Las historias detrás de todos sus clásicos, elegidos por críticos y músicos en un análisis profundo a través de sus más de 40 años de carrera
1 minuto de lectura'
100. "Kill My Mother" (El aguante, 1998)
En una sola toma, García grabó en Madrid ocho minutos y medio de una canción gloriosa, con sabor a venganza, dedicada a su madre, Carmen Moreno, de la que está distanciado desde que decidiera internarlo a la fuerza en una clínica psiquiátrica (en 1995 se sacó el apellido materno). "El tema es una especie de patchwork aleatorio, lleno de planos superpuestos", dice Claudio Gabis. "Y, en medio de todo eso, reconozco mi guitarra." Casi al final de la canción, García introdujo un fragmento de "Positively 4th Street", de Bob Dylan.
99. "El amor espera" (Influencia, 2002)
Después de varias temporadas en el infierno (Say No More y El aguante), García intenta reinventarse como artista conceptual y reencarna con mirada de vampiro en la portada de un disco grabado entre Circo Beat y "la cama de Charly". El golpe del bombo punk rock del comienzo de "El amor espera" es el preludio de un tema de ánimo cambiante ("Yo me hago el muerto para ver quién me llora, para ver quién me ha usado") que había estrenado dos años atrás en Mendoza, la noche anterior a saltar del noveno piso de la habitación de un hotel.
98. "Las increíbles aventuras del Señor Tijeras" (Pequeñas anécdotas sobre las instituciones, 1974)
Como Tommy, "Señor Tijeras" incluye un desarrollo dramático de ópera rock, uso y abuso de sintetizadores y falsetes, y un desenlace con visos premonitorios: "Te veré en 20 años en televisión, cortada y aburrida, a todo color". La original decía: "Yo detesto a la gente que tiene el poder de explicar lo que es bueno y lo que es malo también, sólo el pueblo, mi amigo, es capaz de entender".
97. "Dos, cero, uno (transas)" (Clics modernos, 1983)
En diciembre de 1982, la presentación de Yendo de la cama al living en Ferro era sponsoreada por la marca de jeans Fiorucci y desataba una fuerte polémica entre los fans de García, que lo acusaban de haberse vendido al mercado. Al año siguiente, "Dos, cero, uno (transas)" ironizaba sobre su supuesta conversión en tercera persona ("El se cansó de hacer canciones de protesta y se vendió a Fiorucci"; "Un día volverá a las fuentes, no creo que pueda dejar de protestar"), tan sólo a bordo de un piano espaciado y una percusión afro.
96. "Transformación" (Kill Gil, 2010)
Aunque no logra superar la canción original de casi siete minutos (que canta a dos voces con David Lebón en Serú ‘92), este tema que podría ser un guiño a La metamorfosis de Kafka tiene su versión menos armoniosa en Kill Gil, dos décadas después. La letra, explica Lebón, surgió de las peleas internas durante el regreso de Serú ("Cada vez que trates de matar, quizás estés matando a quien te trata bien"). En un video de las sesiones de Kill Gil, Charly pide alterado que termine en fade out, sin más falsetes ni corcheas, "del cincuenta por ciento a la nada".
95. "Fantasy" (Cómo conseguir chicas, 1989)
La palabra fantasy, en un tema que remite a cierta paranoia y García repite varias veces, no figuraba en el demo que grabó en ION. A la hora de meter las voces, García mantuvo la métrica original y reemplazó las partes que decían "no sé muy bien quién soy" por "Fantasy es ilusión". "Cuando llegamos a la mezcla en Nueva York, Charly estaba inseguro con el sonido y quiso reemplazar un par de canciones con fragmentos que habían quedado de Parte de la religión", dice el productor Joe Blaney. "Así lo hicimos y fue un gran error. Creo que él se dio cuenta después."
