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Competir en los Juegos Paralímpicos de Tokio era el sueño de Zakia Khudadadi, una taekwondista afgana nacida en Herat hace 23 años. El golpe de Estado del movimiento talibán y el cese de operaciones en el aeropuerto internacional de Kabul se lo truncaron. Además, las fronteras con Pakistán están cerradas, por lo que no habrá manera de llegar a Tokio. Khudadadi iba a hacer historia: sería la primera mujer de su país en competir en unos Juegos Paralímpicos.
Khudadadi se entrenó en un club de varones durante su juventud, con todo lo que eso implica para una sociedad tan conservadora como la afgana. En 2016 ganó el campeonato africano de Para-Taekwondo celebrado en Egipto y fue recibida con honores a su llegada a la capital de su país, allí donde cientos de personas se subieron ayer mismo al fuselaje de los últimos aviones estadounidenses poniendo en riesgo su propia vida. Cinco de ellos murieron.
En los últimos días, el sitio oficial de los Juegos Paralímpicos publicó un perfil de Khudadadi. “Me emocioné cuando recibí la noticia de que había conseguido una wild card (invitación) para competir en los Juegos. Es la primera vez que una atleta femenina representará a Afganistán en los Juegos y estoy muy contenta”, había dicho la joven deportista, que todavía era pura ilusión. “Me sorprendió, pero también me preocupó, ya que sólo tenía dos meses para prepararme para los Juegos y casi no tenía instalaciones”, añadió.
Khudadadi, que bien podría haberse transformado en ejemplo e inspiración para otras jóvenes atletas afganas nacidas con discapacidad, se inclinó por el taekwondo tras ver luchar (y ganar las primeras medallas olímpicas en la historia de Afganistán) a Rohullah Nikpai, quien se trepó al tercer escalón del podio en Pekín 2008 y Londres 2012.
“Recuerdo claramente haber visto a Nikpai ganar medallas para Afganistán. Me inspiré en él y decidí dedicarme a este deporte y, por suerte, mi familia también me apoyó”, celebró Khudadadi en la previa de la competencia, donde estaba anotada en la categoría K44. La taekwondista debería estar hoy mismo en la capital japonesa, pero los acontecimientos políticos que sucedieron en su país la obligaron a permanecer en su país, con la incertidumbre lógica sobre su futuro.
“Desgraciadamente, y debido a toda la inestabilidad que ocurre en Afganistán, el equipo paralímpico no pudo dejar Kabul a tiempo”, confirmó a la agencia Reuters el jefe de misión del equipo de ese país, Arian Sadiqi. “Estaban realmente ilusionados antes de toda esta situación. Se entrenaron donde pudieron: en los parques y hasta en los jardines de las casas”, añadió Sadiqi. Además de Khudadadi también iba a competir el lanzador de disco Hossain Rasouli.
"This is the first time that a female athlete will be representing Afghanistan at the Games and I’m so happy.”
— Paralympic Games (@Paralympics) August 10, 2021
- Zakia Khudadadi 🇦🇫.#Afghanistan | #Paralympics | #Tokyo2020 | @NpcAfghanistan
Sadiqi, el jefe de equipo afgano, mostró toda su impotencia sobre el futuro del deporte femenino en su país. “En los últimos años se progresó mucho, tanto en los Juegos Olímpicos como en los Paralímpicos. A nivel nacional hubo muchos participantes, una gran cantidad de atletas. Durante la era de los talibanes no podíamos competir (el país ni siquiera acudió a los Juegos Olímpicos de Sydney 2000), no podíamos participar. Especialmente las atletas. Me rompe el corazón. (Khudadadi) hubiera sido la primera taekwondista afgana en participar. Era hacer historia y estaba emocionada. Zakia hubiera sido un gran modelo para el resto de las mujeres del país”, amplió Sadiqi.
Con información de la agencia Reuters.