Las razones por las que a Pekerman lo llaman "súper héroe" en Colombia
Colombia lo adoptó como un ídolo y desde hace poco más de cuatro años conduce los destinos de la selección 'cafetera'
BOGOTÁ (dpa) - Colombia, que adoptó el tango rioplatense casi como un género musical propio, también quiere "apropiarse" del argentino José Pekerman, un ídolo en el país desde que hace poco más de cuatro años se hizo cargo de la selección nacional de fútbol.
El Gobierno le ofreció la nacionalidad colombiana y algunos medios de prensa lo catalogaron de "súper héroe" cuando el técnico, descendiente de ucranianos de origen judío, logró clasificar a Colombia al Mundial de Brasil 2014.
La escuadra "cafetera" avanzó hasta los cuartos de final en ese Mundial, fase a la que jamás había llegado, por lo que la popularidad de "Don José" se elevó aún más. Hoy sigue siendo un personaje admirado y respetado por jugadores e hinchas.
Serio -tanto que a veces parece que le costara sonreír-, pausado en el hablar, muy organizado y trabajador incansable, Pekerman siempre ha tenido una relación íntima con Colombia, que va más allá del cargo de seleccionador que ejerce desde 2012.
En Colombia nació su hija Vanesa y su último equipo como jugador fue el Independiente Medellín, en el que militó entre 1975 y 1978. Cuando estaba en ese club sufrió una lesión de rodilla que lo obligó a retirarse cuando apenas tenía 28 años.
De regreso en Buenos Aires se ganó la vida conduciendo un taxi, pero regresó al fútbol en 1981 para integrar el cuerpo técnico de las divisiones inferiores del club Argentinos Juniors.
Su contratación como seleccionador llegó en un momento en que tanto la prensa como la afición expresaban cierto "cansancio" con los técnicos colombianos.
Pekerman recibió la selección en un momento complicado de la eliminatoria a Brasil 2014 y logró cambiarle la cara en corto tiempo.
El prestigio ya se lo había ganado como técnico de la selección Sub 20 de Argentina, con la que ganó los Mundiales de Qatar (1995), Malasia (1997) y Argentina (2001).
Dirigiendo la selección absoluta de Argentina en el Mundial de Alemania 2006, Pekerman avanzó hasta los cuartos de final, instancia en la que la albiceleste fue eliminada por los locales.
Pekerman, de 66 años, dirige la selección como si fuese el gerente de una empresa, con varios "ejecutivos", todos argentinos, que le rinden cuentas de acuerdo con el sector que tienen a cargo.
Su primer asistente técnico es Néstor Lorenzo, pero también trabajan con él Eduardo Urtasún, Pablo Garabello, Gabriel Wainer y Patricio Camps.
Lorenzo se encarga de entrenar la defensa, Garabello el medio campo y Camps la zona de ataque. Wainer se desempeña como analista de videos. Todos le presentan informes al técnico y él decide.
La prensa local elogia a Pekerman porque fijó su residencia en Bogotá, a diferencia de otros técnicos que trabajan con selecciones de distinta nacionalidad y viajan a su sede solamente en época de concentraciones.
En la sede de la Federación Colombiana de Fútbol tiene una oficina en la cual acostumbra a pasar horas analizando partidos de fútbol. Aún así es prácticamente inabordable. Los reporteros saben que solamente pueden hablar con él en conferencias de prensa previamente establecidas.
Un comienzo flojo en la eliminatoria al Mundial de Rusia 2018 llevó a un sector de la prensa colombiana a marcar distancias con Pekerman, al punto de que se llegó a especular con la posibilidad de que su contrato fuera rescindido en caso de que no lograra buenos resultados en las fechas quinta y sexta, en marzo pasado.
Pero Colombia volvió a mostrar su mejor fútbol con sendas victorias por 3-2 sobre Bolivia en La Paz y por 3-1 ante Ecuador en Barranquilla y se metió en la pelea de la eliminatoria. "Don José" se volvió a salir con la suya.
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