Los Pumas tienen una regla interna que los habilita, tras un partido, a tomarse 24 horas para disfrutar la victoria o digerir la derrota. Superado ese umbral, se da vuelta la página y se pone proa hacia el siguiente partido. Esta vez, puede que un día no sea suficiente para sanar la herida. No tanto porque la Argentina quedó al margen de la lucha por el título del Rugby Championship como por la forma en que fue superado por Sudáfrica. La derrota por 67-30 en Durban expuso un costado desconocido del equipo que obliga a una autocrítica sincera y a un replanteo de cara a la revancha de este sábado en Twickenham. Éste es el dato positivo: a los Pumas les queda un partido más en este Rugby Championship que ofrece la posibilidad inmediata de hacer olvidar esa debacle.