94. "Lo que ves es lo que hay" (El aguante, 1998)
La grabación de El aguante, en un estudio de Madrid en 1997, se produjo en un clima que Claudio Gabis, guitarrista invitado, recuerda como una "celebración dantesca". Bajo un estado tóxico y siguiendo un criterio que ninguno de sus músicos podía comprender, García superpuso capas de sonido y después armó la versión final de los temas cortando y pegando frases, acordes y texturas que terminaron dándole forma a un collage sonoro. Basado en el "constant concept", heredado de SNM, grabó este tema que había demeado diez años antes con la letra en inglés para Cómo conseguir chicas. La voz escabrosa de García se multiplica a lo largo de casi ocho minutos de un tema dylanesco que sobre el final parece convertirse en un delirio deforme.
93. "Curitas" (Filosofía barata y zapatos de goma, 1990)
La canción que nunca va a amenizar un fogón, cuyo punto de partida es eso que le pasa a Charly cuando no consigue sacarse a Zoca de la cabeza y no puede ni quiere dormir. "Ya no soy mí", escupe nerviosamente, desoyendo todas las leyes semánticas, entre otras crudas confesiones de madrugada: "Todo el mundo tiene penas, pero yo ya extraño hasta tus problemas". "Curitas" es funk filoso en estado de insomnio, comandado por el bajo de Fernando Lupano, la precisión de Fernando Samalea, las guitarras del Negro García López y las castañuelas de Lolita Torres. Los arreglos de vientos sintetizados traen información del futuro, como la melodía de "Kurosawa" (incluida luego en La hija de la lágrima).
92. "Ruta perdedora" (Películas, 1977)
La canción tiene sonido ambiente: el aullido nervioso de una moto Honda 500 (a cargo del productor Oscar López) se mezcla con el ruido molesto de unas bocinas. Es la ciudad en carne viva y el mapa de operaciones de "Ruta perdedora". Aunque parezca un típico arranque pianístico de García, la música pertenece al bajista José Luis Fernández, y es quizás uno de los temas más impregnados de la veta progresiva de La Máquina de Hacer Pájaros: la variedad de arreglos y el crescendo del final no hacen otra cosa que traducir en sonido una fuga hacia adelante y a toda velocidad. En 1977, Charly le contó a la revista Pelo que la letra trataba de explicar "que el rock no es un paraíso, puede ser todo lo contrario: una ruta que va a cualquier lado".
91. "Rock and Roll yo" (Rock and Roll yo, 2003)
El problema no eran el sexo y las drogas, sino el rock & roll. Todas las canciones de García, de alguna manera, empiezan con un "yo" a modo de lenguaje. "Me gustan el riff, la estructura de la canción y la interpretación. Hay una cita al tango antes del final: pongo un sello de porteñidad al rock & roll mío", dijo García a Rolling Stone acerca del tema que eligió como una de las diez canciones preferidas de su discografía. Entre el caos organizado de la etapa de grabación de Say No More y la búsqueda de perfección sonora en Influencia, un riff poderoso se retuerce a lo largo de una letra en modo autorreferencial ("Este es mi rock and roll yo") con la voz de García, que parece cantar desde una caverna.
90. "Zocacola" (Cómo conseguir chicas, 1989)
89. "Say No More" (Say No More, 1996)
El nombre surge de una frase que pronuncia Paul McCartney en la película Help!, de los Beatles, y se transforma en sello, ícono, concepto, logo (SNM) y canción dark de un alma torturada. García quiere convertirse en un artista conceptual y reencarna en un personaje que merodea entre Dalí, Prince y Keith Richards. En 1995, casi al mismo tiempo que Spinetta graba el disco doble con Los Socios del Desierto, García entra en La Diosa Salvaje para darle inicio a la era Say No More. "Las dos frases que más recuerdo de esa época son: ‘Mirá cómo hago mierda este tema’, y ‘Dame un canal más y arreglo todo’", dice Guido Nisenson, ingeniero de sonido. "Y era así, literalmente. Había canciones hermosas, tocadas en el piano, que las hacía mierda."
