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SANTOS.- Fue con el dramatismo que la lógica de la definición por penales impone. Pareció una maldición. Un capricho del destino para Vélez. De repente. De manera sorpresiva. Sin medias tintas. Este Santos de escaso brillo, apenas con algo de Neymar, le truncó el sueño de avanzar a las semifinales de la Copa Libertadores. Tras perder 1 a 0 en el tiempo reglamentario (1-1 en el global), el conjunto de Liniers desperdició dos penales de los cuatro que pateó anoche.
El miedo del técnico de Vélez, Ricardo Gareca, se confirmó en una jugada del primer tiempo. En el reconocimiento del campo de juego de anteayer, había insistido a sus jugadores con dos cosas: el cuidado de la pelota y mantener las posiciones correctas ante las posibles pelotas largas de los brasileños. A los 39 minutos, al conjunto visitante se le complicó un partido que manejaba psicológicamente. Zapata perdió una pelota en la mitad de la cancha y un pase largo de Elano encontró por primera vez en la noche desacomodado a Peruzzi. Marcelo Barovero salió a cortar sobre Neymar para evitar el gol y vio la roja por la falta como último hombre.
Hasta entonces el partido había sido un calco de lo que se vio en Liniers en el primer partido. Vélez comenzó ordenado y concentrado. Se agrandó mentalmente cuando se dio cuenta que el rival no lo complicaba. Neymar tardó en ser participativo, lo logró cuando se movió por la izquierda.
Vélez lentamente fue ganando terreno en el encuentro y hasta tuvo alguna acción de peligro, y Santos no encontraba el resquicio para penetrar la última línea del conjunto dirigido por Gareca. Hay que decirlo, era el plan de perfecto hasta la expulsión de Barovero: el local no creó una situación de gol con pelota dominada en todo el primer tiempo. Tras el entretiempo, Vélez debía afrontar un escenario complicado, mantuvo el orden. Incluso con un atrevimiento de Augusto Fernández, a través de un remate desde lejos, casi abre el marcador. Cuando la pelota iba en dirección al ángulo, el arquero Rafael desvió el balón al córner.
En el mejor momento de Vélez, que jugaba con mayor criterio, el Burrito Martínez eligió mal cuando se perfilaba de frente a Rafael y abrió a la derecha; la jugada concluyó en un remate desviado de Augusto. Esa jugada pudo cambiar las cosas.
Solamente por la presión del público, por ser local y por tener un jugador de más, Santos retrasó a su oponente. Inquietó con media distancia, a través de los remates de Elano y Adriano, y un mano a mano de Kardec, que resolvió Montoya con una gran atajada. A los 33, en la segunda jugada colectiva del equipo brasileño, Kardec abrió el marcador con un certera definición. Y el sueño de seguir en la Copa quedó en poder de un Santos sin derroche de lujos que tuvo en los penales a ese aliado que no tuvo Montoya y que dejó con las manos vacías a Vélez.
Vélez: Martínez (gol), Canteros (afuera), Papa (atajado) y Domínguez (gol)
Santos: Kardec (gol), Ganso (gol), Elano (gol) y Leo (gol)


