Valentín Barco: de los lujos en Boca y ser convocado a la selección argentina a no conseguir club en Europa
El exlateral izquierdo de Boca iba a pasar a Porto, pero surgió un imprevisto: problemas en Sevilla y Brighton
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LA NACION
Debut como titular en Boca y aplausos con tan solo 16 años. Corría julio de 2021 y Valentín Barco se presentaba con una alta expectativa porque sus gambetas y gestos que ya demostraban personalidad se hacían virales en sus actuaciones en la reserva. Los caños, los pases mirando para otro lado, las búsquedas ofensivas y sus buenos gestos técnicos para desequilibrar en ataque tuvieron una rápida repercusión. Y su nombre empezó un recorrido veloz, tanto para las cosas buenas como para las... no tan buenas. Lo cierto es que ese rebelde que marcaba diferencias en aquel equipo xeneize que luego Jorge Almirón llevó a la final de la Copa Libertadores 2023 y que le significó la citación para la selección argentina ahora no encuentra club. Y su futuro le preocupa, porque en Europa sumó traspiés que le van minando el terreno.
La noticia de última hora es que, como no es tenido en cuenta por Sevilla, el club español en el que ahora está a préstamo de Brighton, iba a continuar su carrera en Porto, de Portugal, pero el pase dio un vuelco porque Víctor Bruno, el entrenador que había dado el “ok” para su arribo, fue despedido. ¿Y ahora? El tema es que en Sevilla tiene la puerta cerrada (sumó apenas 294 minutos -tres titularidades- en La Liga, en los últimos 5 meses) y Brigton le busca un nuevo club, pese a que el vínculo con el conjunto español era hasta junio de este año.
Su personalidad le hizo marcar diferencias con apenas 18 años, a tal punto que en pleno conflicto con el Consejo de Fútbol de Boca, por el que estuvo apartado varios meses, fue quien desde Santa Fe llamó a Juan Román Riquelme y le dijo: “Está bien, como yo quiero jugar en Boca renuevo el contrato, lo firmo, pero dejamos la cláusula que está”. Y así todas las partes ganaron. Porque Barco terminó siendo importante desde que Jorge Almirón lo empezó a tomar como bandera futbolística y porque, a diferencia de lo que sucedió con Nicolás Valentini (se fue libre a Fiorentina de Italia), el zurdo le dejó al club de la Ribera 10.000.000 de dólares antes de emigrar a Inglaterra.
Las relaciones no terminaron bien porque Riquelme se enojó cuando Barco ejecutó la cláusula, a su criterio muy baja, pero lo cierto es que el club pudo haber recibido... “cero”. “Lo que hizo el chico (Barco) estuvo muy mal, eso no se hace”, se había quejado el dirigente en una entrevista con el canal ESPN en enero de 2024, en la que excusó al representante del jugador (Adrián Roucco) y la institución británica. Riquelme recordó: “A mí me toco ser futbolista. No sé si me fue mejor o peor que Barco, pero sí que me vinieron a buscar un montón de veces cuando tenía 18 años y siempre dije que no. Por eso, la decisión siempre es del jugador y después está el representante y la familia”, diferenció. Riquelme redundó insistentemente en la misma idea: “Lo que hizo estuvo muy mal, para mí. Cuando presentás un papel para rescindir, es una decisión tuya, es así, no hay que darle vuelta. Eso no se hace y tampoco está bien lo que hizo el otro club”.
Barco pagó la cláusula de salida de su contrato para romper su vínculo en Boca y emigrar al Brighton, que le firmó un contrato hasta junio de 2028 y lo recibió una vez que finalizó su participación con la selección en el Preolímpico de Venezuela. ”Nosotros le ofrecimos renovar por cuatro años y el representante dijo que no, quería sólo un año. Le deseo mucha suerte, que tenga una excelente carrera”, aclaró un Riquelme visiblemente molesto.
Mientras Barco despertaba elogios y ganaba terreno en Boca, también se hablaba de algunas “irresponsabilidades”, algunos gestos que le pudieron traer problemas, como una reacción infantil contra Jorge Rodríguez (Estudiantes), como venganza de una falta que había recibido desde atrás de Rollheiser. Cavani lo retaba al pasar en un partido. Un no-look-pass ante Nacional de Uruguay, pararse arriba de la pelota con los dos pies ante Palmeiras, en Brasil, un cruce futbolero con Cavani por un pase no dado. Muchos lo veían como algo negativo. Pero es justamente esa personalidad lo que lo hizo destacarse. No fue noticia por gestos, sino que los gestos aparecieron luego de demostrar condiciones técnicas y tácticas para resaltar como un jugador diferente. De 3 o de volante, es el 10 que hizo jugar al Boca de Almirón.
En octubre de 2021 Valentín Barco y Luka Romero fueron los únicos dos argentinos que aparecieron en el Top 60 que realizó el diario inglés The Guardian, en el que destacaba a las nuevas joyas del fútbol mundial. “Juega en la misma posición que Roberto Carlos y quiere seguir como defensor a pesar de que sus entrenadores prefieren que juegue en el mediocampo por su habilidad técnica”, destacaba el breve informe sobre el lateral izquierdo de Boca, de entonces 17 años. Y agregaba: “En el momento de redactar este informe, ya jugó tres veces con el primer equipo y forma parte de la selección argentina sub-17. Es muy bueno en ataque y tiene un remate de media distancia que le permite marcar goles de tiro libre. Se destaca por su pelo rojo brillante y promete ser una futura estrella”.
En febrero de 2024, Roberto De Zerbi, DT de Brighton, habló sobre la posibilidad de convocar a Valentín Barco para el primer equipo y había mostrado cautela: “No está listo. Sabíamos antes de que el mercado de pases abriera que traer un jugador de otro país iba a ser muy duro para él. Es un buen jugador. Vamos a ayudarlo a entender todo. Tenemos que darle mucho tiempo para que comprenda el nuevo país, el nuevo fútbol y el diferente estilo de juego“. Pero casi no jugó: En el conjunto inglés jugó apenas siete partidos.
El 23 de agosto de 2024 fue presentado en Sevilla. ”Valentín Barco, nuevo refuerzo para la defensiva sevillista. Sevilla y Brighton han alcanzado un acuerdo para la cesión, sin opción de compra, del lateral zurdo argentino”, anunció la entidad andaluza en su página web. Enseguida, compartió en las redes sociales fotos y videos, entre ellos, uno con un guiño a Carlos Bilardo, que dirigió al equipo en 1992/1993, y un recuerdo a varios de los argentinos que lucieron sus colores, como Diego Maradona, o que todavía pertenecen al club, como Lucas Ocampos. Tomó la camiseta 19 que dejaba Marcos Acuña. Tampoco le fue bien: jugó nueve partidos y nunca logró consolidarse en el esquema del entrenador.
Xavier García Picante, el DT de Sevilla dijo a fines de 2024 que Barco “es uno más del plantel; si no participa más, es porque considero que hay dos compañeros que son más provechosos para el equipo (Pedrosa y Kike Salas). No tengo más que decir, cuando se abra el mercado sucederán cosas”.
El Colo, que debutó en la selección mayor en un amistoso frente a El Salvador el 23 de marzo de 2024 y estuvo en la lista inicial para la Copa América, antes de salir en el corte definitivo, se unió a Sevilla buscando una continuidad que no lograba en Inglaterra pero tampoco la pudo conseguir. No logra despegar en Europa. Y su futuro parece más incierto que nunca.
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