88. "No toquen" (Cómo conseguir chicas, 1989)
La grabación de Cómo conseguir chicas, dice el productor Joe Blaney, fue una pesadilla. "Todo resultó ser un gran comienzo, pero Charly estaba en un estado muy tóxico y no durmió durante tres días." García quería grabar un disco con todas las letras en inglés, pero Blaney pensaba que muchas canciones iban a perder sentido y enseguida desactivó la idea. Para la versión final de este tema de atmósfera punk que abre el disco, y que unos años antes había registrado con el nombre "No token (No cospel)" en un demo que todavía puede escucharse en YouTube, García reemplazó una parte de la letra original que decía "estoy muerto, estoy muerto, no toquen" por otra frase que terminaría cambiándole todo el sentido, "están muertos, están muertos, no me toquen".
87. "Necesito un gol" (Say No More, 1996)
"Necesito un gol" fue compuesta por garcia a mediados de los 80 y retomada diez años después para Say No More junto a Andrés Calamaro. "Fundamentalmente, la hicimos una noche en la casa de Charly, en aquellas Basement Tapes urbanas", recuerda Calamaro. Como un verdadero experimento de copy-paste registrado en una portaestudio de cuatro canales, la versión final conserva las pistas de voz originales junto a las nuevas del dúo, creando una atmósfera confusa, entre un bandoneón de Samalea, el bajo de Rinaldo Rafanelli, y un sinfín de efectos y conversaciones superpuestas. Después, el proceso contó con una segunda etapa en Madrid donde Charly siguió sumándole overdubs, transformándola en un abigarrado collage sonoro.
86. "Canción de dos por tres" (Yendo de la cama al living, 1982)
Como una de las piezas mas ténues y melancólicas de Yendo de la cama al living, "Canción de dos por tres" condensa la atmósfera espesa del fin del gobierno militar y la Guerra de Malvinas con tono manso pero agobiante. "Ya no quiero vivir así, repitiendo las agonías del pasado", canta Charly sobre una orquestación ligera construida en soledad por un piano de inflexiones arrabaleras, notas de un Moog Opus 3, una línea de bajo eléctrico y una pesada base de batería programada. El único aporte externo corre por cuenta de Spinetta, que registra un solo de guitarra volador procesado con una Roland GR-300, en una coda instrumental que recuerda a la sociedad entre García y David Lebón en Serú Girán.
85. "El karma de vivir al sur" (Parte de la religión, 1987)
Para trazar la arquitectura general de Parte de la religión, Charly había grabado junto al ingeniero de sonido Mario Breuer una serie de maquetas que se terminaron respetando casi de manera exacta en la versión final. "El karma de vivir al sur" sobrevive completa de aquel primer boceto, salvo por la sustracción de un pasaje instrumental grabado con un sintetizador por Nito Mestre. Sostenida por un clima sigiloso construido en detalle, entre un piano, una guitarra reverberante y samples de flautas, la canción está dedicada a su hijo Migue, por entonces un chico con quien Charly había vuelto a convivir después de mucho tiempo. "Está hecha para mi hijo", dijo. "Pero en realidad puede servir para hablar de cualquier amor."
84. "Boletos, pases y abonos" (La Máquina de Hacer Pájaros, 1976)
La primera aproximación de García a su eterno conflicto con la fama: "Pronto en esta ciudad me van a nombrar ciudadano legal, como vos. Soy el hijo de todos y el amante también", dice la letra de un funk anodino, peleador y de rítmica matemática. En la segunda parte el tema se transforma, según señala ahora Carlos Cutaia, "en un rocanrol genial, con una energía que te sostenía en el aire". Cutaia tocó ahí el Hammond y el melotrón, dando lugar a uno de esos duelos de tecladistas con Charly y explorando fronteras hasta ese momento desconocidas para el rock argentino. En esa empatía se sostenían los "Yes del subdesarrollo", una banda construyendo catedrales de sonido en el año del golpe.
