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En este segmento de la ceremonia, la apertura de las bolillas del Copón 3, al que todos querían evitar era a Noruega. Desde ese punto de vista, para la Argentina el sorteo podía haber sido menos benévolo. Pero Argelia será un seleccionado de cuidado, de nivel medio. No es de los más fuertes en el continente africano y no es tan débil como podía haber sido un rival asiático, como Qatar.
De los seleccionados del mediterráneo africano, es uno de los más inestables. No parece tan armado como Marruecos, Egipto o Túnez. Sin embargo, se trata de una selección con cierta tradición mundialista.
Argelia avanzó con cierta comodidad en las eliminatorias. Logró ocho triunfos, un empate y tan solo sufrió una derrota (con Guinea), en un grupo clasificatorio en el que también estuvieron Uganda, Mozambique, Botswana y Somalia.
El equipo es dirigido por el serbio Vladimir Petkovic, que fue entrenador de Lionel Scaloni en Lazio. “No me ponía nunca”, bromeó el DT argentino tras el sorteo.

Petkovic comenzó la eliminatoria con un planteo conservador, con cinco defensores, pero la gran cantidad de futbolistas con talento del medio hacia adelante lo llevaron a cambiar su esquema por un 4-2-3-1 más ofensivo.
Su jugador más nombrado y conocido, sin duda, es Riyad Mahrez, mediocampista de recursos ofensivos variados, sorprendió como líder de la coronación inesperada de Leicester en 2016, en la Premier League. Múltiple campeón con el City de Guardiola, a los 34 años, eligió ir a Al Ahli, de Arabia Saudita por una fortuna (cobra 60 millones de euros anuales).
Muchos de sus jugadores nacieron en Francia, pero eligieron la nacionalidad argelina. Ismael Bennacer es uno de esos casos. Nació en Arlés, en la Costa Azul francesa. Los dos países de sus padres se lo disputaron (Marruecos y Argelia), se quedó con este último. Tiene apenas 28 años, pero la trayectoria de un veterano por lo joven que comenzó. Ya jugó en Liga de Francia (Olympique de Marsella), Italia (Empoli y Milan) e Inglaterra (Arsenal), pero en la actualidad fue contratado por Dinamo Zagreb, de Croacia. Es un volante incansable.
También Rayan Aït-Nouri, nacido en Montreuil, Francia, tomó la opción por el pasaporte africano. Después de jugar en los seleccionados Sub 19 y Sub 21 de su país natal, cambió por la nacionalidad de sus padres y comenzó a jugar en Argelia.
Sus buenas actuaciones en Angers lo catapultaron a la Premier League, donde juega en Wolverhampton. Acaba de ser comprado por Manchester City por 36 millones de euros. Es un volante que puede hacer la banda izquierda con vocación ofensiva, pero que también puede cerrarse para participar de la gestación por el centro. Le falta algo de gol para lo mucho que incursiona en campo rival.

Idéntico caso es el de Amine Gouiri, de Olympique de Marsella, de Bourgoin Jallieu, un delantero versátil que se mueve por fuera pero llega con frecuencia al gol. Y el de Fares Chaibi, el extremo originario de Lyon, que juega en Eintrarcht Frankfurt en la Bundesliga.
Otro de los elementos llamativos es que otro de los franceses del plantel es Luca Zidane, el hijo de Zinedine, que es el arquero del equipo. Se desempeña en la segunda división de España, en Granada, pero optó por tomar como país para la competencia internacional al de sus ancestros.
Ibrahim Maza tampoco nació en Argelia, sino en Berlín. Es un talento de 19 años que ya es seguido por varios equipos europeos. Bayer Leverkusen se lo compró a Hertha Berlin por 12 millones de euros. Es un centrodelantero prometedor, con buen porte (1,80) y que había hecho toda su carrera juvenil con la selección alemana.
La mayoría de sus futbolistas se formaron en la Ligue 1, aunque eso no les da un estilo europeo definido. Fue campeón de la Copa Africana de Naciones en 2019, sin embargo no llegó a semifinales en las dos siguientes ediciones. Es más, en el último torneo en 2023, terminó último en su grupo y ni siquiera se clasificó para los octavos de final.
Una buena forma de conocerlos más en profundidad será la Copa Africana de Naciones, que comenzará exactamente en dos semanas, en Marruecos, y en la que compartirá el Grupo E con Burkina Faso, Guinea Ecuatorial y Sudán.
Seguramente para Argelia el partido más importante no será el que lo enfrente con la Argentina, sino el que juegue contra Austria. Primero, porque si se da la lógica, será para ellos el rival a vencer si quiere clasificarse para los 16avos de final. Pero también porque detrás hay una historia de sospechas y enemistad.
Por eso su principal motivación en este grupo será buscar revancha ante los austríacos. En su primera participación mundialista, en España 1982, Argelia sorprendió al mundo con un resonante triunfo en el debut ante Alemania, que luego sería finalista. Los africanos tuvieron una actuación histórica con un triunfo por 2 a 1 con recordados goles de Madjer y Belloumi. Fue el primer triunfo africano en una Copa del Mundo.

Pero en la segunda fecha perdieron con Austria 2-0. Y pese a que vencieron a Chile por 3 a 2 en la última jornada, en el otro encuentro definitorio, hay sospechas de que los dos europeos arreglaron el triunfo por 1 a 0 de los alemanes, para eliminar al conjunto africano, que era el de menor diferencia de gol.
La única vez que pasó la etapa de grupos en un Mundial fue en Brasil 2014, cuando llegó a los octavos de final, pero perdió con Alemania por 2 a 1.



