El detrás de escena: cómo se vivió la suspensión de Galarza en la intimidad de los Pumas

WARE, Gran Bretaña (De un enviado especial).- Las caras de bronca y de impotencia de los jugadores y de Daniel Hourcade y del resto del staff se funden con el llanto de Mariano Galarza al encontrarse y abrazar a su mujer en la puerta del hotel de Gloucester, donde los Pumas llegaron hace un par de horas para enfrentar mañana a Georgia, en un partido decisivo en la búsqueda de los cuartos de final de la Copa del Mundo. El segunda línea formado en Universitario de La Plata y -cuestiones de ironía del destino- con presente en el club de esta ciudad, llegaba desde Londres con la noticia más dura: 9 semanas de suspensión y adiós al torneo, para el que se preparó especialmente tras una larga lesión.

Después de una sesión que comenzó a las 11 en el despacho de abogados Clifford Chance, en las afueras de Londres, y que culminó pasadas las 17, el juez inglés Christopher Quinlan decidió la sanción a Galarza por hacer "contacto con el ojo o con el área del ojo" del segunda línea de los All Blacks, Brodie Retallick y violar, de esa manera, la Ley 10.4, en una acción luego de un line en el primer tiempo del partido del domingo pasado, en Wembley.

Quinlan no atendió la larga exposición en inglés de Galarza, quien se declaró inocente, ni tampoco la de Retallick, quien negó que se haya tratado de una jugada con mala intención. Después del partido, el neozelandés había dicho que tuvo un dedo del argentino en un ojo durante "dos segundos". Cuando la UAR lo interrogó ayer sobre esa declaración, el mismo Retallick la refirió a "un modo de decir".

La resolución definitiva se publicará en la tarde de hoy y, desde ese momento, la UAR tendrá 48 horas para apelar, algo que hará. ¿En qué se basará la apelación? El Independent Citing Commissioner designado para ese partido, el irlandés Murray White, quien fue el que pidió citar a Galarza, manifestó que ratificó su opinión de lo que había visto a través del video, cuando observó que tras el encuentro, Retallick tenía lastimado un ojo. Sin embargo, el médico de los All Blacks informó que esa lesión era de un entrenamiento previo.

Galarza fue acompañado por el presidente de la delegación, Néstor Lalo Galán, y por tres dirigentes que son abogados: Jaime Barba (quien llevó adelante el alegato), Fernando Rizzi y Víctor Luaces. La UAR también pidió un traductor a la embajada argentina. Retallick llegó a las 13.15, tras el entrenamiento de los All Blacks, y cerca de las 14 arribó, desde Ware y como testigo, Daniel Hourcade.

Las escenas vividas anoche en el Cheltenham Chase Hotel fueron muy parecidas a las de 1999 en Cardiff, cuando Roberto Grau fue suspendido por 3 semanas por un incidente con Colin Charvis en el partido inaugural del Mundial ante Gales, en el Millenium. Aquella vez, la prensa local había presionado, mostrando en las tapas de los diarios una foto donde se veía a un argentino -sostenían que era el pilar mendocino- meterle el dedo en un ojo al hooker Garin Jenkis.

Los que sancionaron a Grau en 1999 habían observado imágenes de las 8 cámaras que estaban dispuestas para vigilar situaciones de inconducta. Ahora, en 2015 hay 32. La número 26 fue con la que el irlandés White vio esa acción de Galarza, considerada típica del juego hasta por el mismo Retallick.

Grau en aquel entonces se volvió a Mendoza y regresó para el partido de cuartos de final ante Francia. A los 5 días de la sanción, los Pumas tenían que jugar una final como la de mañana ante Western Samoa. El ánimo del plantel se templó con la situación de un compañero, y aquella victoria en Llanelli significó un antes y un después en la historia del seleccionado argentino en los Mundiales.

Galarza, quien anoche se fue con su mujer Guadalupe, tiene una carrera intachable en cuanto a disciplina. Sólo recibió dos tarjetas amarillas, y ninguna de ellas por juego brusco. El platense esgrimió eso ayer, como así también todo lo que había hecho para llegar a este Mundial, citando a su club, su familia y sus amigos. Quienes lo escucharon dicen que fue un descargo conmovedor. La única contemplación que tuvo Quinlan fue bajarle la pena de 12 (lo mínimo en estos casos) a 9 semanas

"Estamos shockeados", dijo ayer Juan Leguizamón, con evidente rostro de decepción por la noticia recibida pocos minutos antes. "Es todo muy reciente. No tenemos nada para decir, salvo que estamos golpeados", agregó Raúl Pérez, uno de los ayudantes de Hourcade. Galarza, siempre respetuoso, es muy querido por sus compañeros.

El viaje en una camioneta desde Londres hasta Gloucester fue durísimo para Galarza, quien estuvo acompañado por Hourcade. El segunda línea quedó destrozado anímicamente cuando escuchó la resolución de White. Al llegar al hotel y verla a su mujer, ambos estallaron en lágrimas. Fue una escena durísima.

"Lo peor es que no hizo nada", dijo al pasar Hourcade, visiblemente afectado por el hecho. El mismo entrenador había dicho antes del partido con los All Blacks que en una reunión previa los habían advertido del estricto control que iba a existir de parte de la Rugby World Cup y de la World Rugby para preservar el juego limpio. Los Pumas fueron los primeros en sufrirlo.

Por reglamento, la UAR no podrá citar a ningún reemplazo, por lo que de no prosperar la apelación -hay una alta posibilidad de que la sanción quede firme- los Pumas continuarán el Mundial con 30 jugadores. Sólo se contempla esa situación en caso de una lesión.

Los criterios en las altas esferas del rugby suelen ser discutibles, ya que acciones más peligrosas que la de Galarza tienen sanciones menores. O, directamente, se omiten. Lo cierto es que a 48 horas de un partido tan importante, los Pumas sufrieron un golpe anímico muy duro. Es probable que salgan fortalecidos. Pasó en el 99. Ahora jugarán también por el Flaco Galarza.

jp