Dudamel, DT de Venezuela, y su mensaje por los conflictos internos en su país: "No más divisiones entre nosotros"

BOSTON, Estados Unidos.– No importa la distancia. Los 3567 kilómetros que separan de Caracas a esta ciudad no pueden silenciar a un grupo que pide a gritos la unidad en su país. Es verdad que no es sano mezclar el fútbol con cuestiones más serias, como la falta de alimentos y la inseguridad que dominan a Venezuela. Sin embargo, desde aquí los futbolistas que visten la camiseta vinotinto en la Copa América no pueden mirar hacia otro lado. Son parte del asunto porque sus familias viven la tensión que reina en su país; ellos, con una pelota en los pies, quieren dar a su pueblo al menos un motivo como para sonreír. El juego con la Argentina puede resultar perfecto para ese deseo.

"Hoy tenemos 23 futbolistas que le están mandando un mensaje al país: No más divisiones entre nosotros, Venezuela es una sola. Unámonos como país, como familia", dijo Rafael Dudamel, el entrenador, con un gesto que mezclaba preocupación y algo de tristeza. Es que más allá de la pelota, este plantel se siente inquieto por lo que sucede en su tierra. En la intimidad nadie puede evitar el tema. Además de pensar en Messi, Higuaín, Mascherano y Banega, ponen su cabeza en la cantidad de compatriotas que reclaman un poco de paz. Por eso el director técnico, después de explicar que su país vive una situación social "apremiante" por la crisis política y social, aprovechó este buen momento del equipo (en las eliminatorias no está bien, porque se encuentra último, con un punto) para enviar a su gente un mensaje positivo: "Por favor, es necesario comprender que no debe haber más divisiones entre nosotros. Esto no corresponde a lo que somos los venezolanos. Por favor, ¡paremos ya! A quienes les corresponda se lo digo: hagamos un alto", rogó Dudamel.

Es verdad que están a un puñado de horas de un partido que puede ser histórico para su seleccionado. Y en eso piensan. "Ahora no hay ingenuidad, hay madurez, picardía necesaria; todo lo que se requiere para ser protagonistas. Eso nos hace sentir que de este compromiso sale el campeón de la Copa América", sorprendió el conductor. Que fue más allá, con la esperanza de los valientes. "Con trabajo y el corazón así de gigante que tienen mis jugadores, van a salir a la cancha con un deseo de triunfo fenomenal. Hay historia, estadística... pero hay que dar una patada a toda esa historia, poner una hoja nueva y en blanco", suscribió, con emoción. No lo inquieta, además, la presencia del mejor del mundo. "Es fabuloso que juegue Messi", se entusiasmó.

Mientras tanto, todos están pendientes de que en Venezuela las protestas en las calles en reclamo de comida se multiplican. Las noticias de incidentes en la región de Cumaná, con la muerte de un comerciante, no les resultan indiferentes. Estas cuestiones no son menores para ellos, y por eso Salomón Rondón, uno de los referentes del plantel, sostiene: "Representamos a un país, al himno, a la bandera, al escudo. Somos peones de un país que necesita paz. Ojalá cada victoria y cada gol ayuden a lograr la unión de un país que necesita mucha alegría".

En el quinto piso del hotel Sheraton, donde almuerza el plantel venezolano, se advierte que la energía que emana del grupo se relaciona con el deseo de dar el golpe frente a la Argentina y todos, como Luis Manuel Seijas, saben que un paso más en este campeonato puede cooperar, de algún modo, con su tierra. Lo resume el mediocampista: "Venezuela está pasando por momentos muy delicados y cada punto que se consiga acá es una cuota de esperanza y alegría para un pueblo que sufre. Ojalá nosotros ayudemos a sanar tanta tristeza".ß

Guerra, en la curva descendente

Alejandro Guerra, experimentado volante de 30 años, advirtió que ésta puede ser su última Copa América. "Tengo que aprovechar cada oportunidad. Ante la Argentina debemos ser un equipo compacto para quedar en la historia", manifiesta.