La suba de derechos de exportación propuesta en la ley ómnibus, que fue tratada en el Congreso, pone en jaque a varias economías regionales
El capítulo agro de la ley ómnibus que se trató en la madrugada del miércoles en Diputados, con la participación del secretario de Agricultura, Fernando Vilella, pudo haber sido considerado como una verdadera “hoja de ruta” para los próximos años en la actividad. Sin embargo, el contraste entre los propósitos expuestos por Vilella y los objetivos del proyecto de ley dan cuenta de un camino sinuoso y lleno de dificultades para esa “hoja de ruta”.
En su exposición, Vilella reiteró la visión sobre la “bioeconomía” y la intención de llegar a duplicar las exportaciones del agro y agregar valor. Defendió la eliminación de las trabas al comercio, pidió la aprobación del capítulo de adhesión a la Upov 91, para favorecer la inversión en genética, y destacó la necesidad de ampliar los acuerdos de comercio internacional.
Pero, ante las preguntas de los diputados, defendió la necesidad de incrementar los derechos de exportación (DEX) de tres puntos porcentuales para el trigo y el maíz, dos para la harina y el aceite de soja, y llevar al 15% los de un conjunto de productos que van desde las carnes vacuna, porcina y aviar hasta los que abarcan las economías regionales (con excepción del vino y el aceite de limón al 8%). En este grupo hay excepciones para 18 complejos que quedarán en cero por ciento de DEX.
“No es lo que queremos”, dijo en referencia al presidente Javier Milei y al ministro de Economía, Luis Caputo”. Y añadió: “es una emergencia frente a una eventual hiperinflación”.
En su participación, Vilella apeló a la herencia recibida, al recordar que había US$50.000 millones en importaciones no autorizadas, 45% de pobres y que había que encontrar instrumentos para equilibrar la economía. Otro de sus argumentos fue que por las retenciones, los consumidores tendrán un “precio menor” de los alimentos. Esta idea es un espejo de quienes hablaban de la defensa de la “mesa de los argentinos” en la década pasada.
El titular de la cartera agrícola, además, destacó que un conjunto de productos agropecuarios que no tendrán subas de los DEX son los únicos de la economía que mantendrán la alícuota en cero. Además, recordó que el exministro Massa había dispuesto la baja de los DEX cuatro meses antes de las elecciones generales.
“Está muy bien el diagnóstico, la teoría, pero en la práctica están haciendo todo al revés, con los DEX no se permite ninguna previsibilidad”, dijo el diputado Luis Picat (UCR Córdoba). Para ilustrar, el legislador utilizó un ejemplo de su provincia. Destacó que las retenciones a la alfalfa afectarán la exportación de fardos que se hace desde la localidad de Calchín (famosa por ser la cuna de Julián Álvarez, campeón del Mundo con la Selección en Qatar 2022). “Para recaudar apenas 1,5 millones de dólares se complica a un pueblo de 7000 habitantes en el medio de Córdoba que exporta por casi 75 millones de dólares”, destacó.
Picat, no obstante, reconoció algunas medidas que adoptó el Gobierno como la eliminación de las trabas para exportar, el DNU por los warrants, la unificación en el status sanitario y el apoyo a la inversión en tecnología por la adhesión de la UPOV 91.
El también radical Atilio Benedetti, de Entre Ríos, advirtió que el aumento de los DEX para los cereales coincide con que una brecha cambiaria que ya supera más de 40% y los insumos tienen un aumento de precios por la suba al 17,5% del Impuesto País. Vilella, en el turno de las respuestas, recordó que la brecha cambiaria fue muchísimo más elevada durante el gobierno anterior. Benedetti, además, recordó que habrá un impacto negativo sobre la avicultura, el principal generador de empleo privado en Entre Ríos.
Con otra visión del pasado, los legisladores de Unión por la Patria defendieron el fideicomiso a la harina y las trabas a las exportaciones de carne del gobierno anterior como mecanismos de defensa de los consumidores. Las evidencias sobre manejos irregulares y la nula efectividad del cepo a los cortes vacunos siguen siendo pasadas por alto en ese segmento de la oposición.
Más allá de la defensa que hizo Vilella al paquete que llegó desde Economía, el secretario dijo que se seguía analizando el impacto de la suba de los DEX en otras cadenas del agro y puntualizó que, en definitiva, la decisión final también estará en manos de los legisladores. En otras palabras, todavía hay una ventana abierta para seguir haciendo correcciones.
Hasta ahora picó en punta el Consejo Agroindustrial que a mitad de semana le solicitó una audiencia a Milei y a Caputo para evitar la suba de los DEX. Empezó el tiempo de descuento.
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