Una activista por los derechos de los refugiados invadió la cancha en plena final del Abierto de Australia
La persona que ingresó en el court tenía un mensaje por la detención de refugiados
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Para los refugiados, la deportación de Novak Djokovic y la prohibición de participar en el Australian Open, fueron las oportunidades perfectas para visualizar sus problemas y mostrárselos al mundo. Así como el serbio estuvo detenido en un hotel para migrantes con inconvenientes en las visas para ingresar al país, miles de personas permanecen demoradas en centros mientras se resuelve su situación legal. Algunos llevan años viviendo allí. Así fue como comenzó el torneo. Y así, también, se expresó en el final. Una persona invadió el court principal durante el partido decisivo entre Daniil Medvedev y Rafael Nadal, con un cartel que reclamaba por la controvertida situación.
La pancarta del hombre que ingresó hacía referencia a la detención de refugiados y, de inmediato, la cuenta Close the Camps publicó en Twitter un mensaje que decía: “Australia reivindica a sus héroes deportivos, pero esconde su vergüenza en los centros de detención. Es el país con la mayor tasa de encarcelamiento de indígenas, incluidos los niños, y está a la cabeza del mundo en cuanto a abusos de los derechos humanos de los refugiados en detención indefinida”.Tras detectar irregularidades en los permisos de su visado, Novak Djokovic fue demorado al llegar al aeropuerto de Melbourne. Más tarde, mientras se resolvía su situación legal, fue trasladado al Melbourne Park, un hotel en el que se hospedan los inmigrantes mientras esperan que un juez decida si puede ingresar en el país o no.
Un problema de larga data
El asesor de Amnistía Internacional Australia sobre personas refugiadas, Graham Thom, aseguró que el caso de Djokovic, puso sobre la mesa el tema de las “vergonzosas políticas” de Australia sobre refugiados.
“Djokovic ha vislumbrado por un instante lo que las personas refugiadas llevan años experimentando debido a las vergonzosas políticas del gobierno australiano sobre las personas refugiadas. Por ejemplo, Mehdi Ali, iraní de 24 años recluido en el mismo hotel que Djokovic, Park Hotel, contó a Amnistía Australia: ‘la cárcel y la miseria que se respiran en mi habitación llevan acechándome casi nueve años’”, explicó Thom.
Sin embargo, considera que el caso del número uno del mundo ha puesto “el foco” en “esta situación terrible”. “Supone una violación del derecho internacional y ha causado sufrimiento y muerte a personas cuyo único ‘delito’ era buscar seguridad en las costas australianas”, afirmó. “Las personas atrapadas indefinidamente en este sistema brutal, ya sea en los llamados ‘lugares de detención alternativos’ (APOD) dentro de nuestras fronteras o en Nauru, están sufriendo (...) Y muchas sufren traumas y enfermedades a diario debido a su reclusión”, apuntó.
“Estas personas han huido de algunos de los lugares más peligrosos del mundo y tienen derecho a la libertad, la seguridad y un futuro prometedor para ellas y sus familias. Entre ellas hay médicos, músicos, ejecutivos comerciales, trabajadores sociales y atletas. Necesitan nuestra ayuda urgente. La población australiana no puede permanecer impasible mientras la clase política mira hacia otro lado ante el sufrimiento de la gente”, continuó.
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