Tenis insólito: el juez de silla que amenazó con sancionar a los tenistas por “gritar demasiado” durante un partido
En el Challenger de Tenerife, el umpire Poncho Ayala advirtió al argentino Rodríguez Taverna y al italiano Marcora, apenas comenzado el partido
LA NACION:quality(80)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/lanacionar/BP6F7WX7VVDMRH4G2LCMAMUNWQ.jpg)
Todo parecía estar en orden, en un panorama paradisíaco, en una cancha en Tenerife, entre palmeras y muy cerca del mar, y apenas un par de espectadores a la vista en la única tribuna lateral. No había transcurrido demasiado; de hecho, apenas se habían jugado tres games. Y en ese contexto, el juez de silla español Poncho Ayala no dudó: les reclamó al argentino Santiago Fabián Rodríguez Taverna y al italiano Roberto Marcora, que jugaban por la segunda ronda del Challenger 2 de Tenerife, que no gritaran más. Un momento insólito e inesperado, en medio de lo que parecía un cotejo de desarrollo normal, que derivó en una ardua discusión.
Con el score 3-0 en favor de Rodríguez Taverna, y tras señalar el “15-15″, el umpire exclamó “a Santiago and Roberto, yo no quiero un grito en cada punto, ¿eh?”. Se escucha al argentino que le pregunta “¿por qué?”. Y Ayala insiste: “Porque no es correcto, no es profesional. Vale, yo sólo digo”. Rodríguez Taverna le responde: “Pero si él no me está gritando a mí, ni yo le estoy gritando a él”.
“Pero no puede ser que en cada punto haya un grito, porque no es profesional”, agregó el juez de silla. “¿Pero podemos opinar? Estamos jugando por plata y por puntos”, le preguntó el argentino. Mientras, Ayala se dirigía a Marcora: “Por favor, Roberto, llevamos tres juegos y ha habido ocho gritos, no puede ser”.
:quality(80)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/lanacionar/X56DGSSRWBGLFBBEDIQMLTNE64.jpg)
“Yo estoy bien”, aseguró Taverna. Ayala dio un paso más: “¿Está bien? Vale, correcto, como yo considere que alguno se pasa, meteré código (de conducta)”, en alusión a que dispondría una sanción de warning (advertencia) si entendía que alguno de los jugadores se excedía en un festejo o grito. Allí, ambos tenistas se acercaron a la silla del umpire a reclamar: “No, no, no, pará”, le dijeron.
La discusión continuó: “¿Tu ves correcto que si tú haces un punto por un fallo, él este gritando, y luego tú estés gritando si él falla? Yo creo que tengo que pararlo”, le dijo el encargado de dirigir el partido a Marcora. Rodríguez Taverna, al lado de la silla, le reclama: “Pará, pará. ¿Dónde está en las reglas que no se puede hacer? Te estoy preguntando algo seriamente”. Poncho Ayala le respondió: “Estamos jugando al tenis. Esto, si es continuo, se considera molesto para el adversario. Yo te lo he dicho”.
El argentino le expresó: “Pero vos no me podés amenazar a mí que me vas a a poner una advertencia por festejar un punto, como si yo le estuviera diciendo algo ofensivo a él y no pasó nada”. “En este punto acabas de meter una derecha, él [Marcora] falla el revés y lo gritas”, le dijo Ayala. “¿Pero qué falla el revés, si llegó con la punta de la raqueta?”, se quejó Rodríguez Taverna. “Sí, pero llegó. Ahora, hasta aquí paramos”, finalizó el juez de silla la discusión.
:quality(80)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/lanacionar/LJLRZWJQJNFUXG5HJDTFB2TSUQ.jpeg)
Poncho Ayala, un reconocido umpire del tour, tuvo a su cargo, no hace mucho tiempo, un partido icónico: el singles más largo en la historia de la Copa Davis, que disputaron el argentino Leonardo Mayer y el brasileño João Souza, con victoria para el correntino por 7-6 (7-4), 7-6 (7-5), 5-7, 5-7 y 15-13, luego de 6 horas y 42 minutos de juego, en Tecnópolis. Tras aquel encuentro, que terminó por afectar durante varias semanas a ambos jugadores, se decidió eliminar el quinto set “largo” [con dos games de diferencia] de la Copa Davis, e incorporar el tie-break en el quinto parcial.
En definitiva, el encuentro terminó sin mayores incidentes. Lo ganó Marcora por 1-6, 7-5 y 6-3, para avanzar a los cuartos de final. Rodríguez Taverna, de 23 años, es uno de los numerosos argentinos que actúan en el circuito de challengers; ubicado en el puesto 275° del ranking, en la temporada pasada se destacó al ingresar en Roland Garros desde la qualy, y caer en una batalla de cinco sets frente a Taylor Fritz, que por entonces era el 14° del mundo.
LA NACIONMás leídas de Tenis
Punto a punto. Alcaraz vs. Djokovic: la batalla por el liderazgo del tenis mundial y un gran cruce generacional
"Libre de cáncer". Martina Navratilova reveló estar curada tras temer no poder “ver la próxima Navidad”
El final de una era. Se terminó uno de los registros más impresionantes de la historia del tenis que estaba en poder de Rafa Nadal
Un crack. Carlos Alcaraz, dueño de Indian Wells: arrasó a Medvedev y vuelve al número 1 del mundo