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El partido venía tenso. En reiteradas ocasiones Nicolás Almagro se mostró ofuscado por algunos pedidos de corrección por parte de Stanislas Wawrinka. Sumado a esto, el español no podía hacer pie en un partido que fue dominado de principio a fin por el suizo.
La temperatura comenzó a crecer en el Buenos Aires Lawn Tennis, en el tramo final del segundo set.
Al ganar el noveno juego de ese parcial, el murciano realizó un gesto de reprobación hacia Wawrinka, con un dejo de soberbia. Instantáneamente, el suizo se levantó de su banco y se dirigió hacia la red para "encarar" a un Almagro cada vez más ofuscado.
El hecho no pasó a mayores. Pero a partir de ahí el partido directamente se le fue de las manos al español. El público, que un principio se mostró mayormente a favor del número once del mundo, reprobó su actitud y deliró con cada punto del suizo, como si se tratase de un argentino más.
Tras la victoria de Wawrinka por 6-3 y 7-5, en el saludo final siguieron discutiendo, pero todo terminó en un choque manos.
De esta manera, el suizo se metió por primera vez en la final del ATP de Buenos Aires, donde mañana se medirá ante el gran favorito del torneo, David Ferrer.
<b>La palabra de Almagro</b> En conferencia de prensa, Almagro se mostró reacio a las preguntas sobre lo sucedido. "Primero voy a hablar de tenis y después responderé esa pregunta", sentenció el español, recién llegado a la sala, con un evidente malestar por las preguntas del periodismo.

