Erik Hoeg, embajador de la UE en la Argentina: “Es importante respetar el derecho internacional ante una posible intervención en Venezuela”
En su primera entrevista como jefe de la delegación europea en el país, el diplomático danés da su mirada sobre el gobierno de Milei y expone las diferencias entre Washington y Bruselas
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Erik Hoeg llegó a la Argentina desde Colombia hace algo más de tres meses, pero todavía no pudo salir de Buenos Aires. El nuevo embajador de la Unión Europea en el país sigue a un ritmo vertiginoso las noticias de su nuevo destino, pero la coyuntura internacional también le demanda atención, con un presidente de Estados Unidos que dejó al borde del abismo una alianza histórica, y mientras se prepara para una semana clave para el acuerdo Mercosur-UE. En este contexto, no le queda tiempo para turismo.
En sus palabras, Hoeg, de 58 años, refleja el clima de decepción y distancia que se vive en Bruselas en relación a Donald Trump, especialmente tras la publicación de su estrategia nacional de seguridad, en la que se refirió en duros términos a Europa, e incluso anticipó una posible “desaparición de la civilización” en el Viejo Continente.
Para este diplomático con más de 25 años de experiencia –la mayoría como representante de Dinamarca, su país, aunque actualmente embajador para la Unión Europa-, la histórica alianza entre Washington y Europa está atravesando un “punto de inflexión”.
“La Unión Europea no quiere injerencia en asuntos sobre cuál es la política adecuada porque somos sociedades democráticas”, responde a LA NACION, en su primera entrevista desde que llegó a la Argentina.
Siempre en línea con las autoridades del bloque europeo, también marca diferencias con el enfoque de Estados Unidos hacia la guerra en Ucrania, al sostener que no se debe “premiar” a Rusia, y, sobre Venezuela, dice que “es importante mantenerse dentro del derecho internacional en temas de una posible intervención”, en momentos en en Washington se debate la legalidad de los ataques a las lanchas presuntamente del narcotráfico en el Caribe y en el Pacífico.

En relación a la Argentina, Hoeg elogia el rumbo económico de la gestión de Javier Milei y celebra el reciente anuncio de la reapertura de la embajada de Dinamarca en la Argentina, justo después de la venta desde Copenhague de los cazas F-16.
“Refleja el peso de la Argentina a nivel político, y también algunas perspectivas económicas que dan optimismo”, dice en perfecto español, que se lo atribuye a su mujer de hace 23 años, española, aunque apuesta a incorporar “el castellano rioplatense” en sus cuatro años en el país. Fue con su esposa justamente con quien había viajado por primera vez a la Argentina hace tres años. En ese momento sí tuvo tiempo para el turismo: visitó Buenos Aires, Salta, Iguazú y Córdoba.
–¿Cómo fueron los primeros contactos con el gobierno argentino? ¿Qué oportunidades ve en la relación con la Unión Europea?
–Hay lazos ya muy establecidos. Tengo la suerte de venir en un momento donde ya había una red de contacto fuerte y proyectos de interés común avanzados. Somos uno de los importantes donantes en la Argentina, con unos 8 millones de euros desembolsados este año en proyectos de cooperación, que para un país con el PBI de Argentina es una suma considerable. El país me recibió bien, con buenos contactos con el Gobierno y mucha interacción con la sociedad civil, los gremios, la industria y los distintos partidos.
–¿Cuáles son hoy las principales áreas de cooperación?
–Con un programa europeo que se llama Global Gateway trabajamos mucho en temas de energía, minería, materias primas críticas, como litio, por ejemplo, que son esenciales para nosotros. Estamos trabajando en tema de infraestructura, de movilidad, con enfoque sustentable, y de seguridad, a través de varios programas regionales. Vengo también con la ambición de impulsar las inversiones europeas aquí. La Unión Europea se da cuenta que la Argentina sigue siendo un socio muy relevante, del G-20, con mirada hacia la OCDE, con ambición de ser parte del Occidente global en su política de defensa, con una estabilización de la economía, y ojalá entonces también a mediano plazo más decisión de inversiones. Hoy la Unión Europea ya es en su totalidad el inversor más grande en el país, con más de 800 empresas y alrededor de medio millón de empleos directos de empresas europeas.
–¿Ve interés desde el sector privado europeo en la Argentina o cree que todavía están evaluando los resultados de la gestión Milei?
