Los 800 goles de Adolfo Cambiaso en Palermo, la nueva marca de un crack

Le sobran marcas a Adolfo Cambiaso, pero ni él ni La Dolfina se dan el lujo de aburguesarse, de levantar el pie. Ni siquiera en el primer partido de Palermo, donde el equipo que busca la tercera Triple Corona al hilo empieza ganando antes del os 30 segundos.No hay partido sencillo ante el rival de menor handicap de la Zona A.

Entonces tampoco existen récords que ocupen la mente. Pero llegan. El de Adolfito, de los 800 goles en el Argentino Abierto, pronto, en el segundo chukker, un penal de 30. Como el gol 1000 de Pelé, de penal. Una vía lógica para ambos, pero sin la magia de otros cientos.

Para el otro número subrayable de ayer había que esperar la última campanada, o no tanto. Los 30 partidos ganados sin pausa, el casillero para engrosar, la notable serie invicta, ya era un fruto bien maduro del juego en el quinto período. La Dolfina sacaba diez goles de ventaja.

"Tuvimos muy buenos chukkers –analiza Cambiaso–, en especial el quinto; es normal que en ocho chukkers se pierda un poco de concentración, entonces fuimos gol a gol por un momento. El primer partido, con las lluvias en el medio y el parate, no es sencillo. Magual tiene el gran mérito de venir de la clasificación y creo que jugaron increíble en Hurlingham. A todos nos falta un poco de taqueo, pero la cancha no es excusa, estaba espectacular".

Después, el punto es la marca de los 800 goles: "No tenía idea, pero es un número increíble, y si mirás para atrás, tener semejante cantidad de goles en Palermo es bárbaro. Vamos a ver hasta dónde llegan el cuerpo y los goles. Para los mil deberé jugar 5 años más, el promedio me da 30 o 40 por Abierto . Recuerdo que el gol 700 (pegando de aire, eso sí fue magia) fue hace dos o tres años, no es tanto. Lo hice con Cuartetera; ahora me tengo que acordar de Carla". El cuerpo parece que le dio un respiro ahora. "Me sentí bastante bien, mejor que en Hurlingham", aclara sobre la columna que lo mortifica.

Juan Martín Nero, aseguró que tampoco sabía de los registros de Cambiaso y los de La Dolfina. "Algunos de los 800 los padecí, pero la mayoría los disfruté", se ríe el back que empezó a escribir su historia en la Catedral en Chapaleufú hace once años, cuando le tocó reemplazar a Marcos Heguy, con 7 goles.

"¿Qué te puedo decir de Adolfito? No me sorprende que haya llegado a esa cifra, pero no sólo por eso es un grande." La frontera de los 30 partidos consecutivos sin perder (uno se tienta con decir "meta", en lugar de "frontera", pero está claro que no es el caso) merece otra reflexión que excede el mero dato. "Nosotros jugamos muy bien y pudimos jugar sin repetir caballos; en cambio, Magual viene de la clasificación, con las yeguas ya exigidas y sin muchas opciones", resalta el contraste Juanma.

Pablo McDonough suma cinco títulos en el Abierto, igual que Nero. Y como a su compañero, también, la admiración por Cambiaso le brota, espontánea: "Es una leyenda viviente, es un honor jugar a su lado".

Los ilustres Eduardo (637 goles), Bautista (589) y Pepe Heguy (406) son otros jugadores con registros admirables. No harán peligrar el liderazgo de Cambiaso, pero como el crack de La Dolfina, siguen haciendo historia.

tb