La grieta del tenis: Djokovic, enfrentado con Federer y Nadal por el poder de la ATP

"La política del tenis está en crisis". Fiel a sus orígenes, el suizo Roger Federer , en general, se mantuvo al margen de los conflictos durante su carrera, buscando el consenso. Así lo hizo, también, durante su etapa de presidente del Consejo de Jugadores de la ATP, una tarea que no suele conformar a todos. Por ello, el tono y el efecto de las palabras expresadas por el veinte veces campeón de Grand Slam mientras se juega Indian Wells indican que algo no marcha sobre rieles seguros en el tour, que el vestuario está agitado. La expulsión del británico Chris Kermode como Director Ejecutivo y Presidente de la ATP (se oficializó el jueves pasado), cargo que ocupa desde enero de 2014, generó una enorme fractura. ¿La más resonante? Por un lado, Novak Djokovic , presidente del Consejo de Jugadores desde 2016. Por el otro, Federer y Rafael Nadal , nada menos. Es la grieta..., la grieta del tenis.

Durante el último Abierto de Australia , en enero pasado, se produjeron diversas reuniones entre los jugadores, los representantes de ellos en la ATP, los patrocinadores de los torneos y empresarios. Uno de los asuntos salientes en la agenda fue el futuro de Kermode, que se definiría mediante una votación (la que se realizó la semana pasada, en Indian Wells). En aquellos encuentros en Melbourne, Djokovic repitió el mensaje que venía deslizando puertas adentro: que el tenis debía tener un sindicato que estuviera separado de la ATP, que fuera "independiente". Y sin Kermode, claro.

En la misma línea, el diario británico The Telegraph publicó detalles de un correo electrónico enviado por el canadiense Vasek Pospisil (actual 114º del ranking y miembro del Consejo de Jugadores) a los jugadores clasificados entre el puesto 50 y el 100. "Hay que actuar y correr como un negocio, no como un grupo de niños asustados… necesitamos un CEO que en primer lugar representa NUESTROS intereses", escribió Pospisil, ex número 25 del mundo. Y añadió, marcando distancia con la gestión de Kermode: "La estructura de gobierno de la ATP favorece los intereses de los torneos y de sus dueños. Es hora de un cambio y se puede lograr al permanecer unidos y exigir lo que merecemos por nuestro arduo trabajo".

Según Pospisil, mientras los jugadores en la NBA reciben el 50 % de las ganancias de la liga, los tenistas obtienen entre el 20 y el 25 % en los eventos de la ATP, y una cantidad desconocida pero mucho menor en los Grand Slams. "Algunos han sugerido que la cifra es de apenas 7 a 8 %", escribió el experimentado periodista de tenis Paul Newman, en The Independent. Según publicó tennis.com, las autoridades de Wimbledon lo cuestionaron.

De todos modos, desde ese momento quedó claro que los nuevos vientos no soplarían en favor de Kermode. Y la sensación que sobrevolaba el tour se concretó durante el primer Masters 1000 de la temporada. Justin Gimelstob, Alex Inglot y David Edges, representantes de los tenistas en la Junta Directiva de la ATP, votaron en contra de renovarle el contrato a Kermode (finaliza a fines de año). Además, el británico tampoco habría tenido el apoyo de los representantes de los torneos. Djokovic, que en las últimas horas, frente a la prensa en Indian Wells, se negó a dar detalles excusándose en la "confidencialidad de la estructura ATP", pretendería más dinero para la clase media del tenis, algo que, supuestamente, Kermode no consiguió durante su gestión. Hubo versiones indicando que el número 1 del mundo desea que el reemplazante de Kermode sea Gimelstob (estadounidense, Nº 63 de single en 1999, entrenador rotativo de John Isner), pero muchos ven a este último como un personaje poco confiable, que el año pasado fue arrestado después de agredir a un hombre en las calles de Los Ángeles. Otro de los candidatos a suceder a Kermode desde enero de 2020 es Craig Tiley, cabeza visible del Abierto de Australia y uno de los promotores de la Copa ATP, una suerte de Copa del Mundo que se jugará desde 2020 en el gigante de Oceanía.

"Sé que no puedo decir mucho porque decidí desligarme de la política, pero me ha decepcionado mucho que nadie se dignara a llamarme para informarme de esto, de cuál es la verdadera razón por la que Chris no estará más con nosotros", disparó Nadal. Y no retrocedió: "Los jugadores que están en el Consejo nos representan a todos y para tomar una decisión como esta deben hablar con todos. Si hay muchos jugadores en la misma situación que yo, es probable que el Consejo no hiciera bien su trabajo. Tras 18 años en este mundo tengo una perspectiva que puede ayudar a saber qué es lo que necesitamos, no tengo ningún interés personal. Me encantaría saber qué es lo que ha pasado y qué nos espera".

Nadal y Federer se reunieron durante el fin de semana pasado en la casa que el suizo alquila en el Valle de Coachella para hablar sobre la salida de Kermode. Así lo confirmó el propio Roger. Y dio su mirada, sorprendido porque Djokovic no tuvo tiempo para recibirlo: "Traté de juntarme con Novak en la fecha límite, antes de la reunión decisiva de la semana pasada. Lamentablemente no tuvo tiempo. Eso es difícil de entender para mí (...) Le pregunté si tenía tiempo para reunirse, pero estaba ocupado. Sugirió que nos veamos el día siguiente, pero ya todo estaba decidido. No nos hemos reunido todavía y el torneo (Indian Wells) ha comenzado". Y añadió: "Es difícil para mí expresar una opinión clara porque ya no estoy políticamente activo. Quiero que las personas que están al mando hagan eso. Para mí, es importante que sepa por qué sucedió, y qué debería suceder ahora, qué hay en la agenda".

Djokovic se mostró firme con su posición: "Necesitábamos un cambio en nuestro deporte. Hemos hablado con muchísimos jugadores pero yo no he hablado con Rafa en los dos últimos meses. Sí hablé con él en septiembre y también en noviembre pasado. Cada uno tiene su opinión. Tampoco hemos hablado con Federer pero si hay un interés por su parte también pueden acercarse y venir a preguntar".

Cuando Kermode fue nombrado CEO de la ATP, tenía experiencia en la industria del entretenimiento y se desempeñaba como director de los torneos de Queen’s y del Masters de Londres. Si bien una parte de los jugadores le destacan, entre otros logros, los aumentos de los premios económicos, la creación de algunos nuevos torneos (el Next Generation ATP Finals, en Milán, para promover a las nuevas figuras) y la ayuda para jugadores lesionados, otros le critican su forma "política" de actuar. Dicen que no buscó mejorar los problemas más profundos del circuito, que fue "tibio" y más cauto de lo necesario en momentos de definición, y que en algunas oportunidades prefirió pasar inadvertido antes que entrar en conflictos con los poderosos. Hay una fractura en la cima del tenis y, sin dudas, tendrá más capítulos.