De Gieco a los ingleses Nunatak, un repaso por la breve historia del rock en el territorio blanco
El show que Metallica dará en el helipuerto de la base argentina Carlini en la Antártida el próximo 8 de diciembre como parte de un evento llevado adelante por Coca Cola Zero, no será el primer concierto del rock en el Continente Blanco. Aunque sin lugar a dudas será el más ruidoso y el más llamativo, la corta historia de la Antártida como plaza de espectáculos tiene algunos antecedentes que merecen ser contados.
Tocó con todos y en todo el país, pero para el año 2000 León Gieco jamás había cruzado el Paso de Drake. El 5 de abril de ese año y ante un público compuesto por militares, científicos y periodistas, Gieco cantó en la Base Marambio para todo el país en vivo por la entonces llamada ATC y con 40 grados bajo cero. Lo hizo como parte del ciclo Argentina en Vivo que cerraba en esa jornada la serie de conciertos. Las crónicas de esa tarde recuerdan que Gieco tuvo como telonero al grupo Yacansan, integrado por parte de los militares con misión en la base y liderados por un tal vicecomodoro Klix.
Más acá en el tiempo, otros argentinos fueron a la Antártida a llamar la atención. En 2011 un grupo de músicos argentinos llegó en un avión Hércules hasta la Base Marambio para hacer un show y llamar la atención sobre la Ley de la Música, por esos días en pleno debate en el Congreso Nacional. El grupo Los Tolva y los músicos Omar Garayalde y Walter Slongho hicieron un set de rock, tango y jazz, también para un reducido público, pero que despertó las ganas de hacer pogo de los presentes.
Los que se consideran los pioneros del rock antártico son los ingleses de Nunatak, un quinteto de rock indie formado por miembros de la estación científica Rothera que pertenece a la misión británica en la Antártida. La banda hizo un set de ¡al aire libre! el 7 de julio de 2007 ante una audiencia de 17 colegas como parte del festival Live Earth que ese mismo día y en ciudades como Londres, Sydney, Río de Janeiro, Tokio, Hamburgo, Roma y varias más llamaron la atención sobre el cambio climático en el mundo.
Los que pudieron entrar en la historia pero el clima les jugó una mala pasado son los Fall Out Boy que luego de anunciar en todo el mundo su concierto en la Antártida, en 2008 quedaron varados en la ciudad chilena de Punta Arenas porque una tormenta les impidió despegar. El grupo esperaba batir un record al tocar en todos los continentes en la menor cantidad de tiempo, pero sus planes quedaron truncos cuando desde el hotel veían que las condiciones empeoraban a medida que pasaban los días.
La historia de la Antártida como plaza de conciertos aún tiene mucho para decir. Y con el show de Metallica en la Base Carlini (¿cuenta como show en la Argentina?) se escribe un nuevo capítulo de esta saga que reúne nieve, hielo y un público muy selecto.
Por Sebastián Grandi
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