–La percepción se va notando. El riesgo país está allí y obviamente las empresas europeas quieren asegurarse que haya una estabilidad al mediano plazo. Nosotros vemos un interés, hay temas de que tienen que ver por ejemplo con la financiación, que todavía no es tan fácil, pero eso irá cambiando mientras la Argentina siga en un paso de baja inflación y de superávit fiscal. Pero sí, pensamos que hay interés y por eso estamos ahora armando en conjunto un foro empresarial Argentina-Unión Europea para 2026. Y tenemos también la esperanza de que se firme el acuerdo Unión Europea-Mercosur, que crearía la más grande área de libre comercio, de 700 millones de personas, y ayudaría muchísimo a nuestras empresas y a nuestros ciudadanos.
–En ese sentido, ¿cómo ve la fecha del 20 de diciembre para la firma del acuerdo en Brasil? ¿Le parece realista o muy optimista?
–Es la fecha que tenemos. Vamos a ver. Somos una un grupo de países con normas claras y con funciones democráticas. La persona que representaría a la UE en este evento sería Ursula von der Leyen, la presidenta la Comisión Europea, y ella necesita el mandato del Consejo de los Estados miembros. Es un proceso donde debe haber consenso, y esa votación sería pocos días antes. Entonces, estamos un poco a la espera que deciden nuestros gobiernos democráticos. Pero pienso que estamos ya en la recta final y que sería muy beneficioso para las dos regiones. Ojalá sea lo antes posible.
–Esta semana se anunció la reapertura de la embajada de Dinamarca en el país, cerrada en 2022, para el año que viene. ¿Qué dice esa decisión sobre los vínculos de la Argentina con los países de la UE más allá del bloque?
–Yo en ese momento no represento Dinamarca, pero está claro que esas decisiones normalmente reflejan una valoración de la intensidad de las relaciones políticas de cooperación además del potencial comercial. Y obviamente lo que se percibe como un cambio de la economía argentina, además de un posible acuerdo UE-Mercosur, es un incentivo más. Pienso también que el tema de venta de aviones ha creado más diálogo con el gobierno Milei y posiblemente también ha influido en la decisión danesa. Es muy bienvenida la decisión: nosotros somos el equipo de Europa, y ahora habrá 22 embajadas del bloque en el país, que es un número muy alto en cualquier parte del mundo. Entonces, refleja en general el peso de la Argentina a nivel político, regional, global, G-20 y también algunas perspectivas económicas que dan optimismo.
Más Europa en Argentina! Hoy el gobierno de Dinamarca 🇩🇰 anunció que reabrirá su embajada en 🇦🇷.
— Erik Høeg (@erikhoeeg) December 6, 2025
Serán 22 los países de la UE 🇪🇺 con embajada permanente en 🇦🇷.
El futuro “Equipo Europa” aquí:
🇪🇺🇩🇪🇦🇹🇧🇪🇧🇬🇭🇷🇨🇾🇩🇰🇪🇪🇫🇮🇫🇷🇬🇷🇮🇪🇮🇹 🇱🇻 🇱🇹🇳🇱🇵🇹🇷🇴🇸🇰🇸🇮🇪🇸🇸🇪https://t.co/PHfFac2w2u https://t.co/JvsyRyIjXG
–Europa está pasando un momento particular en su vínculo con Estados Unidos, especialmente tras la publicación de la estrategia de seguridad de Trump. ¿Cómo se vive desde Europa este momento de tensión con un histórico aliado como Estados Unidos?
–Vamos a ver. De tensión… sigue habiendo cooperación también con Estados Unidos en muchas áreas, pero obviamente estamos en un periodo a nivel más global, sin entrar ahora en Estados Unidos, en que están cambiando la naturaleza de las relaciones. En cuanto a las observaciones concretas de la nueva estrategia norteamericana, los líderes europeos han tenido comentarios bastante claros: primero habló Antonio Costa, el presidente del Consejo, y luego Von del Leyen, la presidenta de la Comisión, que dijo que “nadie debe interferir en los asuntos de la UE”. Está claro que la Unión Europea no quiere injerencia en asuntos sobre cuál es la política adecuada porque somos sociedades democráticas. Respetamos la opinión de cualquiera, pero Costa y Von der Leyen dejaron en claro cuáles son los límites de un discurso apropiado entre aliados. Porque con Estados Unidos seguimos en la OTAN, seguimos teniendo cooperación, hicimos un acuerdo importante de comercio hace unos meses, y hay cierta manera de dialogar que nos parece que es que la más adecuada para tener una relación fluida.
–¿Cree que este es el peor momento de la relación entre Estados Unidos y Europa?
