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SANTA FE.- Con un golazo del uruguayo Jonathan Alvez, Unión volvió a festejar en su estadio. El equipo que se había lucido en la fecha inaugural al derrotar a River, volvió a sumar y además mantuvo su arco en cero en las tres fechas. Esta vez, el Tatengue no tuvo brillo, pero hizo suficientes méritos para justificar la victoria. Es que Atlético Tucumán mantuvo una idea defensiva que le estaba dando resultado. Pero el derechazo de Alvez rompió esa paridad y no tuvo ideas para intenta cambiar su suerte.
Unión venía de un empate en cero con Talleres, en Córdoba, y con buena crítica por lo que hizo frente al último campeón. Los tucumanos, en la segunda etapa de Juan Manuel Azconzábal, quien hasta septiembre del año pasado fue DT del Tatengue, todavía no conoce el sabor de una victoria. Arrancó con una derrota en Junín ante Sarmiento (1-0) y en su segunda actuación mejoró un poco la imagen tras empatar de manera agónica ante Platense (2-2). Anoche volvió a mostrar que no tiene reacción.
El inicio dejó poco para analizar. Unión insinuó un mayor control del juego, pero Atlético Tucumán mantuvo el orden y la tranquilidad. Esas terminaron siendo virtudes salientes en la primera etapa en un visitante cuyo técnico conoce muy bien a los “armadores” del juego local. Eso fue sosteniendo una estructura de control del adversario y Unión, con la marca de una defensa sin grietas hasta ese momento, no pudo encontrar espacios y se fue diluyendo. Hasta que sufrió una lesión en la rodilla derecha -fue operado el año pasado-, Luna Diale gravitó poco y Alvez luchó demasiado solo entre los centrales. La respuesta de los tucumanos fue pausada pero efectiva. Carrera se acercó a Lotti y si bien no complicaron demasiado se llevaron marcas para que los volantes no dejaran espacios que aprovechara el adversario.
El complemento pintaba parecido. Por suerte para el local y para el espectáculo, Alvez hizo todo bien para definir alto de derecha cuando el ángulo era cerrado en su ingreso al área.
Atlético sintió el impacto porque todo lo que hizo hasta ese momento se desplomaba y había que ir a buscar el cotejo en terreno del adversario. No tenía mucha ideas; los volantes que más juego generan estuvieron apagados, especialmente Heredia (desconocido, lento e impreciso).
Unión comenzó a cambiar el aire. Las modificaciones le otorgaron otra dinámica ofensiva y el trabajo de Marchiori se fue intensificando. Desde los 30 del complemento y hasta el final, el Tatengue llegó al arco visitante varias veces con posibilidades de convertir. Pero le faltó decisión a sus hombres de área para ampliar la diferencia que hubiese sido justa.
El equipo de Munúa, porque el adversario lo complicó defensivamente, no tuvo un despliegue lucido. Pero fue efectivo, ganó y se mantiene arriba. En cambio, Atlético Tucumán se sigue complicando.



