Revuelo en Italia tras el bloqueo a la flotilla que iba a Gaza: protestas, huelga y críticas a la postura de Meloni
La primera ministra, que definió “irresponsables” a los participantes de la iniciativa humanitaria interceptada por Israel, también cuestionó a los sindicatos por el paro convocado para el viernes
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ROMA.- “Si bloquean la flotilla, bloqueamos todo”, había sido la advertencia de la multitud en la última y masiva manifestación en solidaridad con Gaza que hubo en Italia, el 22 de septiembre pasado. Y cumplieron. Desde que las embarcaciones de la Global Samud Flotilla -donde había unos cuarenta italianos-, fueron interceptadas por fuerzas israelíes este miércoles por la noche, estallaron decenas de protestas en estaciones ferroviarias, de metro, plazas, puertos y aeropuertos de toda Italia que continuaron este jueves.
El principal sindicato de trabajadores llamó a una huelga general para este viernes en protesta por el “abordaje ilegal israelí” a la flotilla y “por el fin del genocidio en Gaza”, que se sumará a otra masiva manifestación que se había convocado hace tiempo para este sábado en esta capital.
Todo esto, en un clima cada vez más tenso por las polémicas declaraciones de la primera ministra de derecha, Giorgia Meloni. Si ya este miércoles había provocado revuelo al definir unos “irresponsables” a los participantes de la Global Samud Flotilla, porque ponían en riesgo el plan de paz de su amigo, Donald Trump, este jueves fue más allá y atacó duramente la huelga general convocada para mañana por la Confederación General Italiana de Trabajadores (CGIL) y la Unión Sindical de Base (USB): “Me hubiera esperado que los sindicatos no convocaran una huelga general, al menos por un tema que consideraban tan importante [como Gaza] un viernes. El fin de semana largo y la revolución no van de la mano”, disparó la premier, desde Copenhague.
“Sigo pensando que todo esto no le lleva ningún beneficio a los pueblos palestinos, mientras que, en cambio, le llevará muchos malestares al pueblo italiano”, agregó, al dejar en claro, por otro lado, que la cancillería estaba siguiendo el minuto a minuto de la intercepción de las embarcaciones de la flotilla y que se estaba ocupando de los cuarenta italianos detenidos por Israel para que pudieran regresar lo antes posible al país.
“Ofensa”
Las palabras de Meloni inflamaron un ambiente ya caldeado. “La premier debería mostrar respeto por quienes pagan impuestos y trabajan. Decir que la huelga es una forma de conseguir un fin de semana largo es una ofensa”, reaccionó el secretario general de la CGIL, Maurizio Landini.
“Los valores de la democracia, el derecho de las personas a vivir en paz, están en juego. Una persona normal y un sindicato basado en valores no pueden quedarse de brazos cruzados”, añadió, al recordar que “en 1943, para decirle no a la guerra, fueron los trabajadores quienes utilizaron la huelga como herramienta” para restaurar la paz y la democracia.
En una jornada en la que el canciller, Antonio Tajani, debió presentarse ante el Parlamento para referirse justamente a Gaza, también Elly Schlein, líder del Partido Democrático (PD), el principal de la oposición de centroizquierda, salió con los tapones de punta.
“La primera ministra ha desatado su garrote contra los activistas de la flotilla”, mientras que en Gaza “guarda silencio para no pelearse con Netanyahu”, acusó. “Que Meloni deje el garrote y trate de ser la primera ministra de este país, especialmente ahora que se vislumbra un atisbo de paz”, añadió.
“No hemos escuchado ni una sola palabra de condena ni crítica” respecto a los “actos de piratería en aguas internacionales” de Netanyahu contra la flotilla, a diferencia de otros gobiernos, remarcó. “Las voces de quienes en Italia no quieren ser cómplices se han levantado con claridad”, y “es inaceptable que el gobierno intente acallar su clamor. Dejen de criminalizar cada calle”, continuó, refiriéndose al ataque de Meloni a la huelga. “¡No toquen los derechos de los trabajadores!“, sumó.
Ya en la víspera, las palabras de Meloni contra los “irresponsables” de la flotilla habían causado indignación. “No entiendo esta insistencia irresponsable. Está asumiendo ribetes incomprensibles en estas horas, porque es una fase en la que todos deberían comprender que ejercer la responsabilidad es quizás lo más útil que se puede hacer para aliviar los sufrimientos del pueblo palestino. Pero, quizás, los sufrimientos del pueblo palestino no eran prioridad”, dijo Meloni, horas antes de que las embarcaciones fueran interceptadas.
Esas palabras provocaron la inmediata reacción de Maria Elena Delia, vocera italiana de la flotilla: “Las personas que están a bordo se merecen respeto. Los gobiernos no han hecho nada, somos nosotros que pedimos responsabilidad a las instituciones”.
No se quedó atrás el expremier Giuseppe Conte, líder del Movimiento Cinco Estrellas (M5E), que amén de definir como “valientes” a los activistas de la flotilla, llamó a la premier a “dejar de insultar a quienes se levantan en contra de uno de los mayores crímenes de la historia reciente”.
Palabras similares pronunció Giancarlo Perego, arzobispo de Ferrara y presidente de la comisión dedicada a los migrantes del episcopado italiano. “La premier italiana insulta a los ciudadanos, pero la flotilla es la señal del fracaso de Europa y de la ONU”, que no fueron capaces de presionar al gobierno israelí para que se le pusiera fin al desastre humanitario de más de 2 millones de personas en la franja de Gaza, indicó, en una entrevista con el diario La Stampa.
Da Ministro dei Trasporti farò tutto il possibile per garantire che domani l’Italia non scenda nel caos. Se poi qualcuno manifesterà, sciopererà ugualmente, aggredirà, bloccherà, ne pagherà penalmente le conseguenze. E ribadisco l'importanza di approvare la proposta della Lega.… pic.twitter.com/Eco0EWaXap
— Matteo Salvini (@matteosalvinimi) October 2, 2025
Mientras las noticias de manifestaciones y protestas en solidaridad con Gaza y en contra del bloqueo de la flotilla se multiplicaban en las principales ciudades de Italia, -una incluso generó por la noche caos de tránsito en esta capital-, también Matteo Salvini, aliado de Meloni, que es vicepremier y ministro de Transportes, se manifestó en contra de la huelga general de este viernes. “Haré todo lo posible para garantizar que mañana Italia no se hunda en el caos”, adelantó, en su cuenta de X, el líder de la xenófoba Liga. “Si después alguien se manifestará o hará huelga igual, agredirá, bloqueará, pagará penalmente las consecuencias”, advirtió.
Al comentar las protestas que bloquearon el aeropuerto de Turín, Salvini siguió echando leña al fuego: “ocupar la pista de un aeropuerto, causando problemas y malestar a trabajadores y viajeros, no tiene nada que ver con la situación en Gaza: estos no son pacifistas, sino delincuentes”.
Lo cierto es que, en un golpe de escena, a media tarde y tras una reunión, la Comisión de Garantía de Huelga declaró ilegal el paro convocado para este viernes, por falta de preaviso.
No obstante, el secretario general de la CGIL, Landini, confirmó la medida: “nuestra huelga es plenamente legítima porque la hemos convocado respetando la ley que prevé que ante violaciones constitucionales, se puede hacer paro sin preaviso”, explicó. Y aseguró que “no se están respetando nuestras normas constitucionales, no han sido tutelados nuestros connacionales arrestados por Israel en aguas libres”.
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