83. "A punto de caer" (Cómo conseguir chicas, 1989)
Fabiana Cantilo quería repetir la historia de "Siempre puedes olvidar", la canción que había hecho con García una trasnoche mientras lo visitaba en su casa, y al mismo tiempo que grababa algunas voces para Cómo conseguir chicas le propuso hacer otro tema juntos. "Fabi empezó a zapar melodías mientras Charly iba metiendo unas armonías bellísimas. Fue muy emotivo ver eso", dijo Hilda Lizarazu en una entrevista. García tomó algunos fragmentos de esas grabaciones, metió una guitarra de doce cuerdas, le pidió a Claudio Gabis que agregara un solo y le dio forma a una letra esperanzadora. Por momentos la voz de García parece elevarse hasta el cielo ("Saltá y sé feliz. Intentá. Para qué fingir") sobre una base de batería inalterable y un colchón de teclados y sintes.
82. "Bienvenidos al tren" (Confesiones de invierno, 1973)
En el segundo track de confesiones de invierno, Sui Generis asimila varias tradiciones icónicas del rock & roll: folk de cantina, solo de armónica, un héroe en fuga y la fantasía hippie de tomarse un tren hacia la libertad. Grabado en ocho canales y con una producción que potenció la fuerza acústica del grupo, el crecimiento de Sui Generis se nota sobre todo en la construcción instrumental de los temas y el entretejido de las guitarras. "Recoge tus cosas y largo de aquí", canta Nito Mestre, al comienzo de la canción, y es una invitación a abandonar las obligaciones grises de la vida en sociedad en busca de aventuras existenciales. León Gieco, que acababa de terminar su disco debut, grabó la armónica.
81. "Reloj de plastilina" (Filosofía barata y zapatos de goma, 1990)
La historia de su vida en modo existencialismo autorreferencial. "Fui lo que creí, soy lo que está pasando", canta García para enunciar una de sus frases más inspiradas, ésas que lo encumbran como un letrista enorme, carnalmente consciente. "Reloj de plastilina" es un shock de vitalidad, el clásico que no abrazó a las masas (el gran hit de Filosofía barata… fue el cover de The Byrds "Me siento mucho mejor") pero que todo fan de Charly atesora en su ranking personal. "Una vez creí que nada iba a pasarme", ironiza en el comienzo de este energizante llamado al desorden que desafía el paso del tiempo y a todo lo que se interpone entre la vida en sociedad y las libertades individuales.
80. "Anhedonia" (Cómo conseguir chicas, 1989)
La gira de parte de la religion, en 1988, habia sido muy desgastante. Al año siguiente, mientras Argentina comienza a vivir el ocaso de la era alfonsinista, Charly García compone algunas de las canciones de amor denso que formarían parte de Cómo conseguir chicas, una obra conceptual que, según él, tiene como eje los derechos de la mujer. El título del tema que abre el Lado B del álbum remite a uno de los principales síntomas de la depresión: un trastorno psiquiátrico que consiste en la incapacidad de experimentar placer ("El tiempo vuelve a pasar, pero no hay primavera en Anhedonia. El tiempo vuelve a llorar"). "Anhedonia" podría ser el prólogo de la era caótica y oscura de Say No More, que García atravesará durante la década siguiente.
79. "Qué se puede hacer salvo ver películas" (Películas, 1977)
El bajo de José Luis Fernández cita a steely Dan en el comienzo ("Rikki Don’t Lose that Number") y la cadencia manda con la guitarra latina de Bazterrica antes del ascenso a la montaña rusa de compases. "La música es mía y la letra es de Charly", dice el tecladista Carlos Cutaia. "El tema tiene partes que están en 9x8, compases muy difíciles. Moro, un genio total: abordaba la complejidad rítmica con una justeza impresionante." Esta pequeña sinfonía del segundo y último disco de La Máquina incluye un diálogo del film argentino Casa de muñecas. El tema se completa en la imagen de tapa del disco: los músicos salen del cine Gran Rex, que anuncia la proyección de Trama macabra de Alfred Hitchcock.
