Streaming: Becoming Cousteau, un fascinante documental sobre el famoso explorador marino

Becoming Cousteau (Estados Unidos, 2021). Dirección: Liz Garbus. Guion: Mark Monroe, Pax Wasserman. Edición: Pax Wasserman. Duración: 94 minutos. Disponible en: Disney+. Nuestra opinión: muy buena.

“Tengo una curiosidad que nunca podré saciar”, escribió Jacques-Yves Cousteau en sus diarios de navegación. Una frase que el documental Becoming Cousteau, ya disponible en Disney+, recupera y usa de catalizador de todo su recorrido por la extraordinaria vida del capitán del afamado Calypso, el barco con el que recorrió los siete mares siempre con una cámara a mano captándolo todo.

Dirigido por Liz Garbus (What Happened Miss Simone, disponible en Netflix), el film logra resumir en poco más de una hora y media la historia de quien siempre fue un adelantado a su tiempo, el explorador que presentó las maravillas del mundo submarino a jóvenes y adultos de todo el planeta a través de la televisión; la sensación global mucho antes de la llegada de las redes sociales y los fenómenos virales.

La narración, luego de mostrar a Cousteau en una de las muchas charlas que brindó para sus jóvenes fanáticos explicando la importancia y el valor de proteger la vida marina, comienza con su juventud como estudiante de la academia naval en Francia, un aspirante a piloto cuyo sueño de volar quedó destrozado por un accidente de coche que lo dejó tan malherido que necesitó meses rehabilitación. Una circunstancia en la que sacó a relucir su pasión por el agua y lo acercó a dos buzos profesionales que le enseñaron todo lo que sabían y con los que formó una partida de caza submarina conocida como “los tres buzos mosqueteros”, según los nombraba la prensa de aquella época. Eran los primeros años treinta y por eso sorprenden las imágenes de los tres, arpones en mano, sumergiéndose en el mar, la estampa del Cousteau de uniforme oficial, su sonrisa saliendo de la iglesia dónde se casó con su primera esposa Simone, tan obsesionada por el mar- o tal vez más- que él.

Con un material de archivo de más de 550 horas, en muchos casos imágenes inéditas, Garbus construye la figura de su protagonista como la de un hombre en perpetuo movimiento, un espejo de los océanos donde pasó gran parte de su vida. Marino, buzo, inventor y científico, las diferentes facetas de Cousteau siempre apuntaban a la vanguardia, un explorador en el sentido más tradicional del término, el hombre le puso imágenes a las incógnitas sobre la vida bajo la superficie del mar, descubrió sus fuentes de energía y luego el peligro de abusar de ella. Un ambientalista cuando el término ni siquiera existía y un divulgador que nunca quiso aleccionar a otros con sus conocimientos, sino hacerlos parte de la experiencia, el capitán fue, sobre todo, un cineasta excepcional.

Según reconstruye el film, su talento para el cine era extraordinario, una habilidad que se destaca cuando aparece en escena el director francés Louis Malle, que antes de ser uno de los realizadores europeos más reconocidos de los años setenta y ochenta, había sido pasante en una de las expediciones del Calypso.

“Soñé con ser el John Huston o el John Ford del océano”, lee el actor Vincent Cassel de los diarios de Cousteau, que cuentan también que a donde iba llevaba su cámara y que, como había hecho con los equipos de buceo, si quería filmar la vida submarina debía inventar el mecanismo para poder hacerlo. Esa invención y su asociación con el joven Malle devinieron en su primer largometraje, El mundo silencioso, ganador de la Palma de Oro de Cannes y del Oscar a mejor documental en 1956.

Pionero en cualquier terreno aunque a veces demasiado ambicioso para su propio bien, Becoming Cousteau celebra la vida de su protagonista pero no le escapa a sus costados más oscuros. Se mencionan, aunque no en profundidad, sus deficiencias como padre y esposo, pero, sobre todo, el film hace honor a su título al mostrarlo en constante proceso de aprendizaje, que si en los años sesenta proponía la conquista del terreno marítimo al modo en que se proyectaba la del espacio exterior, ya para los ochenta y hasta el final de sus días había entendido que la mano del hombre estaba haciendo desaparecer esos océanos que él tanto amaba. Gracias al poder de convocatoria que le ganaron los programas televisivos que realizó en los setenta para la TV norteamericana y que se emitieron en todo el mundo, incluida la Argentina, fue una de las primeras personalidades públicas en alertar al público sobre la crisis ambiental que ya estaba haciendo estragos en el planeta.

Becoming Cousteau está a la altura de su inconfundible sujeto, un ícono de la cultura popular global, un hombre carismático, decidido, temerario y original, el dueño de una vida extraordinaria, el capitán del Calypso, el señor de la gorra de marinero roja y la nariz prominente siempre apuntando al mar.

Por Natalia Trzenko

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