El ex Jóvenes Pordioseros, se instaló en Alemania y editó su debut por el sello Desolat. "Lo que hice fue mitad de valiente, mitad de retardado".
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En los primeros días de noviembre, Guti emprendió una gira que fue del rock barrial más profundo al tech-house más global. La edición 2009 de Creamfields Buenos Aires (que luego cambiaría de fecha) iba a celebrarse el 7 de noviembre y el line-up incluía a Loco Dice, Richie Hawtin y Marco Carola, amigos de Guti. El, que hacía algún tiempo había dejado su puesto como tecladista en Hijos del Oeste –la nueva banda de Toti, ex Jóvenes Pordioseros– y había abandonado los excesos del rock para abrazar los del techno y girar por Europa como DJ con su estilo minimalista y melodioso, volvió entonces a su Buenos Aires natal para estar con esos amigos y sacarlos a pasear antes de que, decepcionados por el cambio de fecha, regresaran a Europa un par de días más tarde. Guti aprovechó esa visita para tocar en Pachá por primera vez: "Fue como mi debut oficial en Argentina, porque había hecho casi toda mi carrera afuera", dice ahora. "Cuando toqué «Salsón», el tema que produjimos con Damián Schwartz, explotó todo: con ese track empezó mi mejor etapa, y acá fue Villalobos el que lo pasó por primera vez".
Esa noche había tenido gusto a consagración, pero mientras los fans se acercaban a la cabina de Guti y le hablaban en inglés sin saber que era argentino, él recordaba lo diferente que había sido todo apenas cinco días antes. "Tocamos en XLR de San Miguel: ¡venís!", le había dicho Toti, con entusiasmo y por teléfono, unas horas antes. "El lugar era megatumba y el show fue uno de esos de antes del año 2000, que empezaban a las cuatro de la mañana", sigue Guti. "Encima, yo estaba súper borracho y no me acordaba de ningún tema... ¡Bajé el volumen e hice como que tocaba!"
Algunos tal vez lo recuerden como "Gabriel Podliszewski" en los discos de Jóvenes Pordioseros o como "Gabo" en el debut de Hijos del Oeste; otros sabrán que grabó con El Bordo y Callejeros; y los más detallistas lo habrán visto en la última formación de Intoxicados, la que tocó en Mar del Plata y Cosquín antes del adiós. Pero en un momento Guti decidió cambiar de aire y meterse en la cabina. Fue en 2007. "Van a decir que soy puto", se jactaba (y se atajaba) por entonces en una entrevista. "Mirando hacia atrás, veo que era una locura", considera ahora, y habla de los tracks que subía a su MySpace y de los billetes de cien dólares que tomó prestados de sus amigos para emprender su primera e improvisada gira europea. "Si es casi imposible tener éxito con una banda de rock, tenerlo como a mí me está pasando en el techno es definitivamente imposible. Lo que hice fue mitad de valiente, mitad de retardado."
La estrategia de los tracks en MySpace y de las giras a pulmón dieron buenos resultados y Guti fue haciendo amigos: el renombrado productor alemán Loco Dice es uno de ellos. "Estaba enamorado de «Salsón»; cuando lo escuché, me di cuenta de que eso era lo que yo estaba buscando: house music cool y latina", relata Dice, que antes de escuchar a Guti ya conocía a los argentinos Hernán Cattáneo, Franco Cinelli, Federico Molinari y Damián Schwartz. Luego de algunos mails, se encontró con Guti por primera vez en una fiesta en Miami. Y se volvieron a ver en Detroit, cuando el alemán tocó después de un show de Afrika Bambaataa y pasó cinco tracks de Guti. "No me había dicho nada por mail. ¡Y cuando puso mis temas, yo no lo podía creer!", se entusiasma el ex joven pordiosero.
La historia de Guti y Loco Dice avanzó rápido, y ahora el tecladista del rock barrial es la última incorporación del sello Desolat, de Dice, que tiene base en Düsseldorf: uno de los más importantes de la escena tech-house a nivel mundial. "Guti es un monstruo", se entusiasmaba Dice. "Después de enviarme los primeros cinco tracks, me mandó otros cinco, y después, cada día me llegaba un track nuevo. El tiene muchas ideas y hace música muy rápido. Por eso creo que tiene un gran futuro."
Este año, Guti se instalará en Alemania. Desolat es para él una suerte de vidriera enorme. Su primer disco ya salió y son siete temas producidos en diferentes hoteles del mundo, siempre de viaje. Para el título, Loco Dice le dio un consejo: "Buscá algo que tenga que ver con tu forma de sentir la música". Guti no la tenía fácil. Pero un tema de Intoxicados lo iluminó: "Estaba escuchando «Las cosas que no se tocan» con mi hermano y elegí ese título como homenaje. No sé si Pity se enteró. El me había invitado a sumarme al regreso de Viejas Locas, pero le tuve que decir que no para elegir mi propio proyecto".
Escuchá "Salsón", por Guti & Damian Schwartz
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