78. "El rap de las hormigas" (Parte de la religión, 1987)
En medio de un cronograma de grabacion dividido entre Buenos Aires, Río de Janeiro y Nueva York como mapa de ruta de Parte de la religión, "El rap de las hormigas" fue la única canción que tuvo su corte final en Brasil, con la inclusión de Os Paralamas do Sucesso en una sola toma de bajo, batería y guitarra. El tema, que Charly compuso durante su estadía en una casa de campo junto a Fabiana Cantilo, exhala una lírica histérica en busca de un éxodo feliz mientras por lo bajo vibra con presencia el "Hollyday on ice" –un banco de sonidos de Emulator que se usó casi para la totalidad del disco–, disparando un gran número de sampleos entre explosiones, silbatos, tambores y maracas, dándole al tema un inédito vuelo carioca.
77. "Necesito" (Vida, 1972)
Si "Canción para mi muerte" abre el disco debut de Sui Generis con un rasgueo tímido y cierta melancolía por el futuro, el segundo track tiene un pulso mucho más urgente y vital. Después de una introducción con Charly García sentado al piano y Nito Mestre tocando la flauta traversa, el dúo empieza a modelar a la mujer perfecta para sus vidas con un romanticismo absolutamente infantil, repartiéndose a dúo versos que describen sus cualidades: "Que limpie mi cabeza/Que cocine guisos de madre, postres de abuela y torres de caramelo". "Le habíamos puesto tachuelas a los mazos del piano para que tuviera ese sonido de cowboys, de piano", recuerda el baterista Francisco "Paco" Prati. "Eso le daba a cada tecla una fuerza particular, un sonido más metálico."
76. "Alguien en el mundo piensa en mí" (Say No More, 1996)
Dentro del esquema anárquico que controló la concepción total de SNM, un disco atravesado por un concepto de creación incontinente y sin plan definido, "Alguien en el mundo piensa en mí" aparece como el único lapso pop-rock dentro de tanto experimento. Por un momento, Charly García asume las oscuras aristas de su personalidad intempestiva y tormentosa con un estribillo de tono esperanzador y optimista, mientras su banda –con Mario Serra en batería, María Gabriela Epumer en guitarra, Rinaldo Rafanelli en bajo, más un sinfín de overdubs entre armónicas, teclados y efectos– logra elevarlo, llevándolo hacia un plano conmovedor y haciéndolo brillar como un cristal perdido en medio del barro.
Lista de votantes:
Alejandro Pont Lezica, Empresario/productor
Alfredo Rosso, Periodista
Amílcar Gilabert, Ingeniero de sonido/productor
Andrés Calamaro, Músico
Andy Cherniavsky, Fotógrafa
Antonio Gasalla, Actor
Bobby Flores, Conductor/musicalizador
Claudio Kleiman, Periodista
Daniel Grinbank, Empresario
Fernando Samalea, Músico
Francisco Bochatón, Músico
Gustavo Santaolalla, Músico/productor
Hilda Lizarazu, Música/fotógrafa
Joe Blaney, Ingeniero de sonido/productor
José Palazzo Empresario
Juan José Quaranta, Iluminador/empresario
Juan Manuel Cibeira, Ejecutivo discográfico
Juan Rodríguez, Músico (Sui Generis)
León Gieco, Músico
Lisandro Aristimuño, Músico
Manuel Moretti, Músico (Estelares)
Mario Breuer, Ingeniero de sonido/productor
Palito Ortega, Músico
Pipo Cipolatti, Músico
Pipo Lernoud, Poeta/periodista
Richard Coleman, Músico
Rinaldo Rafanelli, Músico (La Máquina de Hacer Pájaros/Polifemo)
Sergio Marchi, Periodista
Sergio Pujol, Periodista
Tweety González, Músico/productor
Willy Iturri, Músico
1Jessica Alba se sinceró sobre su desnudo en Los Cuatro Fantásticos: “Fue muy humillante”
2El incómodo momento de Robbie Williams durante el sorteo del Mundial 2026
3Protagonizó junto a Brad Pitt un ícono del cine de amor, pero desapareció del ojo público y poco se sabe de ella
- 4
De la elegancia de Zoe Saldaña y Sydney Sweeney a la felicidad de Miley Cyrus, tras su compromiso con Maxx Morando




