Un suceso social, entre funcionarios, celebridades y ex pilotos

Más que una carrera de autos, la Fórmula E es un suceso social: mucho glamour, sofisticación y, con autos eléctricos, un público diferente al que va a ver a los coches que rugen. La música que se emite por los altoparlantes tapa el silbido de los motores eléctricos. Los coches hacen más ruido cuando sus "panzas" golpean contra el piso -lo que se escuchaba perfectamente en la larga recta de la avenida Tristán Achával Rodríguez- que cuando los pilotos los aceleran. Y en el acontecimiento global, la carrera es sólo un ingrediente más.

En la grilla de partida, mientras a los autos les cargaban hielo seco para combatir la excesiva temperatura que alcanzan las baterías, se pasearon el ministro de Energía, Juan José Aranguren; el vicejefe del gobierno porteño, Diego Santilli; el ex piloto de Ferrari y McLaren en Fórmula 1 Stefan Johansson; el dos veces ganador de las 500 Millas de Indianápolis Dario Franchitti (notero de la televisación oficial de la Fórmula E); los veteranos Juan María Traverso y Osvaldo "Cocho" López, y gente de la farándula vernácula, como Horacio Cabak, Marcela Kloosterboer, Barbie Simmons, Coco Fernández, el chef Christophe Krywonis, Mónica Gonzaga, Virginia Elizalde y Amalita Amodeo Fortabat.