado.

Pero San Lorenzo reaccionó pronto; primero, con eficacia, cuando Villalba anotó el empate tras una serie de rebotes en el área local que se produjeron tras un tiro de esquina ejecutado por Romagnoli. Después, la suerte también jugó su papel en favor del Ciclón: tras un centro de Villalba, Cauteruccio remató, la pelota rebotó en la base del poste derecho, y dio en el taco del arquero Walter Benítez para ingresar mansamente en el arco. En cinco minutos, San Lorenzo revertía la cuenta, aun sin haber acumulado los merecimientos. En el fútbol, se sabe, no siempre la chapa del resultado se condice con lo acontecido.

Quilmes acusó el impacto. En el comienzo de la segunda mitad, volvió a tomar el control de la pelota, pero esta vez el dominio fue menos incisivo que en la primera parte. De todos modos estuvo cerca de conseguir el empate, en un desborde de Rodrigo Gómez que Torrico no controló bien, pero el arquero consiguió recomponerse a tiempo para contener el remate de Matías Morales.

Falcioni buscó imprimir más potencia con el ingreso de Rubén Ramírez, y más peso en el ataque con Pérez Guedes y Buonanotte, pero le faltó lucidez y no alcanzó. Y más allá de la búsqueda de un mayor protagonismo, los magros resultados -el Cervecero perdió cuatro de sus últimos seis partidos- le hicieron perder la paciencia a los hinchas, que insultaron al director técnico durante varios minutos del segundo tiempo. Con apenas 13 puntos, su situación en la tabla de promedios es más que preocupante.

Por su parte, San Lorenzo asumió un papel más cómodo; le cedió el control a Quilmes y lo esperó sin sufrir demasiados contratiempos, mas allá de alguna jugada sobre el final, cuando Ortigoza desvió con lo justo un remate de Pérez Guedes que amenazaba con complicar a Torrico.

"Sabíamos que Quilmes necesitaba los tres puntos, al igual que nosotros, y pudimos salir adelante. Lo nuestro pasa por un mayor compromiso, porque dejamos todo. Estamos contentos porque hacemos un gran sacrificio, y los resultados se están dando", destacó Villalba, el autor del empate transitorio.

Tras el duro impacto que significó quedar al margen de la Copa Libertadores, San Lorenzo elaboró rápidamente el duelo y se abocó de lleno al campeonato local. Volvió a ganar fuera del Nuevo Gasómetro después de tres partidos, y aunque no le sobró nada frente a Quilmes, sigue trepado a la confianza que le dan los buenos resultados. Esa receta, por ahora, le alcanza para estar en lo más alto de la tabla, aunque claramente tenga mucho por mejorar.

El gol de Bieler:

El empate de Vilalba:

El gol de Cauteruccio: