Macri nombró a un nuevo inspector general de Justicia

La Inspección General de Justicia (IGJ) tiene un nuevo titular: el abogado especialista en sociedades Sergio Brodsky, de reconocida trayectoria académica tanto a nivel nacional como internacional. Así lo confirmaron a LA NACION fuentes del Ministerio de Justicia, del Colegio Público de Abogados de la Capital Federal y de la Universidad de Buenos Aires, donde se desempeñaba como subdirector académico y ejerce la docencia en derecho comercial. Lo secundará el abogado Osvaldo Norte Sabino, socio del estudio jurídico Marval O ?Farrell, Mairal, especialista en mercado de capitales, sociedades fusiones y adquisiciones.

Ambos fueron elegidos por el ministro de Justicia, Germán Garavano, quien pretende dar un giro de 180° en el funcionamiento del organismo. Sus objetivos serán "transparentar el funcionamiento del organismo, ya que la gestión anterior se caracterizó por omitir la reglamentación, restringir el acceso a la información e incluso hacer desaparecer legajos de sociedades claves", enumeraron asesores del titular de Justicia.

Brodsky y Norte Sabino, que gozan del respeto de sus pares, deberán "oxigenar" el organismo tras la intervención de los dos últimos inspectores, Rodolfo Tailhade y Martín Cormic, integrantes de la agrupación kirchnerista La Cámpora.

Allegados al ministro dijeron que la IGJ tomará "de manera urgente" tres medidas fuertes para iniciar la gestión. En primer lugar, impulsará el registro de las entidades con mayor agilidad, en un trámite simplificado y electrónico para hacer la vida más fácil a emprendedores y empresas. En segundo término, buscará la transparencia de la información y, en tercer lugar, llevará a cabo una fiscalización. "Hay un atraso y demora en los trámites nunca visto antes en el organismo y un cepo informativo, que es lo más grave e impide la entrega de información de las empresas, además de fomentar la corrupción y el amiguismo", explicó Silvina Martínez, ex directora de Regulación Nacional de Sociedades, quien fue desvinculada de su cargo en 2012, cuando se negó a bloquear información sobre la ex imprenta Ciccone Calcográfica, por la que se procesó al ex vicepresidente Amado Boudou.

"Será una tarea muy difícil la que tendrá el nuevo inspector porque, por lo menos desde el 2011, se viene arrastrando esta corruptela. El anterior gobierno nombró a más de 600 personas antes de irse. Y por más que descabecen al actual titular, hay mucha gente adentro que sigue respondiendo a la gestión anterior", continuó Martínez.

Ricardo Nissen fue uno de los profesionales alineados al kirchnerismo que impulsó modificaciones para luchar contra la corrupción societaria entre 2003 y 2005, pero, tras su desplazamiento, la debacle fue la regla, dijeron profesionales consultados que pidieron reserva.

"Antes, la IGJ tenía un control muy liviano sobre las sociedades y partía de la base de que a todas las constituidas en el extranjero había que darles receptividad como si todas supusieran capital de inversión genuina en la Argentina", detalló Nissen a LA NACION.

"Mi gestión se basó en hacer la diferenciación seria de las empresas extranjeras que vienen de lugares industrializados de las sociedades off shore que vienen de paraísos fiscales y que viene encubriendo todo tipo de delito o actuaciones dolosas o fraudulentas", sentenció.

"No estoy ni estuve de acuerdo en la restricción de la información, ya que por ley debe ser de libre acceso a todos los ciudadanos. El problema más grave es que se utilizaba esta información para denostar a los funcionarios. No condice con la razón del organismo", concluyó Nissen.