–No sé si se hablaría de peor momento, pienso que es un momento de inflexión. Es un momento donde hay cambios en la fuerza relativa a nivel global. En un mundo que ya dejó la Guerra Fría atrás, veo una reconfiguración. Estamos pasando un momento donde el diálogo es más directo, digamos, y hay división, hay opiniones distintas en algunas áreas. Pero si miramos atrás, hubo varias fases en los que la Unión Europea y Estados Unidos no estuvieron siempre alineados al 100% sobre varios temas. Entonces pienso que el hecho de que entre aliados haya cierta divergencia en algunos asuntos o que salgan cierto tipo de debates, no me parece que sea algo extraordinario.

–Uno de esos puntos de divergencia es Ucrania. ¿Usted se imagina finalmente un acuerdo con el plan de paz propuesto por Trump, que primero fue bien recibido con Rusia, pero no por Ucrania ni la UE? ¿Cómo ve las perspectivas de esas negociaciones, con una contrapropuesta europea?
–Recibimos bien las iniciativas de Estados Unidos porque cualquier impulso a la paz es bienvenido. Está claro que la guerra es un drama para Europa y antes que todo para Ucrania. La Unión Europea ha dejado claro cuáles son nuestras bases: primero, ningún proceso de paz europea sin los europeos. Entonces, líderes europeos han estado dialogando con Estados Unidos y con Ucrania. Segundo: ninguna paz en Ucrania sin Ucrania, que es el país que fue víctima de una agresión. Y otro elemento importante es llegar a un cese al fuego como precondición para seguir las negociaciones. La Unión Europea ha marcado de alguna manera la cancha de lo que nosotros vemos, en donde se tienen que jugar este partido muy importante para la paz de Europa y vamos a ver con optimismo, pero con interés, qué es lo que pasa. No es un proceso fácil. Lo importante también para la Unión Europea es que no se premie un país de agresor, como es la Federación Rusa.
–Trump ha dicho que Ucrania probablemente tenga que ceder parte de su territorio para poder llegar a un acuerdo con Rusia. ¿Comparte esa mirada?
–Vuelvo al tema de antes: el pueblo ucraniano es el que tiene que decidir lo que el gobierno ucraniano, que es un gobierno elegido de manera democrática, liderado por el presidente Volodimir Zelensky, defina sobre el acuerdo de paz que le parece conveniente a una situación muy difícil.

–Esta semana María Corina Machado llegó a Europa tras salir de la clandestinidad en Venezuela mientras que Trump dice que Nicolás Maduro tiene los días contados. Desde la Unión Europea, y a partir de su experiencia en la región, ¿cómo ve la situación en Venezuela?
–Vemos una situación de tensión. Yo fui acreditado ante Venezuela también, cuando era embajador de mi país en Colombia, y he visitado Caracas. La Unión Europea tiene unos principios que están guiando nuestra política en Venezuela, y una de ellas es que está claro que el actual régimen de Maduro ha perdido mucha legitimidad, hubo elecciones que no fueron democráticas. Entonces es un tipo de gobierno que no es un aliado natural para la Unión Europea. Sin embargo, pensamos que es importante tener una presencia en Venezuela en una delegación europea, seguir contacto con la sociedad civil, con los actores relevantes. Pensamos también que es importante mantenerse el derecho internacional en temas de una posible intervención, ¿no?
–En ese sentido, ¿cómo ven los bombardeos de Estados Unidos en el mar Caribe?
–Hay un problema de seguridad y luego, del otro lado, del derecho internacional. Para nosotros el derecho internacional realmente es importante. Y también porque son dinámicas un poco distintas, porque está Venezuela, pero ha habido también acciones sido en el Pacífico. Entonces son dos temáticas que en cierta manera se sobreponen, pero que también son distintas.
–En Oslo, Machado pidió ayuda de la comunidad internacional para una transición en Venezuela. ¿Ustedes se imaginan siendo parte de esa ayuda?
–María Corina Machado es una persona que representa un espíritu democrático muy fuerte. Yo pienso que la Unión Europea de principio siempre está a favor de procesos que llevan a más democracia. Hay que ver el cómo, el cuánto, etcétera. En muchas partes del mundo, la UE apoyó procesos democráticos o por petición de los gobiernos mismos o en periodos de transición. Me parece que las declaraciones de la UE sobre el apoyo a la oposición democrática venezolana ha sido consistente no solo con María Corina Machado, pero también anteriormente, con otros líderes opositores, algunos de los cuales se refugiaron en Europa, por cierto.
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