Según una encuesta realizada por el Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral, el cierre de exportaciones hizo caer en más de 12% un indicador sobre la confianza del campo
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El cierre de exportaciones de carne vacuna que dispuso el presidente Alberto Fernández pegó fuerte en el ánimo y en la confianza de los productores, que se derrumbó. Además, afectó las proyecciones del campo para los próximos 12 meses.
Según una encuesta del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral, en mayo pasado, mes cuando se puso el cepo a la carne vacuna, se produjo una caída en el ánimo y confianza de los productores del 12,2%. La casa de estudio tiene un indicador, en la encuesta de 400 casos, donde los valores por encima de 100 indican que las percepciones positivas superan a las negativas. En tanto, por debajo de eso ocurre lo contrario.
“Mientras que en marzo 2021 su valor era de 90 puntos, en mayo disminuyó a 79. Esto marca el fin en la senda de recuperación que había comenzado en junio 2020, cuando se tocó el valor mínimo desde el comienzo de las mediciones”, precisó el informe sobre el resultado de la encuesta.
“El cambio en el humor de los productores fue, sin dudas, el anuncio del cierre en las exportaciones de carne para reducir los precios internos. Esta medida vuelve a poner sobre la mesa discusiones del pasado y acerca nuevamente el temor de políticas que no han dado resultado”, explicó el documento.
Según el reporte, “error, desastre, desconocimiento, ignorancia, locura” fueron las palabras más mencionadas por los productores para calificar el cierre a las exportaciones.
Temores
En este contexto, consultados sobre los desafíos para los próximos doce meses, el 82% de las menciones fueron para la incertidumbre política, las retenciones y el aumento de impuestos.
“Esto ratifica que en la Argentina no se vive el mejor clima para los negocios agropecuarios. Más atrás en las preocupaciones siguen el clima (36% de menciones) y el financiamiento y el acceso a crédito (15%). Esta última ha perdido importancia relativa”, describió el estudio.
Según se detalla, los productores están en una disyuntiva. Por un lado están los precios de los granos que son buenos y son un estímulo para la actividad. No obstante, por otra parte está la incertidumbre en el frente político por las recientes intervenciones en los mercados y con el temor de futuras medidas que aumenten retenciones.
“En esa puja, que ha hecho mella en la confianza del productor, es evidente que sigue habiendo una apuesta por continuar produciendo e invirtiendo para la campaña siguiente”, precisa el reporte.
También destaca: “Sin embargo, los productores muestran un deseo por seguir invirtiendo y manteniendo el paquete tecnológico aplicado para la próxima campaña. La mitad de los consultados sostuvo que invertirá en tecnología lo mismo que la campaña pasada (semillas, agroquímicos y fertilizantes, principalmente). Más aún, un 40 % de los encuestados plantea incrementar la inversión, pudiendo esto estar asociado al incremento de costos previamente mencionado (por suba de insumos)”.
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