Carolina Nuin, sobre su separación de Fabián Doman: "Es imposible vivir con alguien que no te habla"
La ex del periodista habló sobre su ruptura, su tristeza, su cambio de vida y cómo confía en volver a enamorarse
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Hace un mes que se separó de Fabián Doman y está recuperándose de a poco. Carolina Nuin me cita en su casa de Castelar, me da las indicaciones para llegar y me recibe en un living que parece salido de una revista de decoración. Es mucho más linda y más dulce que en las fotos. Enseguida se pone a hablar del tema, sin reparos.
-¿Cómo estás?
-Estoy, estoy… De a poco, voy mejorando. Es difícil. Yo nunca había pasado una separación. Es la primera vez que convivo con alguien y me separo. Tengo días que no me quiero levantar, que me cuesta horrores... Y tengo días en que digo "hoy arranco con todo".
-Ya pasó un mes.
-Sí. La primera semana estuve muy mal.
-¿No te veías venir la separación?
-Me lo veía venir, pero por mí, no de parte de él. Me sorprendió mucho cómo reaccionó él.
-¿Cómo?
-Como si él también lo estuviera esperando.
-¿Pensás que él empezó a tener actitudes de desamor para que seas vos quien lo deje?
-Sí. Yo le planteé varias veces que sentía que no me prestaba atención. Yo entiendo el trabajo, no soy una mina que persigue, que llama cuarenta veces... al contrario. Hablo de la falta de atención en cuanto a compartir algo, a una charla, a un abrazo, a ese tipo de cosas. En los últimos quince días se lo planteé varias veces y él no cambió su actitud. Yo llegaba a casa y ni nos hablábamos. No cruzábamos ni dos palabras... Llega un momento en que es insostenible.
-¿Vos le hablabas y él no contestaba?
-Al final de la relación era raro. Yo intenté varias veces que se acerque, que se abra, pero no pude y es imposible vivir con alguien que no te habla.
-¿Vos le planteaste la separación y él enseguida dijo que sí?
-Yo le dije: "Estoy mal, me voy, me quiero separar". Y él me contestó: "Bueno, está bien, si es lo que querés, andá". Yo esperaba una charla, algo. Pero ahora viéndolo y escuchándolo hablar en televisión, me doy cuenta de que no quería saber más nada.
-¿Qué dijo exactamente?
-No es algo puntual que haya dicho. Es la forma, como si no sintiera nada. Quizás lo hace como modo de protegerse, para no sufrir. Hay gente a la que le pasa eso. En una época, yo era así, pero después me dí cuenta de que no se puede vivir sin expresar lo que sentís.

-¿Entonces la separación fue abrupta? ¿Te fuiste así, sin mediar palabra?
-Y sí. El viernes 13 de febrero exploté y al día siguiente me fui.
-¿Fue una conversación a los gritos?
-No. Nunca gritamos. En los tres años que estuve con él nunca gritamos. Y ese día, cuando le dije que me quería separar, ya era de noche. Entonces le dije: "Mañana me voy y en la semana paso a buscar las cosas". Y me contestó: "Bueno, está bien".
-¿Cómo pasaron esa noche?
-Dormimos cada uno en un cuarto distinto. Yo lloraba y mi hija estaba conmigo. Al día siguiente me levanté, agarré dos valijas y me vine a mi casa de Castelar.
-¿Lo saludaste antes?
-No lo iba a saludar porque pensé que estaba durmiendo, pero al final lo saludé. "Bueno, me voy", le dije. "Chau, chau". Y desde ese día nunca más me llamó para ver cómo estaba, ni para ver cómo estaba mi hija, ni para ver si me había arreglado bien, si había conseguido vacante para la nueva escuela de mi hija...
-El dijo que le daba pena separarse por la nena.
-No lo creo.
-¿Tu hija está bien?
-¡Está feliz porque nunca se involucró con él! Por suerte. Ahora agradezco que haya sido así. Si ella si hubiera involucrado con él, todo hubiera sido más difícil. Mi hija tiene siete años y se daba cuenta de que la relación no funcionaba. Es súper madura.
-¿Le explicaste?
-Sí, le dije que nos íbamos a separar porque no estábamos bien y nunca más me preguntó nada. Tampoco me pidió llamarlo o mandarle un mensaje.
-¿Lo ven en la tele?
-No, no. No lo vemos. Ella está en la escuela y yo a esa hora estoy trabajando. Y no soy masoquista, no me voy a poner a verlo.
-¿Doman era un tipo de darte celos?
-¡Para nada! No era un tipo que salía de noche, ni estaba en actitudes sospechosas con el celular. Los teléfonos de él siempre estaban ahí arriba... Y él también era cero celoso conmigo.
-¿Por qué pensás que se quiso separar?
-Se habrá desgastado la relación con la convivencia, puede pasar. Porque la realidad es que no había discusiones...
-Dijeron que vos querías tener más hijo y él no.
-Yo ya sabía de entrada que no quería, a él los chicos no le gustan y cuando empezamos con la relación se habló del tema. Yo tampoco quería, no me veo con un bebé. No fue ese el motivo de la separación.
-¿Te arrepentís de haberte ido a vivir con él? ¿Tendrían que haber seguido como novios?
-Tomamos la decisión de irnos a vivir juntos por la distancia y porque teníamos horarios muy distintos. Era imposible vernos. Y al principio estuvo todo bien... Bueno, hasta hace un mes y medio.
-¿Qué te enamoró de Doman?
-Que era súper caballero, inteligente, me mandaba flores... Para que yo esté con alguien, lo tengo que admirar, no voy por la parte física de un hombre. Y las charlas con él eran interesantísimas.
-¿Cómo fue exactamente el encuentro?
-El me vio en un asado que organizó una pareja amiga que teníamos en común. Yo vivía en el mismo country que ellos y siempre iba los fines de semana.
-¿El pidió tu teléfono?
-No. Nos volvimos a ver en una cena que organizaron ellos mismos. Después me enteré que él había pedido que se hiciera esa comida para volver a verme. Yo no estaba con ganas de conocer a nadie. Y esa noche tuvimos que esperarlo hasta re tarde porque él hacía su programa en C5N hasta las once de la noche. Comimos y yo me fui enseguida. Y ahí él me pidió permiso para pedir mi teléfono. A los pocos días me llamó, varias veces. Yo no atendí nunca. Entonces me mandó un mensaje por Facebook para invitarme a comer. Me encantó ese mensaje y salí. Me fui enganchando. Pero ni me imaginaba el quilombo mediático que se vino atrás. Yo no sabía ni que existía el programa de Beto Casella. En esa época, mi tele estaba prendida 24 horas en Disney Channel.

-¿No sabías quién era Evelyn?
-No. El me contó que se había separado, pero sin mucho detalle. Yo lo conocí en abril yél se había separado en enero. Empezamos a salir en junio, salimos una o dos veces y él se fue a Mar del Plata por el Día del Periodista. Desde ahí me llamó para avisarme que lo estaban siguiendo los fotógrafos. Y mi respuesta fue "¿a quién le va a importar con quién estás saliendo?" Después nos seguimos conociendo y recién en agosto fuimos un fin de semana a Punta del Este. Ahí saltó todo. Se ve que alguien nos vio en el barco.
-¿Te sentiste mal?
-Sí, porque no entendía cómo gente que no me conocía tenía derecho a opinar de mi vida. Lloraba todos los días y Fabián me consolaba. Incluso nos separamos unos días por eso, porque yo la pasaba muy mal. Ahora miro Bendita y me mato de risa. Me resbala si hablan de mí.
-¿Cómo fue tu relación con Evelyn?
-Nunca me la crucé en ningún lado, nunca la vi, nunca hablé con ella. Estuve conviviendo con sus hijos más de un año y todo bien.
-¿No se metía en la relación de ustedes?
-Hizo el juego mediático porque le sirvió, pero jamás llamó para molestar ni nada.
-¿El te hablaba mal de ella?
-No, ni hablaba de ella. Ni siquiera ellos se hablaban entre sí. Ahora, después de tres años, ya podrían juntarse a hablar.
-Evelyn también dijo que no se vio venir la separación.
-Claro, le pasó lo mismo. Yo me fui un sábado y el domingo él me mandó un mensaje diciéndome que ya había empezado a embalar las cosas. Y el martes me mandó el flete. Yo pensaba ir a la casa para ver si había quedado algo, pero después de eso no me dieron ni ganas.

-¿Te sentís desilusionada?
-Por su actitud, por cómo actuó él después. Podés dejar de amar a alguien, pero como persona podés agarrar un teléfono y decir: "¿Cómo estás?" Esa fue la desilusión. Igual que todo su entorno. Nadie me llamó.
-¿Te sentiste usada?
-No... Yo creo que él estuvo enamorado de mí. Después se cansó, se aburrió. Yo no creo en el amor para toda la vida. Nunca me casé y me lo han propuesto. Fabián también. Y nunca accedí, menos mal.
-¿El te dijo "casémonos" y no quisiste?
-Porque él lo tomaba como un trámite. Me decía: "Vamos mañana al registro civil y nos casamos". y yo si me caso quiero la fiesta. Si no, me quedo como estoy.
-¿Con el papá de tu hija cómo fue la historia?
-Fue todo muy rápido. Lo conocí, nos compramos un terreno, nos hicimos una casa, nos fuimos a vivir juntos, al mes quedé embarazada y cuando mi hija tenía seis meses a él le detectan cáncer de duodeno. Estuvo un año y medio enfermo hasta que murió. Eso para mí fue un antes y un después. Yo cambié radicalmente. Por eso digo que esto que me pasa ahora no es nada. Yo sé de tragedias: mi papá se suicidó en 2001. Ya venía mal y la crisis económica lo hizo deprimirse más.
-¿Cómo sigue tu vida, ahora?
-Trabajo en la empresa de mi familia, todo el día.
-¿Es verdad que te llamaron de "Bailando por un sueño"?
-No, no es verdad y no lo haría, no me gusta la exposición. Cuando empecé a salir con Fabián, me llamaron de todos lados y nunca fui.
-¿Y las famosas fotos del yate?
-Fue divertido, me maté de risa. No me arrepiento. Querían fotos, querían fotos, querían fotos... ¡Hicimos fotos!
-¿Qué pasó con Fabio Cuggini?
-Cuggini y yo tenemos un amigo en común. Ese amigo justo me llamó al día siguiente de separarme y como trabaja con Fabio, me dijo que vaya a un desfile, que justo era esa semana. Cuggini me mandó un whatsapp y eso fue todo. Fabián salió a decir que era una operación de prensa y qué se yo. ¡Nada que ver!
-¿Cuggini habrá contado algo?
-Y sí, él se hacía el misterioso. Por eso yo aclaré que no tenía un romance porque Fabián también se enojó conmigo... Si él piensa que yo puedo armar algo así, no me conoce. Después me pidió disculpas, pero ni tendría que habérmelo planteado.
-¿Cómo lo ves a Doman en "Bailando por un sueño"?
-No me lo puedo imaginar, tampoco le gusta bailar.
-¿Quiere ser famoso?
-Le gusta que hablen de él, pero me parece que se expone sin necesidad. Te juro que lo desconozco. Debe querer dar un vuelco en su carrera periodística. Para mí el periodismo serio y el "Bailando" no van de la mano.
-¿Estás abierta a conocer a alguien?
-¡Sí! Súper abierta a que venga alguien mañana y me enamore.
-O sea que no hay vuelta atrás.
-Ahora no hay vuelta atrás, pero nunca se sabe. Quizás dentro de un año nos cruzamos y renace el amor... Pero no creo.
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