El lado oscuro de Alain Delon: acusaciones de violencia, un arma bajo la almohada y un agónico final
Además de contar con detalles el enfrentamiento entre los herederos del célebre actor, el libro Los últimos días del samurái revela cómo vivió en el tramo final el ícono del cine francés
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El 18 de agosto de 2024 la vida de Alain Delon se apagó. El icónico actor francés, el eterno seductor que conquistó al mundo a través de sus personajes, murió en su casa de Douchy y ahí mismo -rodeado de flores, velas, fotografías, cartas, mensajes y todo tipo de tributos- fue enterrado. Según la información que trascendió a la prensa, la escena de su último adiós fue apacible y llena de paz. Pero no: nueve meses después, una versión muy distinta —que describe un final triste, doloroso, lleno de enfrentamientos, violencia y secretos revelados— salió a la luz.
Un final agónico

Los encargados de dar a conocer en detalle los secretos más oscuros de Delon fueron los periodistas Laurence Pieau y François Vignolle, quienes a través de un centenar de entrevistas a familiares, empleados y compañeros de los últimos meses de Delon lograron realizar un duro retrato del James Dean francés. Los últimos días del Samurái fue publicado el 22 de mayo y sus textos se convirtieron de inmediato en toda una revelación.
“Alain Fabien, Anouchka, Anthony y Loubo (su perro) anuncian con profundo pesar el fallecimiento de su padre. Falleció en paz en su casa de Douchy, rodeado de sus tres hijos y su familia”, aseguraba el comunicado oficial con el que la familia dio a conocer la muerte del actor aquel 18 de agosto. Delon tenía 88 años, padecía un linfoma y unos meses antes había sido puesto bajo protección judicial con el fin de garantizar el bienestar de su salud. Según el libro, durante sus últimos días el actor protagonizó episodios de “violencia física” y “paranoia aumentada por la vejez”.
“Durante el verano de 2024, Delon era una sombra de lo que fue. Ha perdido mucho peso, su memoria se está desvaneciendo, se mueve en silla de ruedas antes de terminar sus días en una cuna”, fue uno de los fragmentos de El último Samurái que decidió reproducir el medio francés París Match. Allí también cuenta que el actor estaba “adormecido por la morfina y las benzodiacepinas” y que apenas susurraba. “Fingimos entenderlo con una sonrisa”, confiesa su hijo menor, Alain-Fabien. “¡Déjame morir en paz!”, relata el libro que el actor le decía de forma regular a sus tres hijos, que mientras tanto se “sacaban los ojos” a través de entrevistas, citaciones o “mensajes asesinos en Instagram”. Por el libro también se supo la feroz lucha entre hermanos por el amor y la herencia del artista.
La investigación deja ver que solo a Anouchka se le permitió presenciar el último aliento de su padre. Esa fue la voluntad del actor y sus dos hijos varones obedecieron a regañadientes. “El deseo de Alain era morir en brazos de su hija y que en ese momento solo estuvieran ellos dos”, confió un familiar. Esa misma voluntad la dejó asentada delante de un juez.

Anouchka era su hija más amada, la preferida, algo que nunca intentó ocultar ante el resto de sus herederos. “Si hubiera podido darle todo a Anouchka, lo habría hecho”, dice la investigación en un capítulo en el que desvela de forma minuciosa el testamento secreto de Delon que terminó de encender la batalla entre Anthony -su primogénito, fruto de su relación con la actriz y directora francesa Francine Canovas-, Anouchka y Alain-Fabien -hijos del intérprete y la modelo neerlandesa Rosalie van Breemen.
Un arma en la cama
Delon era un apasionado de las armas de fuego. Según reprodujo Le Parisien, el protagonista de El Gatopardo guardaba una pistola cargada en su cama. Alain-Fabien había mostrado preocupación por ese asunto, y a modo de protección decidió sacarle las balas, pero Anthony se las volvió a poner. “No te preocupes, no se va a suicidar”, lo tranquilizó.

En otro fragmento del libro, Alain-Fabien confesó que su padre se había vuelto “extremadamente paranoico” en los últimos seis meses de su vida. El joven recordó una noche de septiembre de 2023 en particular, cuando luego de salir por comida persa con un guardaespaldas, Delon le apuntó con una pistola. A partir de ese día, Alain-Fabien le puso balas falsas a la pistola sin decírselo a su padre. “Hasta el final, pensó sinceramente que el arma con la que dormía estaba cargada”, confesó. En el libro también se habla de un intento de robo a una enfermera a punta de pistola.
Alain-Fabien no fue el único integrante del entorno de Delon que padeció la obsesión del artista por las armas. Hiromi Rollin, la mujer que se presentó al mundo como su “dama de compañía”, pero que resultó ser su pareja, reveló que decidió que lo mejor era dormir en habitaciones separadas después de que un disparo accidental atravesara su almohada. El proyectil, milagrosamente, terminó atascado en la pared.
Un hombre violento

Según pudo averiguar Laurence Pieau, cada uno de los parientes de Alain Delon tenía su propia verdad y buscaba afirmarla, lo que generó una narrativa fragmentada y subjetiva. “Además, lo dice Anthony Delon, no hay una sola verdad, estamos completamente de acuerdo con él, hay verdades”, sumó el investigador. Un claro ejemplo son las versiones encontradas sobre el costado violento de Delon: mientras Alain-Fabien describió cómo su papá le pegaba a Rosalie van Breemen, su mamá. “Mi padre le rompió la cabeza a mi madre. Le quebró la nariz dos veces, las costillas”, aseveró. Anthony negó esos episodios.
El libro también relata el comportamiento violento del actor hacia Hiromi Rollin, dato que aporta nuevamente el menor de los hermanos: “La cantidad de veces que la pateó a Hiromi, no puedo contarlas”.
También compartió su testimonio una amiga de Rollin, quien aseguró que la vio varias veces “con los ojos morados”. “Un día, tenía las marcas de sus dedos en la cara”, repasó y dijo sin dudar que “casi la mata dos veces”. En una oportunidad, Rollin llegó a acudir a la policía. La exasistente reveló en esa ocasión que Delon la había pateado muchas veces y que un día la había estrangulado, incluso le había apuntado con su arma en la nuca. “Te voy a matar”, le dijo.

El libro de Laurence Pieau y François Vignolle también relata, en detalle, cómo se produjo el desalojo de Hiromi Rollin de la propiedad de Delon en Douchy, episodio que tuvo lugar a principios de julio de 2023. ¿Qué sucedió? Los tres hijos Delon quemaron todas sus pertenencias: sus fotos, sus diarios, las cartas y regalos del actor, objetos de su infancia e incluso su diploma de una escuela en Japón. Según pudieron averiguar los periodistas, los vecinos vieron arder la chimenea de Douchy durante tres días, en pleno verano.
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