Diseño de autor en sábanas, manteles y almohadones
Historias que pueden enseñar cómo iniciar una actividad propia
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Luego de estudiar diseño de indumentaria y textil en Estados Unidos y sumar experiencia laboral en el rubro blanquería, Romina Dabul volvió a la Argentina porque extrañaba a sus afectos y porque quería desarrollar su propia empresa. Un tiempo después nació Shynka, una firma de diseño especializada en ropa de cama, almohadones y mantelería.
"Vi que en la Argentina faltaba mucho en blanquería, porque la mayoría de las cosas que se hacen son muy estándar. Faltaban productos con calidad superior y en los que se destacara el diseño de autor", explicó Dabul. Con una inversión inicial de 20.000 pesos, armó un showroom en un departamento del barrio de Belgrano y lanzó sus primeras colecciones.
Los primeros clientes surgieron a partir del envío de mails a todos sus conocidos. Luego fue el rumor su herramienta de difusión más poderosa. La firma está en el mercado desde hace un año y medio. Hasta ahora, la facturación mensual promedia los $ 25.000 mensuales.
La semana próxima, Shynka abre su primer local a la calle, en Gorriti 4812, en el barrio de Palermo, y espera aumentar sus ventas considerablemente con más llegada al consumidor final. Además, trabaja con hoteles boutiques que buscan diferenciarse de las cadenas masivas en diseño y en los detalles.
"El showroom tiene un techo y limita por la incomodidad de tener que arreglar la cita con anterioridad. Ahora quiero estar a la calle para que más gente consuma la marca", explicó Dabul. Y destacó que no hace cosas estandarizadas y nunca repite la misma línea.
Atención personal
Estampados y bordados se combinan en un sinfín de colores por las paredes del showroom . Para cada cliente, dispone de más de una hora para mostrar y armar las distintas posibilidades de combinaciones. "La gente está desesperada por tener diseño; acá hubo mucha cosa masiva y hoy la gente busca diferenciarse", comentó Dabul.
Los costos en este tipo de productos son más altos porque se trabaja con cantidades menores. Un almohadón tiene un precio promedio de $ 200. En el caso de los acolchados, terceriza su confección y ella se ocupa de personalizarlos. Mantas, pies de cama, repasadores, individuales y manteles forman parte de la oferta textil. Próximamente, también incorporará alfombras y carpetas.
Dabul trabajó en Estados Unidos en una compañía que tenía muchas licencias de blanquería. "Me gustó el hecho de diseñar las telas y luego el producto final", contó. Apenas retornó a la Argentina, en 2006, tuvo un breve paso por el diseño de indumentaria, pero no le gustó la experiencia.
En un comienzo, Shynka trabajaba más que nada con telas importadas. Por las complicaciones para importar, hoy busca hacer los desarrollos localmente. "Busqué la forma de hacer las telas acá; no es simple porque hay pocas máquinas con la capacidad", contó Dabul. En cuanto a la materia prima, hay especial atención para que, desde las telas hasta el relleno de los almohadones, sea de máxima calidad y, en lo posible, lavable.







